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“Lupita. Que retiemble la tierra”, documental sobre una sobreviviente de Acteal

Guadalupe Vázquez Luna es una mujer tzotzil y sobreviviente de la Masacre de Acteal, Chiapas, de 1997; ella tenía 10 años, ahí perecieron sus hermanas, tíos, tías y su abuela.

El 22 de diciembre de 1997, en el municipio de Acteal, ubicado en la región de los Altos de Chiapas, un grupo de aproximadamente 60 paramilitares vestidos de negro dispararon, con armas reservadas para uso exclusivo del Ejército, en contra de 45 personas indígenas tzotziles, integrantes de la organización “Las abejas”, que se encontraban en ayuno y oración en la iglesia.

El saldo de aquella masacre incluyó a niños, niñas, mujeres (entre ellas embarazadas) y hombres.

La cineasta Mónica Wise Robles estrenó este año, “Lupita. Que retiemble la tierra”, documental que es un retrato de la cotidianidad de una luchadora indígena tzotzil y una de las portavoces de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

La filmación duró tres años y este 2021 se lanzó en línea, pese al contexto de pandemia. La directora Mónica Wise afirmó a Once Noticias que la idea de hacer un documental sobre la vocera surgió porque la escuchó hablar en un encuentro de Marichuy y quedó impresionada por Lupita, “porque es una gran oradora y vocera”.

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Recordó que para convencer a Lupita de hacer un documental sobre ella tuvo que intervenir su mejor amigo, actualmente su esposo, “él fue quien la convenció para hacer el documental”, comenta Wise.

El documental fue dirigido, en principio, para el público internacional, a través de los documentales del diario británico The Guardian, sin embargo, el público nacional ha mostrado interés, por lo que se ha presentado en diversos festivales en Guadalajara, Ambulante y en Chiapas, “en un foro en Kinoki”, en este último estuvo Lupita.

Estábamos muy nerviosos. A ella la vi muy impactada por las imágenes y recordar el sonido de las balas. Al principio Lupita dijo que ‘esto no me representa’ y nosotros sentimos preocupación, pero luego dijo ‘porque esta es la historia de los sobrevivientes, esto es necesario para la justicia’. Fue muy interesante. Una gran experiencia”, relató la cineasta.

 

Acteal, sin justicia

El caso Acteal es una herida que continúa abierta y los autores intelectuales del crimen aún sin castigo. Dicha matanza se dio en el contexto de una política hostil y de rechazo hacia el Ejército Zapatista de Liberación  Nacional (EZLN), impulsada por el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León (PRI).

Según el informe que presentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), respecto a las víctimas, “12 murieron por golpes o heridas punzocortantes. Los que murieron por disparos de herida de bala los recibieron por la espalda. Eran proyectiles expansivos”.

Según la CNDH el conflicto comenzó el 24 de mayo de 1997, cuando en el municipio de Chenalhó se detectaron casos de homicidios, desapariciones, daños y robos a casas. Por esta situación miles de personas salieron desplazadas por temor a la violencia y agresiones.

Sin embargo, según detalla el documento e información de medios de comunicación, la situación continúo bajo un contexto de: “guerra no declarada, aunque organizada por el Consejo de Seguridad Pública Estatal, controlado por Mario Renán Castillo, en el que participaban dependencias federales y estatales. Bajo una lógica militar ahí se decidían programas e inversiones en las zonas indígenas. La matanza fue consecuencia de la política oficial seguida para castigar y desarticular a los indígenas de San Pedro Chenalhó”, afirma tal documento.

Cabe señalar que el municipio se había adherido al camino de la resistencia zapatista.

En noviembre, la CNDH visitó la zona y fue advertida de la tensión que prevalecía en la zona. Un mes después fue perpetrada la Masacre.

El 18 febrero de 2005, el CDH Fray Bartolomé de las Casas y la Organización Civil Las Abejas presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una petición contra el Estado mexicano por el asesinato de 45 personas tzotziles.

La petición a la CIDH se basó en la responsabilidad del Estado en dos sentidos: por acción y omisión. En la primera por la organización, formación y apoyo a grupos paramilitares, y en la segunda, por no haber impedido la masacre cometida por estos grupos paramilitares priistas.

Fue hasta 2010, que la CIDH dio cabida a la demanda. Por esta matanza, en septiembre de 2011, 11 personas víctimas (escindidas de ‘Las Abejas’) interpusieron una demanda, en una corte de Estados Unidos, contra el expresidente Ernesto Zedillo señalado como responsable de mando “por ordenar, participar y conspirar en asociación delictuosa para ejecutar la matanza de Acteal y por su posterior encubrimiento”.

En 2014, esa misma Corte lo eximió de responsabilidad legal por los hechos ocurridos.

Las acusaciones contra Ernesto Zedillo, por este crimen, no son nuevas. Desde 1997, los zapatistas señalaron la responsabilidad del mandatario en la masacre. No obstante, han existido divergencias en cuanto a las demandas emprendidas, ya que las Abejas se desmarcan de cualquier arreglo económico, emprendido por las demandas en Estados Unidos, ya que no buscan la compensación sino la justicia.

El año pasado, el Gobierno Federal ofreció una disculpa pública a las víctimas y a sus familiares a través de un acto de reconocimiento de responsabilidad. En dicho acto, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, calificó el crimen como doloso e indolente y expresó el reconocimiento de responsabilidad del Estado mexicano por estas violaciones a los derechos humanos.

Las víctimas y familiares aceptaron las disculpas del Estado, aunque exigieron que se juzgue al expresidente Ernesto Zedillo, señalado como autor intelectual, “porque hacer justicia desde el más alto nivel de gobierno (es necesario para) la no repetición de los hechos,” dijo Fernando Luna, una de las víctimas.

El pasado 25 de mayo del presente año la Organización de Las Abejas emitió, a través del CDH FrayBa, una carta dirigida a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la sociedad civil nacional e internacional.

En esta demandan justicia verdadera por lo que piden que la CIDH enliste el caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y otros (Masacre de Acteal) para que dicte ya el informe de fondo.

Además, enlistan a los autores materiales e intelectuales del crimen, entre ellos, Emilio Chuayffet Chemor, exsecretario de Gobernación; el general Enrique Cervantes Aguirre, exsecretario de Defensa Nacional; Julio César Ruiz exgobernador de Chiapas; así como David Gómez Hernández, ex Procurador de Justicia Indígena de Los Altos de Chiapas, entre otros.

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