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En contexto | Protestas en Nigeria: #EndSARS

Protestas en Nigeria: #EndSARS

 

En dos semanas de manifestaciones generalizadas en Nigeria contra la violencia policial, han muerto al menos 56 personas, 38 de ellas el pasado 20 de octubre, señaló Amnistía Internacional.

 

End SARS o #EndSARS, es un movimiento social que exige el fin del Escuadrón Especial Antirrobo (SARS, por sus siglas en inglés), una controvertida unidad de la policía nigeriana con un largo historial de abusos.

 

Origen

El escuadrón nació como una rama de la Policía de Nigeria, fundada en 1992, dependiente del Departamento Estatal de Investigación e Inteligencia Criminal (SCIID). Fue creado para realizar operaciones encubiertas contra robos a mano armada, de autos, de ganado, secuestros y delitos asociados con armas de fuego.

 

Violaciones a los derechos humanos

Sin embargo, en lugar de llevar a cabo las funciones de protección, el escuadrón se convirtió en sinónimo de asesinatos extrajudiciales, tortura y extorsión, ejerciendo su poder y fuerza contra la sociedad civil desde que fue creado en 1992.

 

Según el informe de 2016 de Amnistía Internacional, el SARS está acusado de abusos a los derechos humanos, crueldad, desapariciones forzadas, trato degradante a los nigerianos bajo su custodia y torturas generalizadas.

 

Algunas de las violaciones a los derechos humanos que ejerce son disparos en las piernas a sus detenidos, simulacros o amenazas de ejecución, ahorcamiento y palizas graves. Amnistía Internacional publicó que, de enero de 2017 a mayo de 2020, documentaron 82 casos de abusos y ejecuciones extrajudiciales por el SARS.

 

Desde que inició la pandemia, el escuadrón policial ha sido acusado de falta de distanciamiento social, más detenciones, registros y arrestos ilegales, ejecuciones, acoso sexual a mujeres y brutalidad hacia los jóvenes. Muchos de estos abusos contra los derechos humanos se documentaron en videos que han sido tendencia en las redes sociales.

 

Estos son sólo algunos de los incontables abusos del SARS que desencadenaron las protestas en toda Nigeria.

 

Inicio de las protestas

Las protestas comenzaron en 2017 en Twitter con la etiqueta #ENDSARS para exigir que el gobierno nigeriano eliminara al escuadrón policial. De ahí pasaron a las calles, donde se convirtió en una demanda mucho más amplia que también reclama una mejor gobernanza de su país.

 

Activistas, jóvenes y celebridades nigerianos salieron a las calles de todo el país a protestar pacíficamente para concienciar sobre la brutalidad y las extorsiones del SARS. El gobierno prometió por primera vez que desintegraría el escuadrón, pero no lo cumplió.

 

Y no sólo eso, la violencia policial contra la población continuó durante 2018 y 2019, al igual que las marchas. En este contexto, el gobierno, falsamente, ha prometido dos veces más que eliminaría al SARS.

 

Octubre 2020

Hasta que, a principios de octubre de este año, las manifestaciones masivas se revitalizaron y empezaron de nuevo, aunque esta vez con un gran ímpetu y en las principales ciudades, incluso el hashtag llegó a los 28 millones de tweets.

 

El martes 20 de octubre las fuerzas de seguridad nigerianas dispararon contra cientos de manifestantes en Lagos, mientras las marchas contra la brutalidad policial desafiaban el toque de queda de 24 horas impuesto por el gobierno.

 

La gente corría para salvar su vida, mientras las fuerzas de seguridad, incluidos los soldados, atacaban a las multitudes. Al menos siete personas fueron asesinadas. En las escenas se podía ver cómo las personas trataban de ayudar a los heridos, luchando para salvarlos.

 

En otros videos se observa a los manifestantes con banderas nigerianas ensangrentadas, suplicando a los funcionarios de seguridad que permitan a los médicos tratar a las víctimas.

 

Empezaron a disparar municiones contra la multitud. Estaban disparando contra la multitud”, dijo Alfred Ononugbo, de 55 años, un oficial de seguridad. “Vi la bala herir a una o dos personas”.

 

El gobierno del estado de Lagos dijo que abriría una investigación sobre el tiroteo. El ambiente empeoró después de que el gobernador de la ciudad, Babajide Sanwo-Olu, impuso un toque de queda para evitar las protestas contra el SARS.

 

Miles de personas han tomado las calles en las últimas semanas. En términos más generales, las manifestaciones han luchado contra los abusos sistémicos por parte de las fuerzas policiales nigerianas, y la respuesta del gobierno sólo ha sido más violenta.

 

La semana pasada, el ejército nigeriano advirtió que estaba listo para intervenir contra “elementos subversivos y alborotadores“. Bandas armadas han atacado a manifestantes en Lagos y la capital Abuja.

 

“Las manifestaciones se habían degenerado en un monstruo que amenazaba el bienestar de nuestra sociedad”, dijo Babajide Sanwo-Olu, gobernador de Lagos, en un comunicado el martes después de que una comisaría de policía fuera incendiada en la zona de Iganmu el martes por la mañana.

 

El jefe de la policía nacional también ordenó el despliegue inmediato de fuerzas antidisturbios, tras el aumento de los ataques contra instalaciones policiales, dijo un portavoz de la policía.

 

“Criminales y malhechores se esconden ahora bajo el paraguas de estas protestas para desatar el caos en nuestro estado”, dijo, prometiendo que el gobierno “no vería y permitiría la anarquía”.

 

Los grupos de personas armadas, a menudo jóvenes empobrecidos, son ampliamente sospechosos de ser pagados por poderosos intereses en Nigeria. Grupos de derechos humanos y manifestantes han acusado a “asesinos a sueldo” de atacar durante las manifestaciones pacíficas y tratar de desacreditar al movimiento. Cinco estados nigerianos y la capital, Abuja, han prohibido las protestas, o adoptado toques de queda, prohibiendo las manifestaciones.

 

Los gobiernos de muchos países se han manifestado totalmente en contra de la actuación de la policía nigeriana, y han exigido el cese de la violencia contra la población civil.

 

Todo ello generó que el gobierno nigeriano anunciara el 11 de octubre que disolvería la unidad, aunque esta es la cuarta vez que promete desintegrar o reformar la unidad que ha mantenido a los ciudadanos aterrorizado durante décadas.

 

El problema de fondo va más allá del SARS: las mismas Fuerzas Policíacas de Nigeria (NPF) han sido responsables de cientos de ejecuciones extrajudiciales, asesinatos ilegítimos y desapariciones forzadas cada año.

 

Lo que exige la gente en las manifestaciones, y lo que tanto teme el gobierno, es una transformación profunda de la política de Estado.

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