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La nomofobia: el miedo a quedarse sin celular

El término de nomofobia fue acuñado en 2008, por la Oficina de Correos del Reino Unido, luego de un estudio para conocer si las personas experimentaban ansiedad con el uso del celular.

El celular es una herramienta de comunicación que se ha vuelto esencial para las personas. Con el avance de la tecnología, los celulares ya no sólo permiten realizar llamadas sino que son “inteligentes” y sus funciones nos permiten estar conectados y mantener presencia en el mundo virtual.

Pero, ¿qué pasaría si te quedaras sin contacto con tu smartphone? ¿Cuánto tiempo podrías quedarte sin él? ¿Has experimentado ansiedad al quedarte, al menos un día, sin tu celular?

A la sensación de ansiedad o miedo por quedarse sin celular se le conoce como nomofobia.

Once Noticias conversó con Guillermo Peñaloza, médico psiquiatra egresado del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, sobre la nomofobia, una conducta que deriva de la vida moderna.  

El miedo irracional a quedarse sin celular

El término de nomofobia fue acuñado en 2008, por la Oficina de Correos del Reino Unido quienes encargaron a una empresa de investigación y análisis de datos llamada YouGov que examinara si los usuarios de teléfonos móvil experimentaban algún tipo de ansiedad relacionada con el uso de esa herramienta. 

Los resultados de esa investigación llamaron la atención: más de 13 millones de personas del Reino Unidos reconocían tener miedo a quedarse sin contacto con el celular. El apego al móvil se explicaba, según los usuarios, porque los mantenía en contacto con amistades o la familia.

Además, una de cada dos personas no apagaban nunca el celular;  uno de cada diez experimentaba la necesidad de estar localizable en todo momento y 9 % afirmaba que tener el teléfono apagado le producía ansiedad.

Así que nació la nomofobia (un acrónimo del término en inglés de No Mobile Phobia) y afectaba a 53% de las personas usuarias de celular, de acuerdo a esa investigación. A las situaciones estresantes de la vida moderna se sumaba el de no tener celular. 

Guillermo Peñaloza dijo a Once Noticias que la nomofobia es un síntoma de algo más. El experto señaló que no se puede catalogar como una adicción, sino como una sensación de miedo irracional a quedarse sin el celular.

“La descripción de este fenómeno es un poco compleja, porque no es como tal un diagnóstico, nosotros como médicos psiquiatras tenemos una forma de clasificar las enfermedades a través del DSM -V- y por medio del atlas internacional de enfermedades publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en ninguno de los dos está descrita la nomofobia como enfermedad”, destacó.

¿Cómo identificar la nomofobia?

De acuerdo con Peñaloza, es un fenómeno asociado a alguna otra situación que afecta a adolescentes o adultos. Además, es un patrón de conducta que puede ocasionar problemas para resolver situaciones del día a día, como el trabajo o escuela.

“Lo que se ha observado, es que está conducta errática se encuentra asociada a muchos otros trastornos como el de ansiedad, principalmente, y por supuesto a otra situación social. Quizá los jóvenes o adultos se están refugiando en los celulares para evadir alguna situación que están viviendo en casa o algún tipo de violencia. Entonces esto es lo que debemos de tomar en cuenta”, destacó.

Guillermo Peñaloza indicó que esas conductas impiden a las personas realizar tareas escolares o laborales o afecta en sus relaciones interpersonales. Incluso, dijo, las personas experimentan irritabilidad al dejar el teléfono móvil. “Es una sensación falsa de conexión constante”, relató el psiquiatra a Once Noticias.

Aseguró que entre las afectaciones se pueden expresar en un mal desempeño escolar, no pueden entregar a tiempo las cosas del trabajo o de la escuela, “y eso les provoca más problemas ”, dijo.

El especialista señaló que, si un paciente es referido a consulta por tener un problema con el uso excesivo de un teléfono celular, habrá que revisar que hay más allá de la nomofobia.

“Normalmente puede estar asociado a un trastorno de ansiedad de fondo, a un trastorno obsesivo compulsivo o a un trastorno del espectro autista. Hay una gama de comorbilidades que primero se tienen que observar y lo de la nomofobia hay que verlo como síntoma de algo más”, indicó.

Un acto radical: apagar el celular

A nivel mundial, la nomofobia no está catalogada como una enfermedad o padecimiento, aunque la ansiedad sí está dentro del espectro de salud mental, por lo que no hay cifras precisas para medir su impacto.

Unos años después del primer estudio que hizo YouGov, en 2019, hizo otro cuestionario en el que encontró resultados muy parecidos al primero: jóvenes de 18 a 34 años, principalmente, fue la principal población que experimentaba nomofobia, aunque antes no hubieran escuchado el término.

El estudio halló que nueve de cada diez británicos (88 %) que poseían un smartphone se sentían ansiosos,
nerviosos o preocupados si se separaban de su dispositivo, aunque fuese sólo por un día,

“Realmente no se tiene una cifra específica y como no existen criterios que sean fácilmente homologados que se puedan repetir. Las cifras que se pueden llegar a encontrar en algunos artículos científicos están sesgadas”, dijo el especialista.

Algunos psicólogos británicos, que participaron en los estudios que realizó YouGov, recomendaron a las personas apagar el celular de vez en cuando, un acto radical para combatir a la nomofobia.

Finalmente, Guillermo Peñaloza recomendó a las personas asistir con algún profesional de la salud mental, para evaluar estos patrones de conducta y evitar afectaciones en las actividades cotidianas.

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