Reportajes especiales

“He cuidado a mi mamá con esquizofrenia desde los 10 años”: César David

En México la esquizofrenia es una enfermedad estigmatizada y de la que se desconoce por parte de la sociedad su tratamiento

En México existe un alto desconocimiento sobre cómo tratar e integrar a personas diagnosticadas con esquizofrenia, sin embargo, hay muchos casos con la orientación adecuada han logrado sobrepasar la adversidad.

Dicho desconocimiento, señalan expertos, ha hecho que exista un déficit de especialistas, entre ellos los cuidadores.

César David es un joven que conoció lo que es la enfermedad de la esquizofrenia desde sus 10 años cuando diagnosticaron a su mamá con este padecimiento, y desde entonces se ha convertido en su cuidador.

El joven regiomontano cuenta cómo la enfermedad de su madre ha sido complicada para ella y también para él, sin embargo, asegura que con la información adecuada y el acercamiento con especialistas el camino ha sido más llevadero hasta el grado de que ambos hacen una vida con normalidad, aunque con cuidados.  

La enfermedad de mi mamá empezó cuando yo tenía 10 años, fue algo difícil porque no sabía sobre ella, pensé que sus actitudes eran cuestiones normales y no era así. En aquél entonces falleció mi abuela y mi mamá cayó en depresión. La enfermedad de la esquizofrenia se fue desarrollando poco a poco.

La llevaron a una clínica y ahí diagnosticaron que mi mamá tenía esquizofrenia. Me tocó llevarla al internamiento, vi cómo se desató la enfermedad, la experiencia fue bastante fuerte al grado que tuve que recibir terapia. Me hice cargo de mi mamá desde los 10 años.

La organización Común Ati nos apoyó demasiado con la enfermedad de mi mamá, y ésta fue disminuyendo a tal grado que ya es una persona que hace muchas cosas sola. Sí ha tenido recaídas -como dos- pero su vida se lleva con normalidad gracias a su tratamiento. Claro que he tenido algunos problemas con su actitud, pero la comunidad me ha ayudado a darle seguimiento. Es difícil tener un paciente pero no es imposible, ya me acostumbré a saber a tratarla y vivir con ella, a que simplemente con medicamentos y comida poder llevar paso a paso esto.

Yo tomaba personal unas discusiones con mi mamá porque no creía, pero ya he logrado detectar cuando me dice mentiras y me dice verdades, he tomado mucha experiencia. Me ha servido demasiado todo esto, tanto personal como mi desarrollo profesional porque entiendo más a las personas, tengo más paciencia, sé que está bien o mal, sé detectar cuando una persona tiene otro tipo de padecimientos.

Cuando voy a restaurantes y la gente se le queda viendo, la mayoría de las personas no conoce estas enfermedades, piensan que son otro tipo de problemas y no se enfocan tanto en esquizofrenia, quizá piensan que es bipolaridad y otros padecimientos. Hace mucha falta orientación y conocimiento, mientras que por parte del gobierno los medicamentos en muchas ocasiones son escasos.

Actualmente mi mamá se ha hecho más independiente, ella se hace su desayuno y almuerzo, y yo le dejo preparada su comida para la tarde. La dejo sola en la casa y me voy de 7 a 5 de la tarde a trabajar. Eso sí, tomo algunas precauciones como cerrarle al tanque de gas y tener contactos de luz sólo en ciertas áreas, esas son las medidas de precaución que tomo.

Ya cuando regreso a casa, entre los dos preparamos la cena, mientras que los fines de semana hacemos otras actividades, y por ejemplo, mi mamá viene también a la organización Común Ati donde pasa tiempo también.

Quiero enviar el mensaje de que quienes padecen esta enfermedad o sus familiares, no están solos, hay gente especializada que los pueden ayudar a mejorar la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador.

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