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Infancias con Talla Baja son sujetos a bullying: experta

En México hay cerca de 1 millón 300 mil niños con esta condición.

Este 25 de octubre es el Día Mundial de las Personas con Talla Baja. De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), esta fecha se eligió en honor al actor estadounidense William John Bertanzetti, mejor conocido como Billy Barty, una de las primeras personas en trabajar en pro de los derechos de las personas de talla baja.

Datos de este organismo definen como “persona de talla baja” a individuos con algún tipo de enanismo, de los cuales existen más de 200 tipos, la mayor parte desconocidos por la ciencia.

De manera regular, son diagnosticados con acondroplasia, trastorno genético del crecimiento de los huesos, que ocurre en uno de cada 25 mil nacidos vivos.

Conapred señala que con esta celebración, se busca el reconocimiento de este segmento de la población, su igualdad, inclusión social y respeto de sus derechos humanos.

Y es que, la gente que padece esta condición experimenta la exclusión social, escolar, cultural, laboral y no tienen acceso a la infraestructura adecuada al realizar sus actividades cotidianas. En el caso de infancias y adolescencias son sujetas a bullying o acoso escolar. 

80% de nuestra talla, cuestión genética

Kena Pastrana, gerente médica del portafolio de Enfermedades Raras para Pfizer México destaca que, la talla baja es consecuencia de algunas patologías que pueden afectar el crecimiento y desarrollo del niño.

“El crecimiento de un niño sano y no sano, se mide a través de unas curvas de crecimiento estandarizadas de acuerdo con su edad sexo, grupo étnico y población. Estas tablas de crecimiento son distintas en Noruega y México. Se considera talla baja a un paciente que esté por debajo de dos desviaciones estándar de la media, según las condiciones que mencioné”, explica en entrevista con Once Noticias.

Detalla que, probablemente 80% de nuestra talla esté condicionada por factores genéticos. Por lo tanto, la médico pide ser muy cautos y guiarse por la tabla correspondiente, para detectar estos padecimientos. 

Añade que, existen alteraciones genéticas y cromosómicas de patologías que pueden generar talla baja. Por ejemplo, está el síndrome de Turner o de Prader-Willi (SPW), pero hay muchas situaciones adquiridas que también la condicionan.

Por eso el 80% tiene que ver con la genética de nuestra familia, pero el otro 20% en su mayoría se conforma de condiciones nutricionales, de salud hormonal y, en algunas ocasiones, hasta por golpes craneoencefálicos”.

La galena sostiene que, cuando un niño o niña nace, puede tener una talla menor para la edad gestacional y ese es un diagnóstico de talla baja, sin embargo, puede ser que a los dos años tenga talla normal; pero a los tres o a los cuatro años empiece a disminuir su crecimiento que normalmente estaría esperado para su grupo de edad.

Y ahí debemos tomar acciones porque, aunque el niño haya nacido con peso y talla normal, pero durante el primero o segundo año de vida ganó los centímetros para esa edad, en cualquier otro momento puede detenerse y esto condiciona talla baja que se puede manifestar hasta en los adultos”, reconoce.

¿Hay exámenes de detección al nacer?

Agrega que si el infante nace con alguna alteración cromosómica existe la posibilidad de que al nacer el problema sea muy evidente. Entonces, deben hacerse los estudios correspondientes para detectar la alteración.

Por ejemplo, las niñas con síndrome de Turner, niños y niñas con SPW, que sabemos que van a tener talla baja; pero otro lado, está la talla baja idiopática que no necesariamente la vemos al nacer”, señala.

La especialista señala que los infantes deben someterse a revisiones periódicas con su pediatra, porque en ahí en donde se puede detectar el crecimiento adecuado.

es cuando lo pesan, lo miden, le ponen sus vacunas y el médico se va a dar cuenta si está creciendo de manera adecuada. Cuando se diagnostica con talla baja al niño, es indispensable que lo envié al endocrino pediatra”.

La talla baja tiene que ver con nutrición, con tiroides o páncreas; se debe checar que no haya diabetes o resistencia a la insulina. Añade que, si se localiza una alteración en cada uno de los órganos mencionados se tiene que tratar esa patología.

Sin embargo, hay un pronóstico positivo: entre los tratamientos para combatir la talla baja se encuentra la aplicación de hormonas de crecimiento, mismas que pueden ser administradas a pacientes en casos muy específicos.

“Cuando el tratamiento está bien indicado, los niños alcanzan la talla final esperada. Lo importante es que sea un paciente candidato y que el tratamiento de la causa de la talla baja se esté llevando a cabo, que se esté tomando la dosis adecuada, en el tiempo cocreto. Entre más joven empiece el niño, tenemos mayores posibilidades de éxito”, especifica.

México, con eficiente atención

Pastrana se congratula de que en México sí hay los suficientes médicos para atender esta patología, “aunque siempre nos van a faltar”, subraya. 

Nuestro país cuenta con 250 endocrino pediatras, y con personal que capacita y da entrenamiento de educación médica a pediatras en general.

La especialista precisa que, en México hay aproximadamente 1 millón 300 mil infantes con esta condición, que correspondería al 14.2% de la población de niños y niñas, tal como señala la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2019).

“Este es el último dato que tenemos”, dijo la experta. 

Su recomendación final para padres y madres de familia es que acudan al médico para detectar a tiempo este padecimiento, dado que se considera una de las primeras causas de bullying o acoso escolar. 

“Los niños con talla baja son sujetos a bullying, de hecho, la talla baja es una de las primeras 11 causas de bullying. Nosotros podemos hacer mucho en la salud física y mental de nuestros niños”, concluye.

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