La muerte de Kaori Cantarero, el 22 de junio, movió diversas organizaciones para que puedan lograr su repatriación.
Ayer el Consulado de Honduras negó el servicio de repatriación porque las familias ya se habían hecho cargo del proceso funerario, según afirmó a los medios de comunicación Miriam Ávalos, de la Cancillería.
Kenya Cuevas activista por los derechos trans, quien conoce bien el protocolo porque sus cuentas indican que ha recuperado los cuerpos y los ha entregado sus familias en al menos 40 casos, estuvo durante dos días buscando la manera de regresar el cuerpo de Kaori a la tierra que la vio nacer, pero las autoridades de aquel país se negaron y le pidieron 2.500 dólares para hacer el proceso. Kenya contacto al Comité internacional de la Cruz Roja y fue así como pudieron articular los procesos para el regreso e Kaori.
Después de un largo velorio en medio del mes del Orgullo gay, Gabriel Rubio, funcionario del consulado, se comunicó con la directora de la “Casa de las muñecas Tiresias”. El diplomático dijo que ya se están coordinando con el Comité internacional de la Cruz Roja para que paguen los gastos migratorios.
La funeraria contratada para el traslado internacional se llama Olimpia, pero los problemas burocráticos han retrasado que la familia pueda ver por última vez a su ser querido. Ya que el destino final del cuerpo se registró como inhumación y ahora se tiene que cambiar a repatriación.
Once Noticias se comunicó con Gabriel Rubio, quién únicamente quiso comentar que “ya se está coordinando la repatriación” de Kaori.
Gloria Esperanza Regalado 46 años es la madre de Kaori y de otros ocho hijos.
Explicó que Kaori salió de Honduras porque “unos hombres muy malos me la discriminaban. La amenazaron y le dijeron que tenía que salir del país”.
Llegó a México a los17 años no le avisó a nadie que salía, sino hasta que llegó a Ciudad de México y dijo que no regresaría.
Durante todo el tiempo que estuvo en México sólo se comunicó con su familia dos veces y no fue hasta el 22 de junio que le volvieron a llamar para avisarle de la triste noticia.
“Me llamaron de México a las tres de la mañana porque le había dado un paro, pero me decían que sólo estaba desvanecida. Cuando llegaron los médicos y dijeron que había muerto fue muy triste, la verdad que la pasé muy mal”, mencionó la madre de Kaori, quien siguió todo a través de videollamada.
Esta es la segunda muerte de los hermanos de Kaori, ya que Jose Luis Cantarero murió el 22 de marzo del 2020 a los 16 años. Los siente hermanos esperan que el cuerpo llegué mañana con la ayuda de las organizaciones civiles que han dado acompañando el caso y esperan que pueda descansar junto al hermano que lleva tatuado en el pecho.
“No es posible que una representación del Estado hondureño no pueda repatriar a sus connacionales y tengamos que ser las organizaciones civiles quienes hacemos ese trabajo. Es doloroso saber hasta muertas seguimos siendo discriminadas las mujeres trans”, concluyó Kenya Cuevas.