El presidente Jovenal Moïse fue torturado y asesinado en un ataque ocurrido en su residencia privada, en Puerto Príncipe, Haití, el pasado 7 de julio. Después de este suceso se ha desatado una tensión política e incertidumbre entre la población.
El magnicidio no ha sido resuelto y son muchas las incógnitas que hay alrededor, sin embargo, existe la urgencia para ver el trasfondo de la crisis que deviene de mucho tiempo atrás, como aseveró Claudia Alavez, integrante del Colectivo Latinoafricano, radicada en Haití.
La investigación del asesinato del presidente haitiano continúa abierta e invadida por incógnitas e irregularidades. Hasta ahora hay al menos 27 personas detenidas (entre las que destacan militares de origen colombiano).
La Policía Nacional de Haití detuvo a un grupo de hombres entre los que se encontraban militares colombianos; posteriormente tres militares colombianos fueron abatidos en tiroteos contra las fuerzas de seguridad y hay órdenes de búsqueda y captura contra, al menos, 10 personas sospechosas. Según las primeras indagatorias hay redes y conexiones en el extranjero.
En el ataque contra Jovenel Moïse su esposa Martine Moïse resultó herida y fue trasladada a un hospital en Estados Unidos. El pasado 23 de julio se llevó a cabo el funeral del expresidente en Cap-Haitien, al norte de la isla. Las autoridades haitianas reportaron que un grupo de asaltantes ingresó al afirmar, falsamente, que pertenecían a la Agencia la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
El pasado 20 de julio, el primer ministro Ariel Henry asumió la jefatura del gobierno después de que Joseph Claude renunciara un día antes debido a la presión internacional. En su discurso expresó que los responsables deben enfrentar la justicia.
Ayer, la Policía Nacional anunció la detención del coordinador de seguridad del exmandatario, además de cuatro agentes más de la Policía Nacional Haitiana como parte de las investigaciones.
Ante dicha situación Claudia Alavez, del Colectivo Latinoafricano, radicada en Haití, conversó con Once Noticias sobre la situación que prevalece en la isla. Claudia es profesora de español en Puerto Príncipe y ha vivido en las últimas semanas las tensiones que prevalecen después del asesinato de Moïse.
Compartió que existen dos perspectivas sobre la situación: la institucional, en la que existe una gran incertidumbre, y la cotidiana, en la que la vida transcurre bajo cierta normalidad aunque denuncia que se recrudeció la violencia y la inseguridad en la isla.
Sin embargo, la situación no es reciente sino una acumulación de eventos que han llevado a la isla de Dessalines a una constante inestabilidad política, social y económica, que deviene más bien de un pasado histórico y de una acumulación de sucesos, tal como compartió Claudia.
La profesora destacó que al interior del país prevalece el despojo de tierras de campesinos, una inestabilidad migratoria (que aunque no es nueva se ha fortalecido) y permanece el éxodo rural, además de que después del terremoto del 2010, la diáspora haitiana tuvo como punto de arribo ya no sólo el norte global sino América Latina.
La isla también se encuentra bajo afectaciones que ha padecido la población debido al COVID 19.
Checa la entrevista completa para conocer una perspectiva al interior del primer país libre de América Latina.