De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA México), todos los días, 20 mil niñas y adolescentes, menores de 18 años de edad, dan a luz en países en desarrollo. Esto equivale a 7.3 millones de partos cada año.
Según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), actualmente existen en el país 22.4 millones de mujeres y hombres adolescentes, entre 10 y 19 años de edad. Las mujeres de 15 a 19 años de edad constituyen el grupo de mayor tamaño, entre los grupos quinquenales de mujeres en edad fértil.
El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) es la unidad de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, responsable de las políticas nacionales de los programas de planificación familiar y anticoncepción, salud sexual y reproductiva, cáncer cervicouterino, cáncer de mama, salud materna y perinatal, igualdad de género, y prevención y atención de la violencia familiar.
Su directora, la doctora Karla Berdichevsky, compartió con Once Noticias datos acerca del embarazo en niñas y adolescentes.
¿Cuál es la situación actual del embarazo en menores en nuestro país?
De acuerdo con la doctora Berdichevsky, citando un reporte de 2018 de las organizaciones de Naciones Unidas que se dedican a este tema, América Latina y el Caribe, como región del mundo, tiene la segunda zona a nivel mundial más alta de embarazo adolescente, o sea, en menores de 19 años.
En nuestro país, si nos comparamos con otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), somos el país que tiene más proporción de embarazos en adolescentes.
En la región, durante 2021, 15% de todos los embarazos ocurrieron en menores de 19 años. Nacieron un total de dos millones de niños y niñas, de madres entre los 15 y 19 años.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (SSa), proporcionados por la entrevistada, en 2021 se reportó del total de 1 millón 600 mil nacimientos de la población en general, 6% de ellos se presentaron en menores de 19 años, esto es un total de 258 mil 946 nacimientos.
Hay diferencias de atención en menores y mayores de 15 años
La directora del CNEGSR considera necesaria una distinción entre los embarazos de 19 años y menos, y los embarazos entre madres menores de 15 años de edad, porque las causas y determinantes de cada uno de estos grupos de edad, en cuanto nacimiento, son distintos.
“En menores de 15 años de edad, SSa registró 8 mil 958 nacimientos de madres menores de 15 años, y esto es importante en cuanto a la distinción de grupos de edad, porque, aunque el embarazo en todo el grupo de 19 años y menos está muchas veces vinculado a situaciones de violencia, en menores de 15 años es la normalidad, es decir, en estos embarazos de niñas que se vuelven madres hay violencia de género, está marcado por definición que son producto de violencia sexual, o casos de vulneración de sus derechos como es el caso de los matrimonios forzados, y son niñas que deben tener un tratamiento muy distinto”.
Factores de riesgo en embarazo infantil
El embarazo en adolescentes menores de 15 años de edad representa mayores riesgos a su salud como anemia, infecciones urinarias, hipertensión arterial, preeclamsia, parto prematuro y complicaciones al momento del parto; en el producto o la persona recién nacida supone riesgo aumentado de bajo peso, asfixia, lesiones al momento del nacimiento y de fallecer.
De acuerdo con los especialistas, el embarazo en menores de 20 años puede tener repercusiones negativas en la salud y en el desarrollo psicosocial de adolescentes, además amplía las brechas sociales y de género entre la población.
“Todas estas menores de edad, tienen condiciones de riesgo multidimensionales, sobre todo para las menores (15 años y menos), pero en realidad todas están sujetas al riesgo de tener un embarazo temprano”, explica la doctora Karla Berdichevsky.
“Un embarazo en menores las deja en desventaja social y económica en comparación con sus pares. Esta desventaja se agudiza entre más joven es la niña que se vuelve madre. Hay muchos estudios en dónde se ha visto que estas niñas salen del sistema educativo, tienen menos oportunidades de desarrollo personal y profesional, y además sus hijos y sus hijas también van a tener menos oportunidades que las de otros niños y niñas de madres en edad adulta”.
Karla Berdichevsky indica que, respecto a las cifras de muerte materna –fallecimientos de mujeres durante el embarazo o durante los primeros 40 días después del embarazo-, si se compara a las niñas con las mujeres de 20 o 30 años, las primeras tienen cuatro veces más probabilidad de fallecer.
Respecto a tener acceso a los servicios de salud, explica que en el grupo de niñas de 15 años y menos suelen ser dependientes de personas adultas.
“Nos preocupa tener casi 9 mil niñas siendo madres en nuestro país cada año […] Es bastante dramático ver este número […] y presupone que es como solamente la punta de un iceberg”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIRE), casi 10%, es decir, una de cada 10 mujeres que fue entrevistada para esta encuesta, declararon que fueron víctimas de algún tipo de abuso sexual antes de los 15 años de edad.
Aproximadamente, un tercio de las niñas y adolescentes han reportado que su primer encuentro sexual fue bajo algún tipo de coerción.
De acuerdo con la doctora Karla Berdichevsky, en México, la ley permite, de acuerdo a la Norma 046, NOM-046-SSA2-2005, el acceso a interrumpir estos embarazos en caso de violación.
Estos casos de violencia y/o violación, se esconden porque normalmente se dan entre personas cercanas a las niñas y adolescentes: el padre, el primo, el abuelo, o alguien en su círculo.
El tema de la violencia es más amplio que lo que ocurre en el núcleo familiar. Los riesgos se agudizan en niñas que tienen menos recursos sociales. Las jóvenes de 19 años también están expuestas a la violencia.
La exposición a la violencia es un riesgo para todo el grupo de niñas y adolescentes. Se incrementa en zonas de alta violencia social, en donde se carece de actividades o alternativas de vida, incluso en calles iluminadas.
Servicios abiertos de la Secretaría de Salud
La Secretaría de Salud tiene acciones vigentes para la prevención de los embarazos en menores niñas y adolescentes. El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva tiene la competencia de atender esta problemática de embarazo adolescente y erradicar embarazos en niñas y, para ello, cuenta con diversidad de actividades.
Actualmente, está en marcha la Estrategia Nacional para prevenir el Embarazo Adolescente (ENAPEA), un trabajo conjunto entre el CONAPO y la Secretaría de Salud.
Dicha estrategia lleva a cabo acciones específicas que, coordinadas con las secretarías de las 32 entidades federativas, ofrecen vías de información para los adolescentes, para que tengan acceso a una toma de decisiones informada sobre su salud sexual y reproductiva.
Asimismo, ENAPEA busca ofrecer métodos anticonceptivos, mismos que son gratuitos en todo el país.
Específicamente, la SSa cuenta con una red de “Servicios Amigables” para adolescentes con más de tres mil servicios en los centros de salud a lo largo de todo el país. De acuerdo con las necesidades de las y los adolescentes, pueden acercarse a estos espacios en donde se ofrece información, consejería y atención médica y psicológica para toda persona que quiera acudir y tenga 19 años o menos.
Bajo estos servicios se les otorga métodos anticonceptivos y se les refiere a otros servicios como el de aborto seguro, servicios especializados de atención a la violencia, etc. El personal también es específico, son profesionales del área de medicina, de enfermería, de trabajo social y de psicología.
Para cualquier consulta hay un directorio que está disponible en la página del CNEGSR con una localización de estos espacios.
Asimismo, para atender el tema de embarazo adolescente de 15 años o más, en 2021 el CNEGSR implementó una estrategia de servicios itinerantes. Las unidades móviles “EDUSEX” llegan a espacios donde no hay un servicio amigable fijo.
Existe una estrategia diferenciada para niñas menores de 15, sobre todo porque están vinculados con violación. Para ello, se trabaja con los servicios de salud en todo el país, para que sea aplique la Norma Oficial Mexicana 046-SSA2-2005 “Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención” (NOM-046-SSA2-2005). En esta norma, cualquier persona que sea víctima de violación debe recibir una atención integral e inmediata; este servicio incluye la interrupción voluntaria del embarazo en los servicios de “Aborto seguro”.
Finalmente, el CNEGSR trabaja en el marco del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Erradicar y Sancionar la Violencia, una red de instituciones que atienden este tipo de casos. Cuando las niñas y adolescentes llegan durante las primeras horas después de la violación, hay la oportunidad atenderlas y protegerlas a través de otras instancias como DIF, CONAVIM, Sistema de Procuración de Justicia, etc. Todos se conectan a nivel federal, y operan de manera local la ruta de atención a las niñas.
Las metas
En el caso de las niñas menores de 15 años es erradicar los nacimientos.
Para las mayores de 15 años, reducir el embarazo y la necesidad insatisfecha de uso de métodos anticonceptivos.