Reportajes especiales

‘Hay gente que ya no hace de comer por los altos precios de la luz en España’

De norte a sur, de este a oeste; Europa está viviendo una creciente oleada de históricos incrementos en sus tarifas eléctricas: “nunca habíamos pagado recibos tan caros. Lo preocupante es que cada día se produce un aumento mayor. Estamos hablando de un incremento de 195% antes de la crisis”, comenta David de la Cruz, oriundo de Cádiz, al sur de España.

Aunque la Comisión Europea se ha pronunciado por apoyar a los sectores más desfavorecidos, los residentes ya han calificado de desfasadas y tardías las intenciones de apoyo que al menos en España no se han materializado.

“Incluso el gobierno se está viendo lento, tibio y  blando. La coalición de nuestro presidente, Pedro Sánchez, está conformada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidos Podemos. Mientras el primero es de centro-izquierda, el segundo se define de izquierda”.

“Unidos Podemos se proclama por la nacionalización de las empresas o por crear una pública de energía, mientras que el PSOE apuesta por una reforma para bajar el IVA de las grandes multinacionales; eso no ayudaría. Más bien las beneficiaría más, pero a los usuarios en nada apoyaría frente a la situación que estamos viviendo”, explica David de la Cruz, quien también es comunicador.

 

El fenómeno de puertas giratorias

España funciona bajo el oligopolio de empresas, según el periodista: las españolas Iberdrola, Naturgy, Endesa y la portuguesa EDP.

La situación más problemática es que en este país se da un fenómeno que llamamos de ‘puertas giratorias’. Consiste en que en el consejo de administración de algunas de estas empresas se encuentran exministros, ex altos cargos, e incluso los expresidentes José María Aznar y Felipe González. Si ellos están sentados en esas sillas, es evidente que son los mismos que están subiendo los precios. Es una especie de ‘corrupción legal’ en la que ellos, previamente, ya aprobaron leyes en beneficio de las multinacionales y después éstas les agradecen con cargos que ameritan suculentos sueldos con desorbitantes cifras”, aclara de la Cruz.

“Aquel oligopolio toma como especie de rehén a la gente para pagar más como pretexto de los acuerdos internacionales que hay para combatir el cambio climático. Ése es otro tema del que se aprovechan para exagerar los precios y subirlos de la manera en la que los están haciendo ahora”.

 

Pobreza energética

El invierno se acerca a Europa. Pese a la característica de sol y playa del sur de España, aquel lado del planeta no hace a un lado los fríos extremos de la temporada que está ya a la vuelta de la esquina.

“Se está dando otro fenómeno. Lo llamamos ‘pobreza energética’. Consiste en que la ciudadanía, al no contar con dinero para pagar tanto por la luz, tenga que dejar a un lado la calefacción o aire acondicionado en momentos en los que más se requiere. Se trata de ya no tener la energía mínima para alcanzar una vida digna. Ésa es la realidad ahora mismo”.

“Con este panorama, sumado a la crisis generada por la pandemia de COVID-19, y la económica, la situación se torne aún peor. Indiscutiblemente no estamos preparados para seguir pagando lo que, según se ha estimado, no dejará de incrementar hasta al menos marzo de 2022. El mercado del alquiler de departamentos en España ya está muy sobrepasado. Si se suma esto a un salario mínimo de vida, no hay capacidad económica. Se trata de un incremento al que la mayoría de las familias no podrán hacer frente. Cuando una familia promedio, con un hijo, por ejemplo; pagaba 60 euros ($1400 pesos) mensuales, de la noche a la mañana hemos empezado a pagar 180 euros ($4300 pesos). Es un incremento que ya va llegando a 200%. Realmente insostenible”, advierte el periodista gaditano.

 

Un sistema enfermo y la excepción de Cádiz

David de la Cruz explica el sistema de cobro de electricidad en su país. Y es que éste no es comparado en lo mínimo con el existente en México.

Aquí funciona con base en una subasta. Dependiendo de la demanda, se le pone el precio; ésta se basa en el horario de uso de la energía. Esto hace aún más difícil la condición en la que ya estamos. Porque se trata de un sistema enfermo que, aunque se consuma la energía en el rango más barato, siempre se termina pagando lo más caro. Eso viene delineado por el mercado europeo. Tal contexto no deja más que un caos que decae en lo social: olas de calor sin recursos para combatirlas sólo con bajar las cortinas, no cocinar para no gastar más, problemas de convivencia porque hay gente que enciende la lavadora en la madrugada supuestamente para ahorrarse en el consumo. Un escenario verdaderamente duro”, precisa. 

 “En Cádiz hay una situación distinta a la del resto de España. Tenemos una empresa pública que controla 51% de la energía. Esto ha ayudado a que el incremento no sea tan alto como en el resto del país”, detalla David de la Cruz, en contraste con lo que está sucediendo en el norte, donde, en el País Vasco, Sidenor, una de las siderúrgicas más importantes del país y con sedes en Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, ha anunciado ya su paro de labores durante 20 días con el fin de hacer frente al desorbitado precio de la electricidad.

Sidenor paga actualmente 260 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un incremento de 300%, respecto a los 60 euros MWh de 2020, ha anunciado en un comunicado. Mientras tanto, ha enviado a sus empleados a descansar con gose de sueldo; representando, por un lado, el drama empresarial, y por el otro, el social que se avecina en el que el continente espera con frío adelantado la crudeza de un invierno que al parecer los acogerá con pocas defensas económicas para hacerle frente.

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