Fátima fue víctima de feminicidio a los 12 años edad. El 5 de febrero del año 2015 cuando salió de la escuela a las dos de la tarde, tres sujetos la interceptaron, la violaron, torturaron y le quitaron la vida de una forma brutal.
Seis años y ocho meses después del crimen, el tercer feminicida fue sentenciado a prisión vitalicia.
“Hoy marcaron un precedente contra la impunidad de los feminicidios ejercidos contra las niñas. Fue una oportunidad para que las autoridades demostrarán que las víctimas y sus familias de este crimen atroz pueden acceder a la justicia y a la reparación”, externó Ximena Hugarte, representante legal del caso.
“Ella era una niña con sueños propios, con inteligencia y fuerza. Desgraciadamente su familia tuvo que encontrar el cuerpo de la niña en una zanja de la carretera de Naucalpan-Toluca. Su familia nunca imaginó que esta tragedia era el inicio de un camino tortuoso y violento. No bastando el dolor que les ocasionó el feminicidio de Fátima, los familiares han sido víctimas de una violencia institucional que les ha llevado a sufrir ataque físicos y verbales, que llevó a la muerte a su hijo menor Daniel“, mencionó.
Las organizaciones aportaron pruebas científicas para descartar la coartada de la defensa, pues el acusado señalaba que el día y la hora del crimen él se encontraba en otro lugar y presentó videos de ese dicho.
Sin embargo, el equipo jurídico apoyado de peritos independientes demostraron que “sus pruebas se tratan de grabaciones manipuladas, de las que no existen un original que demuestre su fiabilidad”, según los abogados de la víctima.
En las sala del juicio se respiraba la esperanza en el Poder Judicial. Sus exigencias para el acceso a la verdad, a la justicia, a la reparación y no repetición del daño, tuvieron un avance con la sentencia. A su vez señalaron que falta dignificar el proyecto de vida de las personas que han sufrido la pérdida de sus niñas y de mujeres. Calificaron de histórica la condena que el Estado de México emitió contra el feminicida José Juan Hernández Tecruceño, pues consideran que sentó un precedente para quienes cometan estas atrocidades.
Lorena Gutiérrez, madre de la pequeña Fátima, agradeció al Observatorio Nacional del Feminicidio por el apoyo jurídico y el acompañamiento del caso en estos seis años y ocho meses.
“Hemos caminado y tocado puertas para tener acceso a la verdad y justicia, pero lo único que logramos fue que muriera mi hijo Daniel por la violencia y omisión de todo el Estado tras el feminicidio de mi hija”.
“Lo que tenemos claro es que queremos el perfecto acceso a verdad y justicia, nunca hemos pedido nada más, pero tampoco nada menos. Fátima era una niña dedicada al estudio que lo único que quería en ese momento, del 5 de febrero de 2015, era regresar a casa. Mi hija luchó ese día, ella sabía que sólo luchando podría volver a casa y por eso luchó y luchó hasta su último aliento. Pero desde entonces la familia hemos luchado contra un sistema indolente que nos ha negado el todo y nos dejó desplazados y con la muerte de más familiares”, explicó la madre de Fátima.
Mis hijos merecen justicia porque el derecho a la vida es invaluable, nadie puede decidir la vida de un niño. Y menos de la manera como lo hicieron con mi hija. Yo quisiera borrar de momento el sufrimiento que vivió Fátima, pero hoy entiendo que mis dos pequeños tuvieron pagar para que ninguna niña vuelva a ser víctima de esos sujetos y que nadie más tenga que sufrir lo que nosotros pasamos para acceder a la justicia”.
En México se han registrado 672 feminicidios, de enero a agosto. El octavo mes de 2021 ha sido el más violento desde 2018, pues tan solo en ese mes fueron víctimas de feminicidio 107 mujeres, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.