“Va a haber un montón de definiciones, pero si nos remitimos lo que nos dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un aspecto inherente del ser humano, que va a estar a lo largo de la vida”, dice en entrevista con Once Noticias.
De acuerdo con la especialista, se trata de un aspecto que desde el momento en que nacemos ya está ahí, ya viene formándose, es parte de ser humano y, al mismo tiempo, se compone de una gran diversidad de elementos como el sexo, los vínculos afectivos y la identidad de género.
“Algo importante, es que este aspecto (la sexualidad) va evolucionando con el paso del tiempo, aparecen factores que tienen impacto en la construcción del modelo holónico de la sexualidad, planteado por el doctor Eusebio Rubio para comprenderla”, indicó.
Este modelo plantea que la sexualidad no es fundamentalmente ni biológica ni psicológica ni social.
El “Modelo Holónico de la Sexualidad Humana”, de Eusebio Rubio, sostiene que los holones sexuales, o sea, las partes, elementos o subsistemas de la sexualidad, deberán ser conceptos que conserven su aplicabilidad vertical, es decir, que puedan utilizarse en las diversas metodologías de estudios antropológicos, sociológicos, psicológicos y biológicos.
Tabús eternos
“Hablando de la educación sexual en las infancias, creemos que como profesionistas vamos a tocar el tema desde la visión de la persona adulta; pensamos que en educación sexual debemos hablar de posiciones sexuales, del erotismo, del placer genital, la realidad no es así, se fomentan estereotipos, esa información errónea provoca un estigma grande en la sexualidad”.
La también egresada en psicología clínica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) recomienda hablar con niños y niñas de sexo, de acuerdo con su edad y rango escolar.
“Eso es importante a la hora que educamos en sexualidad. Hay que tomar en cuenta la etapa del desarrollo de estas infancias, su desarrollo cognitivo, incluso, indagar a qué se refieren con sus preguntas; debemos considerar que las infancias no ven la sexualidad de la misma manera a la que lo ven las personas adultas y a veces eso puede provocar malentendidos”.
Retomando la teoría del doctor Rubio, Correa afirma que una vez identificada la forma de hablar de sexualidad y se entienda como un aspecto que pasa por un embarazo, un ultrasonido donde se ven los genitales, “ya habrá una construcción de lo que se espera (según el sexo de ese bebé)”.
¿Cómo nací?
“Pensemos que para que se forme un embarazo, se habla de la virginidad, de la relación de pareja; se habla de ello, conforme va pasando el tiempo (…) Hay una mejor comprensión de lo que se puede hablar”.
Subraya que, según su edad y grado escolar, también será necesario hablar de las familias que son parte de la comunidad LGBTIQ+ y tratar de ir adaptando la información, desde las diversas etapas de las infancias.
“Justo lo que está pasando con la película Lightyear (donde hay una escena con un beso lésbico), viene a desatar una revolución de ¿cómo se les explica eso? Bueno, yo diría que diciéndoles que en el amor existen formas de expresar los sentimientos: así como hay familias de mamá-papá, puede haber de papá-papá y mamá-mamá”, finaliza.