El pasado 5 de julio, Simón Pedro Pérez López fue asesinado por un disparo de arma de fuego cuando se dirigía al mercado con su hijo, en la cabecera municipal de Simojovel, en Chiapas. El perpetrador disparó a fuego directo desde una motocicleta.
Simón Pedro era defensor de derechos humanos, vivía en la comunidad de Israelita, de Simojovel, era catequista perteneciente a la Parroquia de Santa Catarina del municipio de Pantelhó e integrante de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, de la cual fue presidente de la Mesa Directiva el año pasado.
El activista había denunciado la situación de tensión y violencia que prevalece en los municipios de los Altos de Chiapas, debido a la fuerza que ha adquirido el crimen organizado, principalmente, en Pantelhó y zonas aledañas.
Su asesinato aumentó la tensión en aquella zona. Tan sólo unos días después se desató una ola de violencia que incluye ataques armados, en Pantelhó y Nueva Israelita; ingresó la Guardia Nacional y la militarización; y pobladores conformaron Autodefensas que buscan combatir al crimen organizado.
Todo esto ha dejado un saldo de cientos de personas desplazadas, mayoritariamente tzotziles, que se han visto forzadas a buscar refugio temporal, para salvaguardar sus vidas en municipios aledaños, como Acteal.
La Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal exige justicia para Simón Pedro, seguridad para su familia y un cese a la violencia que prevalece en diversos municipios como Simojovel, Chenalhó, Chalchihuitán, Aldama, Venustiano Carranza, Chilón y particularmente Pantelhó.
Guadalupe Vázquez Luna, “Lupita” como es llamada de cariño, es portavoz de la Organización Las Abejas de Acteal y sobreviviente de la Masacre de Acteal, ocurrida el 22 de diciembre de 1997.
Antes de iniciar una conversación con Once Noticias, encarga a su pequeño bebé. Sus ojos rasgados y su delgada, aunque convencida voz, se alista para ser grabada.
Lupita afirmó que el asesinato de Simón Pérez se enmarca en el contexto de violencia que asola a la entidad y los municipios de los Altos.
“Simón Pedro denunciaba las injusticias que se viven en las comunidades indígenas, en la organización, para exigir que haya justicia por la Masacre de Acteal que no entren los megaproyectos en las comunidades, es muy dañino. Desde el principio ha sido así”.
Además, enfatizó que las Abejas de Acteal son una organización pacífica.
Lo hemos hecho público desde hace muchísimos años. El mundo lo sabe que las Abejas de Actael es una organización pacífica, no violenta y entonces no tenemos enemigos más que a los que piensan que de alguna manera somos sus enemigos, cuando pedimos cese a la violencia, cuando pedimos justicia, cuando no estamos en acuerdo con lo que está pasando”, comentó Guadalupe Vázquez.
Recuerdos de Acteal, aún presente y sin justicia
El contexto de violencia que viven en la actualidad les rememora lo que padecieron ese lejano, aunque presente, 22 de diciembre de 1997, en Acteal.
Ella tenía 10 años, era una niña, pero fue “suficiente para no olvidar el miedo y el sonido de las balas”, relató.
Aquél día, recordó Lupita, 45 personas indígenas tzotziles, estaban en ayuno y oración cuando un grupo de paramilitares irrumpieron y dispararon en contra de las personas. El saldo de aquella masacre incluyó a 15 niños y niñas, 21 mujeres (4 de ellas embarazadas) y 9 hombres.
Aquella matanza se dio en el contexto de una política de rechazo hacia el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), impulsada por el Gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo (PRI).
Esta masacre, le arrebató a Lupita a sus padres, sus hermanas, tíos, tías y abuela.
Sobrevivieron 5 hermanos, aunque uno de ellos falleció a consecuencia de la violencia actual”, señaló.
Abejas caminando en busca de justicia
Ya son casi 24 años que hemos caminado, que hemos luchado, para exigir justicia. Que se castigue a los responsables [por Acteal], así como en este momento estamos exigiendo que se castigue el responsable del asesinato de Simón Pedro”, expresó Lupita.
Señaló que no ha sido fácil, “no lo hemos superado, hemos aprendido a vivir. Volver a sentir balas cerca de nosotros ha sido más difícil aun porque hemos visto cómo asesinan a nuestros familiares, cómo matan a las personas sin piedad”.
La activista señaló que la violencia lleva muchos años y en ese proceso han muerto muchas personas. Hizo un llamado al actual Gobierno Federal para que exista una verdadera transformación.
La violencia, compartió, ha provocado desplazamientos de las comunidades vecinas en Acteal, por lo que Lupita como vocera de las Abejas, dejó un mensaje para el Gobierno en todo los niveles.
“Queremos garantía de seguridad. No queremos militarización en las comunidades porque eso no es garantizar la seguridad de las comunidades indígenas, ni garantizar la seguridad de los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, ni mucho menos garantiza la seguridad de la familia de Simón Pedro. Queremos justicia. Que se castigue el asesino. Eso garantiza la seguridad de las comunidades: que castiguen a los responsables”, enfatizó Lupita.