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Mujeres afromexicanas proponen agenda política para combatir desigualdades y racismo

Mujeres afromexicanas de Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Veracruz, Monterrey, Chiapas, Morelos, Aguascalientes, Yucatán y Baja California propusieron una agenda política para combatir desigualdes y racismo hacia la población afrodescendiente en nuestro país.

En el Encuentro Nacional de Mujeres Afromexicanas, que se llevó a cabo en Ciudad de México, la agenda que proponen es antirracista y feminista. Buscan que sea presentada a nivel nacional y demandan que el Estado implemente y materialice sus derechos con la participación efectiva de personas afromexicanas, en especial de mujeres.

Así mismo, presentaron un diagnóstico para conocer la situación con respecto al acceso a la educación, trabajo, servicios básicos y seguridad alimentaria en las comunidades afrodescendientes.

Los hallazgos apuntan a que el racismo estructural, institucional y sistémico ha sosegado a familias y comunidades con población afromexicana, quienes se ven afectadas en sus derechos básicos; además, es mayor cuando se trata de mujeres negras.

Reconocer la existencia de la población afromexicana

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2020, en México habitan 126 millones 14 mil 24 personas, de las cuales, 2.04% se reconocen afromexicanas, negras o afrodescendientes; lo que equivale a 2 millones 576 mil 213 personas. De ellas, 50.4% son mujeres.

El informe realizado por MUAFRO y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), que desagrega datos de ese Censo expone que, en la población afrodescendiente, principalmente en los municipios con más del 70% de esta población, se manifiestan mayores desigualdades con respecto a la población en general.

Hay que recordar que hasta el año 2020, poco más del 50% de la población afromexicana se concentraba en seis entidades: Guerrero (303 mil 923), Estado de México (296 mil 264), Veracruz de Ignacio de la Llave (215 mil 435), Oaxaca (194 mil 474), Ciudad de México (186 mil 914) y Jalisco (139 mil 676).

Algunos de los indicadores analizados en este informe fueron los de analfabetismo y escolaridad en los que se detectó que es mayor en mujeres afrodescendientes.

La media nacional de analfabetismo afrodescendiente es de 5.3%. En municipios con 40% a 70% de población afro, el analfabetismo es mayor en mujeres (15%) y menor en hombres (12.3%). En municipios con más de 70% de población afrodescendientes son las mujeres (19.6%) que encabezan las cifras de analfabetismo con respecto a hombres (16.6%).

La escolaridad no tiene un panorama distinto: la media nacional afrodescendiente es de 9.8 años, eso quiere decir que una persona que se reconoce como afro o negra sólo alcanza a estudiar el preescolar (2 años), la primaria (6 años) y los estudios secundarios quedan truncos.

En municipios con 40% y 70% de población afrodescendientes las mujeres tienen una escolaridad promedio de 7.6 años y hombres 7.7 años. En municipios con más del 70% de población afro, las mujeres alcanzan una escolaridad de 6.7 años y hombres de 6.9 años.

Además, las mujeres afromexicanas son una población con bajos índices de actividad económica con respecto a los hombres: la media nacional afro es de 65.7%. En municipios con más del 70% de población afrodescendiente, los hombres son una población económicamente activa en 67.3% y las mujeres 25.4%.

Otro hallazgo fue la falta de fuentes laborales que permiten que mujeres tengan acceso a trabajo remunerado: apenas 25.4% de las mujeres en municipios con más del 70% de población afro participan en alguna actividad económica, 40% por debajo de la media nacional afrodescendiente que es del 65.7%.

Otros datos que preocuparon es que prevalece la inseguridad alimentaria en hogares afrodescendientes: en municipios con más de 70% de población afrodescendiente, la seguridad alimentaria fue de 30.5% y 18% en municipios con 40 a 70% de esta población. La media nacional es de 9.2%.

Asimismo, con respecto al acceso de agua entubada la media nacional es de 77.6%, pero en población afrodescendientes (municipios con más de 70% de esta población) fue de 13.2% y 24.1% en municipios con 40 a 70% de población afro.

Hacia una agenda antirracista y feminista en México

Beatriz Ruiz Guzmán, representante de la Colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento (MUAFRO) de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, en entrevista con Once Noticias dijo que los datos del informe no sólo preocupan, sino que también las impulsa en esta agenda antirracista y feminista.

En una charla realizada desde Ometepec, en Guerrero, compartió que “esa agenda es trabajada primero desde lo comunitario, para luego hacer una agenda nacional e internacional, si fuera posible”, expresó.

Ruiz Guzmán señaló que el racismo institucional se expresa en que los pueblos negros de nuestro país han sido invisibilizadosal no contarnos y que no nos nombran. Eso quiere decir que no estamos dentro de las leyes mexicanas y la política pública”, criticó.

La activista compartió que los números del informe evidencian que el problema no sólo tiene que ver con la racialización de los cuerpos, sino que se atraviesa con el género, es decir, los datos apuntan a que las desigualdades son mayores cuando se trata de mujeres negras.

Y es que, en armonía con el informe, Beatriz dijo que las mujeres de las comunidades afro, no cuentan con estudios de preparatoria y que muchas veces, con grandes dificultades, alcanzan estudios de primaria y secundaria.

Al respecto criticó que el sistema patriarcal las ha minimizado al trabajo del hogar, aunque dijo que en los últimos tiempos se ha avanzado mucho, pero hay grandes desafíos para que las políticas públicas consideren a las mujeres de las poblaciones negras.

¿Cuáles son las demandas?

Beatriz señala que la agenda se construye desde muchas vertientes y tiene que ver con todas las instituciones que conforman al estado. Por ejemplo, recordó que la pregunta de la autoadscripción del Censo de Población y Vivienda de 2020 (INEGI), fue uno de los logros que alcanzaron en MUAFRO.

Rosa María Hernández, co-coordinadora de MUAFRO en Oaxaca, explicó que el trabajo de incidencia política con INEGI para incluir la pregunta de autoadscripción negra o afromexicana fue un proceso largo y que luego del logro lo que les preocupa son también los resultados.

“Son una muestra de cómo opera el racismo estructural, que a la par de una invisibilidad histórica, ejerce una invisibilidad estadística, dado que los promedios enmascaran las desigualdades situadas en los territorios afromexicanos”, enfatizó.

Por otro lado, Beatriz dijo que desagregar los datos sirve para que se hagan políticas públicas “para tener derechos que nos corresponden y que nuestros jóvenes e infancias tengan una vida digna, que sean incluidas en la educación, que haya inclusión en el trabajo”, señaló.

La activista dijo que no basta que la población afromexicana haya sido incluida en el Apartado C del artículo segundo de la Constitución, sino que se geste la participación efectiva de esta población.

Por su parte, MUAFRO y el ILSB dijeron que otra acción afirmativa fue la inclusión de la población afrodescendiente en la ley de creación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y en la Ley Federal de Protección al Patrimonio Cultural de los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes.

Empero, demandaron, entre otras cosas, que el estado diseñe estrategias para el combate contra el racismo y la discriminación racial en todas las instancias de gobierno bajo una política con perspectiva de género, intercultural e interseccional.

A la Secretaría de Educación Pública demandaron que incorpore la historia y aportes de la población afrodescendiente a los planes de estudio, en todos los niveles educativos.

Asimismo, pidieron al gobierno federal que realice campañas dirigidas a la sociedad que visibilicen y fortalezcan la identidad y las aportaciones sociales, culturales, artísticas, políticas, así como la historia de la población afro en México, por medio de una representación digna y humana que trascienda los aspectos culturales.

Entre otras demandas piden que el estado garantice la implementación inmediata del Plan de Acción del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (el cual comenzó el 1 de enero de 2015 y terminará el 31 de diciembre de 2024) y su actualización al contexto post pandemia.

Este plan plantea acabar con el racismo, promover la justicia social y generar políticas de inclusión.

“Es importante que nos miren. Seguiremos trabajando en lo comunitario. Aquí estamos. Las mujeres negras existimos”, concluyó Beatriz.

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