“No hay cuarentena pa’ la otra pandemia,
la normalizada, la que siempre se silencia.
Donde el enemigo tiene cara, licencia.
No al toque de queda, sí al Estado de emergencia”.
Este es un fragmento de “Nosotras tenemos otros datos”, un rap de Masta Quba que habla sobre la otra pandemia que asola al país: la persistente violencia hacia las mujeres.
Durante la pandemia, declarada desde marzo de 2020, la violencia hacia las mujeres no ha disminuido. Hasta ahora, 22 entidades tienen alerta de género. Tan solo en este 2021 se emitieron declaratorias de alerta en Baja California, Chihuahua, Tlaxcala y Sonora.
Masta Quba se muestra ‘tal cual es’, liviana y sencilla. Entre sus pequeños mininos, que la acompañan fielmente en su vida y en sus luchas, sonríe. Pese a los nervios, decide charlar como si fuese el reencuentro de una amistad separada por la distancia, pero unida por el tiempo.
Con atino y casi sin advertir, confiesa a Once Noticias que empezó en el rap a los 16 años, aunque ya escuchaba el género.
Soy noventera, entonces crecí con esa influencia. Siempre me llamó mucho la atención el juego de la palabra, jugar con la gramática, la rima, la lengua. El juego de la rima me gusta mucho: fonéticamente es muy chido. Llevo 16 años en este género”, expresó.
Una de las cosas que más le llamaron del rap y el hip-hop fue ligar una postura política o hablar del contexto.
“Ahora entiendo el impacto que puede tener tu propia historia, la historia de una”.
Masta Quba es originaria de Querétaro. Cuando empezó a rapear iba a eventos de free style, dominado por la presencia de hombres; muy poca era la participación de mujeres. Así llegó el rap. Con el tiempo se fue politizando. Al respecto dijo que su arte tomó la misma forma que ella, porque son una. “El arte se convierte en lo que uno es”, dijo orgullosa.
Y es que eso se expresa en cada canción que escribe. “Nosotras tenemos otros datos” la escribió en mayo de 2020.
La escribí en mi cuarto, en la noche, llorando. Fue cuando el presidente dijo que los feminicidios estaban en decremento y que la violencia hacia las mujeres no existía. A partir de ahí vi el tema de los feminicidios. En 2016 pertenecí a una colectiva en Juárez y desde ahí, traía atravesado el tema. En 2018 asesinaron a una compa mía, en Guanajuato. Eso me sitúo en otro lado”, relató.
Eso detonó su interés por investigar a profundidad. En esa búsqueda encontró que “los feminicidios no suceden sólo a las mujeres con ciertas características sino por ser mujeres. Cualquier mujer puede ser víctima potencial”, comentó.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a julio de este año, se han registrado 564 delitos de feminicidio, en comparación con el año pasado que registró 939 feminicidios. Las entidades que tienen las cifras más altas a nivel estatal son: Estado de México, Jalisco, Veracruz, Ciudad de México y Chiapas.
Sin embargo, organizaciones tienen otros datos, así lo marca el video de Masta Quba: “en los primeros seis meses de 2020 fueron asesinadas mil 844 mujeres. Durante el confinamiento las llamadas de auxilio al 911 se dispararon de manera significativa hasta alcanzar más de 100 llamadas cada hora. 78 mil 886 presuntas víctimas de violencia sexual y 210 presuntas víctimas de trata”.
La rapera relató que se sorprendió de los datos que descubrió, “fueron días de análisis y de entender la situación muy encarnada”.
Masta Quba, dijo, asumió su responsabilidad como artista. Publicó su canción en redes sociales, lo que para ella fue “nombrar la enfermedad. Siento que tengo el privilegio de ser escuchada y tengo la responsabilidad de transmitir el mensaje”.
La colectiva ‘Nosotras tenemos otros datos’ la contactó, y a partir de ahí su pieza musical se ‘viralizó’.
Ahí me di cuenta de la importancia que tenía lo que escribí, porque nombraba. Cualquier trinchera es válida para nombrar lo que debe ser nombrado. Por eso nombro a la violencia invisibilizada como la otra pandemia, porque los feminicidios han sido naturalizados, a tal grado que hasta se exotizan. Para mí fue importante nombrar el abuso y era importante sanar eso, nombrar a mi compa Cleo, víctima de feminicidio”, afirmó.
Para la rapera este proyecto es fruto del trabajo colectivo.
“Michelle Villa es la directora del video. Empezamos a cocinar la idea y de pronto éramos un equipo de casi 50 mujeres. Trabajamos de forma voluntaria para hacerlo funcionar. Entre todas armamos el guion. Nos contactaron con familias que fueron víctimas, que son las que salen en el video”, explicó.
El video fue grabado en el barrio de Santa Cecilia un lugar en la periferia de Guadalajara con altos índices de feminicidios.
“Invitamos a las mujeres que quisieran salir en el video. Se estrenó el 30 de julio. Lo presentamos en un proyector, hicimos conversatorios y unos conciertos con unas compas. A partir de ahí se empezó a mover. Ha recibido muchas cosas chidas y mucho amor por este proyecto”.
Mujeres en el rap
La rapera compartió que el género siempre ha sido muy masculinizado, así como el público.
Ahora en el público hay mujeres, aunque no necesariamente son mujeres que escuchan rap, pero nos escuchan porque nombramos cosas que hacen que se sientan identificadas. Hay muchas raperas a la par mía, con contenidos que nos hace sentir identificadas y representadas”, externó Masta Quba.
En la escena del rap cada vez hay más presencia de las mujeres, por lo que consideró que es fundamental tener mujeres referentes en la cultura.
“Dejamos de esperar a que nos hagan casos los vatos en cuestión de que nos inviten a los eventos. Empezamos nosotras mismas a gestionarlos. Estas redes que hemos construido no necesitamos que ningún vato nos valide o nos apoye, son redes por y para las mujeres”.
Masta Quba señaló que desde el rap ella busca nombrar, entre otras cosas, a los feminicidios.
El problema es grandísimo. Los feminicidios no son nombrados sino olvidados. Vimos el caso de unos niños que quedaron huérfanos porque su mamá fue víctima de feminicidio y quedaron al cuidado de sus abuelos, que son personas mayores”.
Por dicha preocupación mencionó que 75% de las ganancias de su música, a través de las plataformas, de destinarán a las familias de mujeres víctimas por estos delitos.
En la actualidad tiene un proceso creativo libre. Además, Masta Quba es artesana y para autogestionar su proyecto, vende productos en sus redes sociales, como playeras y paliacates.
La pandemia me abrió muchas oportunidades. Doy talleres de rap feminista que se hacen desde la virtualidad. Tengo esa entrada y me ha permitido enfocarme en la música (…) Faltan muchas cosas por nombrar y que están guardadas en el baúl. Estoy lista para compartirlas”, aseguró la rapera.