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En Mixquic se conserva ancestral tradición del culto a la muerte

CIUDAD DE MÉXICO, 02NOVIEMBRE2021. - Los habitantes del pueblo de San Andrés Mixquic volvieron a realizar la tradicional alumbrada para despedir a los Santos difuntos durante las celebraciones del Día de Muertos, adornando las tumbas de sus seres queridos con flores de cempasúchil y velas despidieron a sus familiares luego de que el año pasado la pandemia de Covid-19 se los impidiera. FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM

Estamos a menos de un mes del Día de Muertos y en San Andrés Mixquic, ubicado en la alcaldía Tláhuac, estos festejos arrancan desde finales de septiembre, cuyo propósito es esperar a los seres queridos que descansan en el Mictlán.

En Mixquic, que significa “en el mezquite”, se ha logrado conservar la ancestral tradición del culto a la muerte mediante diversas formas.

Algunas de ellas son en los vestigios labrados, encontrados en distintas excavaciones realizadas en el pueblo, donde se hallan figuras de calaveras que, hasta hace algunos años, adornaban las fachadas de algunas de las casas.

Otra de ellas es el ritual conocido como “alumbrada”, que se realiza cada 2 de noviembre; aunque no es particular de Mixquic, sus habitantes mantienen creencias alrededor de la muerte que se caracteriza por el respeto a la vida-muerte.

Once Noticias conversó con Ricardo Flores, historiador de ese poblado, quien explica los preparativos previos a la fecha indicada; así como el redescubrimiento arqueológico que ha existido en la zona, tras la particular tradición de recordar a los difuntos.

Mixquic fue redescubierto por sus tradiciones a los difuntos

Desde hace más de 400 años en este pueblo los festejos se realizan a través del montaje de ofrendas para los difuntos, adornadas con flores, comida y otros elementos; así como actividades artísticas y culturales como obras de teatro, música, danza, exposiciones y pinturas de arena de color en el piso.

El 1 y 2 de noviembre, San Andrés Mixquic se cubre con colores y flores como el cempasúchil, también llamado cempoalxóchitl, cempaxóchitl, cempoal o zempoal; nube o alhelí.

Las calles se cubren por tapetes de aserrín; majestuosas ofrendas con fruta, pan, platillos diversos, veladoras; olores del copal y flor. Se trata de una celebración de origen prehispánico preservada en Mixquic que reafirma los valores culturales de una festividad única.

“Los días de muertos se dividen en varios ámbitos uno público y uno privado, sobre todo los Días de Muertos es una tradición privada, aunque parezca lo contrario, sobre todo porque es en las familias donde se comienzan a realizar los preparativos para estos días”, afirma Ricardo Flores.

Flores narra que cuando San Andrés Mixquic era un pueblo totalmente agricultor, desde el mes de agosto se comenzaba a sembrar el cempasúchil.

Precisa que antes de que ese barrio se volviera tan popular, a mediados del siglo pasado, era muy común que las ofrendas y el panteón se decoraran con una flor silvestre que en Mixquic se le conoce como clemolito, una flor que huele a cempasúchil, pero no lo es.

“Digamos que el cempasúchil tiene muchos pétalos y la clemolito es una especie de dalia amarilla pequeña que crece en la zona cerril”, relató.

Ricardo hace referencia a que es común ver, dentro de la flora silvestre, flores amarillas en la zona de Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco.

Agrega que además de sembrar el cempasúchilt en esta temporada, también se acostumbra a que el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, se va al panteón y se decoran las tumbas.

“Y aunque esta fecha no tiene la misma grandiosidad que el 2 de noviembre, se comienza desde entonces a limpiar el panteón. Ya en los días de octubre, a partir del 28, se considera que empiezan a llegar las visitas de los que ya no están entre nosotros”, relata Flores.

Revela que, una particularidad de Mixquic que no es muy conocida, es el redescubrimiento que ha existido en el pueblo, a través de sus vestigios arqueológicos. Por tanto, recomienda visitar el templo de San Andrés Apóstol donde yace una pequeña zona arqueológica de piezas muy importantes.

“Una de esas piezas es una escultura que tiene un rostro que, por un lado, es un rostro vivo y, por el lado de la nuca, hay otro que es una calavera. Es la representación de la dualidad entre la vida y la muerte”.

Y asegura que, a pesar de haber muchas esculturas en forma de Chac-mool en varias partes de México, la que se halla en Mixquic es única en Mesoamérica. La figura en cuestión sostiene en las manos la piedra del sacrificio.

Entre los hallazgos arqueológicos de San Andrés se encuentra la escultura en piedra de Mixquixtli, diosa de la vida y de la muerte, ubicada en el antiguo panteón prehispánico, y la escultura de Chac-mool, mensajero de los dioses, flanqueado por dos arcos del juego de pelota y unas columnas con figuras de Quetzalcóatl.

¿Cómo es la “alumbrada” en el Día de Muertos?

La famosa “alumbrada”, que se organiza en ese sitio, se lleva a cabo a lo largo de tres días y su objetivo es mostrar respeto por los difuntos:

Primer día. Desde el 31 de octubre, se colocan los altares para los muertos que van adornados con un mantel; sal (para el alimento), agua (para apaciguar la sed), veladoras (para alumbrar su camino) y la flor de cempaxúchitl (para adornar).

La ofrenda se complementa con fruta, pan de muerto; para el caso de los niños se incluyen figurillas de xoloitzcuintles (perros) para que guíen sus almas por el inframundo, flores blancas, que representan la pureza, y amarillas que iluminan el camino de las almas de los difuntos, para que no pierdan la senda.

Segundo día. Es decir, el 1 de noviembre, al sonar las campanas a mediodía, se anuncia en el pueblo la llegada de las animas de los niños y adultos.

Tercer día. O sea, el 2 de noviembre, se lleva a cabo la famosa “alumbrada” en el panteón, en el que se rinde homenaje a los difuntos. Para hacerlo, familiares y amigos se preparan para visitar, a partir de las siete de la noche, las tumbas de sus difuntos y las decoran con flores, velas y cirios.

El panteón se ilumina por la gran cantidad de personas que acuden al panteón para demostrar respeto a sus familiares y recordar su memoria, así como de turistas que acuden a presenciar el rito.

Finalmente, los pobladores van de casa en casa ofreciendo a vecinos fruta, pan y comida. De esta manera, se concluyen los festejos del Día de Muertos en el pueblo de San Andrés Mixquic.

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