Hace unas semanas se presentó el Programa Mujeres Ingenieras Líderes en su Campo de Acción (MILCA), impulsado por la Academia de Ingeniería México, con la finalidad de reducir las brechas de género y las desigualdades que viven las mujeres ingenieras en el país.
Este programa surgió de la preocupación del panorama que enfrentan las mujeres en las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas. Ese escenario se constituye de que persiste la creencia de que es una profesión que eligen y ejercen, mayoritariamente, los hombres, y es menor el número de mujeres que se dedican a ellas.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), de los más de 924 mil estudiantes que se inscribieron en las carreras de ingeniería en las universidades del país, durante el ciclo escolar 2020-2021, apenas 291 mil son mujeres.
Además, persisten las diferencias salariales y falta de oportunidades de desarrollo.
Once Noticias conversó con Jetzabeth Ramírez Sabag, académica y líder de este programa que aparece como una oportunidad para que mujeres jóvenes continúen sus estudios en el campo de la ciencia e ingeniería e insertarse en el campo de acción.
De la experiencia resiliente a un programa para mujeres ingenieras jóvenes
A Jetzabeth Ramírez Sabag le ha tocado abrir brecha en la ingeniería petrolera mexicana. Su experiencia propia es uno de las detonantes que conllevaron a la creación de MILCA, aunque su historia no es aislada sino que la comparte con otras mujeres ingenieras de su generación y más recientes.
Ramírez ostenta tras de sí una larga experiencia en el sector petrolero, también reconocimiento porque fue la primera mujer que obtuvo una maestría en ingeniería petrolera del país.
Además, lleva consigo un doctorado que ha quedado en la memoria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que su examen doctoral en ingeniería petrolera fue el primero que se ostentó en el país, por entonces, en los noventa, sólo había siete doctores en ese gremio en el país y todos eran hombres graduados en el extranjero.
La ingeniera recuerda durante la conversación que cuando a ella le tocó estudiar, en 1976, era una situación complicada en la Facultad de Ingeniería:
“sólo éramos 50 mujeres repartidas en todos los salones, una por salón prácticamente. Había mil 350 hombres. Era apabullante y todos los que daban clases eran hombres. Ya se imaginará lo que tuvimos que superar. Salir de ahí nos hizo resilientes en nuestra propia formación, porque aprendimos conceptos y generamos habilidades para superar esas adversidades”, señaló en entrevista con el medio.
La ingeniera comenta que los tiempos han cambiado, pero persiste un expreso machismo. Recordó que hay una porra que todavía suelen decir los hombres en la Facultad: “¡vino, mujeres y orgía! ¡Vino, mujeres y orgía! ¡Arriba la facultad de Ingeniería!”. Además recordó que a los hombres estudiantes, en su época, “les molestaba que estuviera una mujer porque se privaban de sus “mejores” chistes”, recordó.
“Era un medio totalmente hostil para nosotras”, dijo a Once Noticias.
Esas situaciones eran repetitivas, por lo que fue una de las preocupaciones de las ingenieras que pertenecen a la Academia de Ingeniería de México, en la que por cierto de los mil 200 académicos que la conforman sólo 4% son mujeres.
Al respecto Ramírez Sabag señaló que por eso surgió MILCA, “queremos contribuir a ayudar y apoyar a las mujeres jóvenes, queremos que alguien esté ahí para sostenerlas y echarles porras”, expresó.
¿Cuáles son los ejes de MILCA?
MILCA fue una propuesta de las ingenieras que presentaron el año pasado ante el Consejo Directivo de la Academia, quien entonces era dirigida por Luis Agustín Alvarez Icaza. Fue aprobado y Ramírez Sabag fue nombrada líder del programa.
En junio pasado, Mónica Barrera Rivera fue elegida para presidir la Academia, para el periodo 2022-2024. Por primera vez en la historia, una mujer es elegida, por lo que su llegada es coyuntural para este programa porque forma parte de las acciones que se impulsan con el objetivo de incentivar prácticas de equidad de género.
Jetzabeth Ramírez señala que MILCA tiene algunos ejes de acción en los que están trabajando:
- La creación de un programa de estancias para mujeres líderes en ingeniería que será llevado por las académicas, para realizar un proyecto y en donde las estudiantes puedan realizar estancias de dos meses.
- Generar la Red MILCA.
- Realizar alianzas con instituciones educativas, empresas y estudiantes, para trabajar con un enlace productivo.
- Realizar memorias de las mujeres ingenieras y hacerles un reconocimiento explícito.
- Desarrollar indicadores clave de impacto económico para demostrar que las mujeres contribuyen al PIB.
- Fomentar el uso de lenguaje neutro al interior de la Academia.
¿De qué forma las estudiantes de ingeniería pueden acercarse al programa MILCA?
La ingeniera señaló a Once Noticias que aún están realizando modificaciones y que el programa no se ha subido a la página de la Academia, sin embargo, dijo que unirán a todas las universidades del país y a los medios, para difundirlo.
Una de las estrategias es promocionar la ingeniera con mujeres, “en la promoción de la carrera, a nivel bachilleratos y preparatorias, que asistan las mujeres, necesitan una modelo, porque se piensa que las ingenierías son carreras masculinizadas, que no hay trabajo”, dijo.
Además, darán un conversatorio para difundir MILCA y contactar a las jóvenes, por lo que las interesadas deben estar atentas a la página de la Academia.
“La ingeniería es parte del desarrollo nacional, sino hay mujeres que nos representen en la toma de decisiones y en la resolución de problemas, son soluciones incompletas”, criticó.
Invitó a las jóvenes que quieran estudiar físico-matemáticas o ingenierías a que no se detengan: “¡Ustedes pueden! ¡Las necesitamos! ¡Necesitamos representación!”, concluyó animada.