Reportajes especiales

El suicidio manifiesta problemas estructurales de las familias mexicanas

“En vez de halagarnos nos insultamos, parece que nos enseñaron a no dar ni recibir amor”

“Al principio fue algo brutal para mí, no sabes qué pensar, el cuerpo se llena de culpa de rabia y de muchísima tristeza”, así lo relata Enrique Rojas, quien vivió el suicidio de su hermana.

¿Cómo entiendes el suicidio después de haber perdido a tu hermana?

Mi hermana tenía dos hijos, son cuates, nacieron el mismo día. Mi sobrina siempre fue con quien más cercanía tenía y ese día fue ella quien descubrió que su madre había decidido quitarse la vida. En ese momento, me llamó para decirme lo que había pasado y cuando llegue solo confirme que la muerte de mi hermana había sido voluntaria. Después de los rituales religiosos, los lamentos comienzan a invadir nuestros pensamientos, pensamos que pudo ser nuestra culpa, o en el “si hubiera…” tal vez ella estaría aquí. Luego me lo tomé personal, como si mi hermana se hubiera hecho daño solo para hacernos daño, ese pensamiento estuvo un tiempo dando vueltas hasta que entendí de donde venía el suicidio.

Mencionaste que hoy agradeces a tu hermana su suicidio, ¿cómo llega esa idea?

Llevo culpa, rabia y tristeza, comencé a tomar terapias y fue así como me di cuenta que todo el tiempo habíamos convivido en medio de la violencia, como familia y como personas. Todo el tiempo en vez de halagarnos nos insultamos y hasta las muestras de amor son violentas, porque en vez de decir ‘que greñuda te ves en esa foto’, deberemos decir ‘que feliz te ves’. Pero no es algo que veo en las familias de este país. Parece que nos enseñaron a no dar ni recibir amor. Esa práctica agresiva es una herencia que viene desde varias generaciones antepasadas, y para mí, mi hermana nos vino a mostrar que tanta violencia puede causar la muerte de alguien, que no esté de acuerdo con esa manera de relacionarnos. Fue ella quien vino a poner un punto final y a mostrarnos el daño que nos hacíamos, pero sobre todo cuáles pueden ser las consecuencias de esas agresiones que tomamos como muestras de cariño. Es por eso que hoy le agradezco a mi hermana, porque gracias a ella me di cuenta que no debemos seguir reproduciendo esos malos tratos y hoy eso me ha cambiado la vida.

¿Cómo lograr entender la decisión que tomó tu hermana?

No es necesario entender cuáles fueron las razones especificas o generales para tomar esa decisión, pero en un sentido básico a la muerte la podemos entender como parte de un nacimiento, porque una muerte abre espacio para la vida que sigue después de esta perdida. Sin muertes no habría vida básicamente, siempre llega para llevarse y dejar algo, en este caso fue amor y comprensión. Más que entender a mi hermana, podría decir que me entendí a mí, pues esta semilla del suicidio es parte de una genética y si mi hermana no se hubiera quitado la vida lo hubiera hecho cualquier otra de las generaciones. A mí la muerte de mi hermana me mostró el amor que hay en mi corazón.

Suicidio en México

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en los últimos años se ha registrado un incremento en los intentos suicidas y el suicidio consumado en población joven. En México, entre 1997 y 2007 se registró un incremento en el suicidio de 275% en jóvenes. Cada 40 segundos se suicida una persona en alguna parte del mundo, y se estima que por cada persona que se suicida otras 20 lo intentarán. Los especialistas destacan la importancia de investigar y profundizar en el análisis y la comprensión de la conducta suicida y diseñar estrategias de prevención e intervención en grupos de riesgo y en población diversa.

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