Los prejuicios han encontrado nuevas formas y medios de expresión. Las redes sociales y los medios de comunicación juegan un papel fundamental para expandir conductas que derivan en xenofobia y discriminación hacia las personas migrantes, por lo que urge la sensibilización de la población, así lo aseguró Jesús Flores Castillo, antropólogo y especialista en Estudios de Población, a Once Noticias.
En las últimas semanas se han suscitado diversas caravanas de personas solicitantes de refugio -de origen haitiano, venezolano, guatemalteco, hondureño, salvadoreño, nicaragüense y cubano-, que buscan salir de Tapachula, Chiapas, debido a que no han obtenido una respuesta por parte de las autoridades migratorias para regularizar su situación, por lo que se han visto en la necesidad de desplazarse para llegar a otras ciudades o a Estados Unidos.
Conforme avanzaron en la entidad fueron perseguidos y hostigados por las autoridades migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM), en conjunto con la Guardia Nacional (GN), quienes han realizado detenciones para contener y detener a las caravanas.
Hasta este fin de semana la Guardia Nacional y agentes del INM detuvieron con lujo de violencia a la población que salió en una cuarta caravana, mientras pernoctaban en Huixtla, Chiapas.
En redes sociales circulan videos que muestran a elementos tanto del INM como a la GN golpeando brutalmente a las personas, pese a que en la caravana viajan familias con niños, niñas y mujeres. En una grabación aparecen dos agentes de Migración golpeando a una persona durante el operativo, fueron retirados de sus funciones.
No obstante, circulan otros videos y comentarios xenófobos a raíz de la presencia y aumento de personas de diversas nacionalidades en las ciudades fronterizas.
Si bien no es un fenómeno nuevo, se han hecho más visibles los prejuicios hacia las personas migrantes debido al papel de las redes sociales, indicó Jesús Miguel Flores, antropólogo (UAEMex) y especialista en estudios de Población (El Colef).
“El prejuicio está asociado a la conducta humana y en la actualidad nuestras conductas no son ajenas a lo que sucede en redes sociales”, aseguró el especialista a Once Noticias.
El prejuicio es una actitud que se genera a partir de diferentes circunstancias: de la experiencia empírica, de programas de televisión, de los discursos del Estado. Hace tiempo los prejuicios se sostenían por medio de discursos seudo científicos, por ejemplo, la segregación racial se justificaba por el racismo científico.
En la actualidad, el prejuicio aparece de formas más encubiertas. Hay tres formas en las que se manifiesta el prejuicio contemporáneo, según los expresan algunos especialistas: defensa de los valores tradicionales, diferencias culturales y la negación de emociones positivas (falta de empatía), en coincidencia con lo expresado por Jesús Miguel Flores.
El prejuicio contemporáneo o sutil, no es abierto. Se manifiesta en expresiones socialmente aceptadas, un ejemplo son los discursos que asumen que las personas migrantes de origen centroamericano llegarán a ‘robar’ al país, por lo que se oponen a esta migración”, externó.
El antropólogo recordó el caso mediático de una mujer de origen centroamericano que rechazó, en la caravana de 2018, comer frijoles, ya que era comida para los cerdos. Esas diferencias culturales se utilizaban y circulaban de forma reiterada para justificar los prejuicios hacia las personas en condición de migración.
Estos prejuicios también se fortalecieron desde los ochenta, cuando se detectó un aumento del número de personas de origen centroamericano huyendo de las guerrillas en sus países y que se refugiaban en México o buscaban llegar a Estados Unidos.
Las redes (sociales) tiene mayor alcance, no sólo es la expresión con el círculo cercano, la globalización permite que el prejuicio se extienda y llegué a lugares inimaginados. Además las personas están expuestas y asumen que así son las cosas, tal como se ven en las redes, sin considerar las fuentes o tomar posturas críticas, lo cual es preocupante”, señaló Jesús Flores.
El antropólogo aseguró que el Estado juega un papel fundamental en los prejuicios, porque buscan incentivar las migraciones desde un enfoque de clase.
“Sólo se permite la migración bajo el visto bueno de que las personas que enriquezcan las arcas del país son bienvenidas, lo demás no está bien visto. Está influenciado por el poder económico. Los prejuicios parecen cíclicos: las personas mexicanas son discriminadas en Estados Unidos y aquí se discriminan a las personas centroamericanas. También sucede con otros países aunque se expresan de forma más o menos encubierta”, subrayó.
Señaló que en los medios se habla de invasión y que la presencia de personas migrantes no es representativa en términos numéricos, “hay un aproximado de 0.8% población extranjera en un país de 120 millones”.
Prejuicios en trabajadores del Estado
Jesús dijo que una cuestión preocupante son los prejuicios que expresan y manifiestan los trabajadores del Estado.
Si piensan que esas personas no respetan, si piensan que son invasores y no muestran empatía por su situación, pueden tener un comportamiento hostil, ya hablamos de discriminación. Lo vimos en los videos de los agentes del INM que golpearon, en Chiapas, a las caravanas. Hay que tener en cuenta que también están atravesados por experiencias personales, pero necesitamos tener programas de sensibilización porque los trabajadores del Estado son los que tienen contacto directo. Además tenemos un discurso migratorio punitivo”, declaró.
El antropólogo expresó que el Estado tiene la responsabilidad de capacitar a sus trabajadores y trabajadoras que tratan directamente con la población migrante en los diversos sectores como salud o de trámites.
Indicó que existe la urgencia de atender a las personas en tránsito y el Estado debe empatar su política migratoria con los derechos humanos; “se deben buscar estrategias para sensibilizar a la población, para evitar los prejuicios que deriven en xenofobia y discriminación a estas poblaciones, porque se complejizan los fenómenos y abonan a generar círculos de violencia y rechazo”.