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Exbraceros continúan su lucha por un pago de ahorros justo y digno

El Programa Bracero inició en 1942 y concluyó en 1964. Durante ese tiempo el gobierno estadounidense ofreció visas de trabajo para que los mexicanos trabajaran tras la crisis que llegó al terminar la segunda guerra mundial.

Cada semana de esos 25 años, el gobierno mexicano les retuvo 10% de su salario, en concepto de ahorros para el final del Programa Bracero, sin embargo, nunca se les entregó.

A inicios de siglo el gobierno panista, en turno, ofreció una compensación por el trabajo no pagado a los migrantes; hasta el día de hoy no han recibido el dinero que trabajaron por más de dos décadas.

Martha es coordinadora del Movimiento de Braceros en Mexicali, Baja California. Explicó a Once Noticias la reactivación de la resistencia migrante.

Hoy a 23 años damos reinicio a la lucha porque estaba inactiva, después de lograr esta compensación con (Vicente) Fox ninguna administración hizo nada para llevarla a cabo”, comentó Martha.

Para ese ejercicio se llevaron a cabo mesas de recepción, donde podrían registrar quienes habían formado parte del programa. En esas mesas, 42 mil braceros tuvieron un lugar para tomar los fondos del fideicomiso que se había creado, sin embargo, detuvieron ese registro. Sólo se consideró a 48% de los 202 mil braceros que trabajaron para Estados Unidos.

Presentamos una denuncia en el legislativo y hubo una resolución, en la cual se reconoce que internacionalmente nos robaron dinero a los braceros”, señaló Martha.

“Nosotros no queremos casas para los braceros o que los entierren. Nosotros queremos el dinero que se trabajó”.

Con estas nuevas mesas de trabajo llegó la pandemia, sin embargo, la organización y la resistencia no se detuvo.

Los recursos del fideicomiso de los braceros pasaron a la Secretaría de Gobernación (Segob), quienes se encargarán de compensar a los trabajadores.

“Reiniciamos en la lucha por la deuda justa digna y legal para todos los abuelitos que son los héroes anónimos porque las economías se sostienen por los migrantes”.

Creo que podemos acomodar las piezas sabiendo todos los vicios del sistema y la política mexicana. Abrogaron el fideicomiso de los braceros y aún hay una deuda que pagar. Aquí tenemos gente que aún no ha cobrado y no hay respuesta de esos dineros. Esta es una lucha que sigue respirando y que poco a poco va sumando voluntades”, dijo la dirigente a Once Noticias.

Una deuda histórica que no se ha pagado desde hace más de 50 años se sigue cobrando por las familias de los trabajadores internacionales.

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