Reportajes especiales

Entre luces y música, mujeres exponen su arte en CDMX

La exposición Nimbo reunió a mujeres de diversas expresiones artísticas e hizo un homenaje a las Musas Sonideras.

La exposición Nimbo de mujeres artistas llegó a su segunda edición y congregó a 100 mujeres de diversas disciplinas artísticas como fotografía, pintura, música, performance y poesía, en Rinconada de Jesús 13, en el corazón del Centro Histórico de Ciudad de México.

Además, la colectiva Ojos de Agua rindió un homenaje a las Musas Sonideras, en su quinto aniversario, por lo que el público pudo disfrutar de una noche de baile y de arte de mujeres que buscan abrirse un espacio en la escena de esta desmesurada Ciudad.

Nimbo para rendir homenaje a las creadoras

El evento comenzó puntual cuando el reloj marcó las 7 de la noche. Tres pisos de un antiguo recinto ubicado en Rinconada de Jesús, número 13 –que de día funciona como un restaurante de gastronomía mexicana y que alberga también al Club Rosaleda– ubicado en el corazón del centro histórico, a unos pasos del Museo de Ciudad de México, albergaron la exposición de la colectiva Ojos de Agua.

Se presume que ese inmueble, cuya historia data desde el siglo XVI, fue dado a Alonso de Grado quien se casó con Tecuichpotzin (bautizada después en castellano como Isabel Moctezuma), hija de huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin.

Este edificio fue el elegido por Ojos de Agua para realizar su exposición. Luces neón, música, baile y cumbia sonidera fue lo que el público encontró esa noche de sábado, y en el que ni la pandemia logró frenar a los espíritus ávidos de reencuentros.

Sobresalieron los rostros jóvenes provenientes de diversas partes de la ciudad y sus periferias, congregados en tres pisos. Y es que cada piso funcionó como un escenario alterno que rememora la masividad de los eventos musicales.

Sin embargo, la exposición ‘Nimbo de mujeres artistas’ eligió el espacio intermedio, como una forma de unir a los escenarios en el corazón de mujeres creadoras.

El nombre Nimbo refiere al halo o aureola que se ubica alrededor de la cabeza de una imagen o de un ícono religioso. Es la luminosidad, a modo de corona circular, que aparece detrás o alrededor de la cabeza de esas imágenes.

Este símbolo destaca la luz espiritual o divina de quien la lleva. La colectiva, tal como explicó Karen Rojas a Once Noticias, nombró a la primera edición de la exposición como  ‘Luminiscencia’, por lo que quisieron darle continuidad a la temática de luz, de ahí que eligieron el nombre de Nimbo.

“Queremos ser las artistas creadoras, por eso invitamos también a que las mujeres que asistieran trajeran un nimbo”, dijo Rojas.

Karen es integrante de la colectiva Ojos de Agua y señaló que la intención de esta segunda edición fue encontrarse en un lugar seguro y sobretodo generar un espacio para las mujeres artistas emergentes.

La exposición destaca la participación de mujeres jóvenes, la mayoría menores de 30 años. En ese tenor, Ariadna Colindre, fotoperiodista, señaló a Once Noticias que uno de los desafíos que enfrentan las mujeres que recién comienzan en la fotografía es que es un mundo en el que se suele rechazar el trabajo por falta de experiencia y que ha sido, por largo tiempo, un espacio tomado sólo por hombres, por lo que dijo que de ahí viene la necesidad de visibilizar el trabajo de otras mujeres:

“Las mujeres fotoperiodistas deben tener un carácter fuerte o hasta cierto punto agresivo en el gremio. En nuestra generación ha cambiado, pero ha sido muy difícil”, señaló.

En esta exposición no hubo un trabajo estricto ni en la selección ni en la curaduría, por lo que dieron apertura al fotodocumental, foto de arquitectura y paisaje, de concierto, experimental y análoga, autorretrato, pero también otras expresiones como pintura,  performance,  lectura de poesía o danza contemporánea.

“La experiencia es importante, pero también darle la oportunidad a fotógrafas ‘chiquitas’, que recién empiezan, es muy reconfortante”, comentó Ariadna.

Un homenaje por el quinto aniversario de Musas Sonideras

Al calor de las bebidas y luego de algunas horas llegó el momento del homenaje a las sonideras. Las almas gustosas de lo progresivo y lo experimental pudieron disfrutar, en el patio del primer piso, a diversas bandas que hicieron brincar a quienes llegaban o que buscaban una experiencia primera.

Pero en el tercer piso, como si uno se encontrara en un círculo dantesco tratando de salir, las sonideras hicieron de las suyas desde las 11 de la noche. Cumbia, saludos y una pista repleta fue como las Musas hicieron su aparición.

Saludos que eran leídos y que iban dedicados a todas partes de la ciudad y sus periferias, el sudor de los cuerpos aglomerados y los rostros de éxtasis al sacar los mejores pasos, era lo que prevalecía alrededor de la medianoche. Llegaba el momento más alto de la fiesta, dado que el público fue constante y fiel al sonidero.

La colectiva Ojos de Agua expresó que profesaban su reconocimiento al recorrido y resistencia de las Musas Sonideras, conformada por 47 mujeres “que no sólo persiguen su pasión por la escena sonidera sino que también son hermanas, hijas, madres, comerciantes, abogadas, estudiantes, maestras, etc, que nos inspiran a continuar con nuestros sueños y a reconocernos a través de la colectividad”.

MUJERES-ARTISTAS

La escena y el ambiente sonidero, durante largo tiempo, ha sido representada sólo por hombres, pero con esta colectiva creada por Marisol Mendoza, hace cinco años, ha llegado a irrumpir esta industria con mujeres de todas partes de México y Estados Unidos. Su objetivo es visibilizar el trabajo de las mujeres y reunir, a través del baile y la música, la identidad de los barrios chilangos.

La celebración no se detuvo, menos para esos espíritus jóvenes que buscan reencontrarse luego de una soledad pandémica que mantuvo en encierro a la ciudad, pero que ahora vuelve a su cauce en medio de una cálida noche liderada por mujeres.

La colectiva Ojos de Agua es un proyecto autogestivo que también realiza talleres con infancias. Otra de las actividades que organizan son las caminatas fotográficas para mujeres en la Ciudad: se reúnen en algún punto de para recorrer los espacios más recónditos del Valle y plasmarlos en foto.

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