En Baja California la comunidad trans es considerable, aunque no existen cifras oficiales, su visibilidad ha sido cada vez mayor, aunque las problemáticas que atraviesan continúan como desafíos, tal como señaló Susy Barrales, presidenta y creadora de la organización Unión Trans Tijuana BC.
Y es que en Baja California la comunidad trans se enfrenta a un contexto marcado por la violencia sui generis de la ciudad, la violencia transfóbica y la desigualdad. Nada nuevo con respecto a otras entidades, sin embargo, es en este estado que se ubica la ciudad de Tijuana, la que eligió Susy para emprender su lucha.
El camino no ha sido fácil, porque la pandemia ha puesto enormes desafíos; también la preocupante violencia y los transfeminicidios en la ciudad. Hasta el año pasado al menos 6 transfeminicidios ocurrieron en la ciudad –fueron los reconocidos, porque muchos son silenciados–, relató Susy.
El panorama no sólo es complejo sino que ha impuesto a Susana Barrales una serie de retos que suman a una lista que está lejos de acabar, pero que impulsan a Unión Trans de Tijuana BC, para continuar trabajando a favor de la visibilización de la comunidad trans en la ciudad fronteriza.
Ser mujer trans en una ciudad fronteriza
Susy recuerda, con voz entrecortada, lo que ha padecido por reconocerse una mujer trans. Rememora que ella fue parte de las infancias trans, un tema que hasta hace poco ha comenzado a ser relevante.
Y es que desde pequeña reconoció su identidad de género fuera de la norma heteropatriarcal impuesta. Fue ahí donde comenzó su lucha.
Para Susy ser trans no sólo implica una lucha constante con la sociedad –una lucha visible porque siempre es ‘hacia fuera’– sino que también es interna:
“fue una lucha contra mi persona, porque la sociedad me decía que yo estaba mal, que yo era todo lo negativo. No es que estemos mal, dentro de la sociedad y su moral se nos impone la cultura de juzgar, pero todos y todas somos diferentes”, señala.
Hace 6 años llegó a la ciudad de Tijuana en búsqueda de mejores oportunidades laborales. Mujer migrante que como muchas salió de su lugar originario, para buscar una vida mejor.
Susy es de Puebla y cuando llegó a la ciudad fronteriza supo que no había retorno. Recuerda que vivió debajo de un puente y hubo días en los que no comió y tuvo que sortear la agreste vida de la calle en una ciudad que impone por su naturaleza de tránsito y de violencia sui generis.
Su activismo, comparte, nació a raíz de vivir en carne propia el rechazo, la discriminación, la negación de servicios de salud, de vivienda y hasta de acceder a la educación. También fue víctima de violencia física, verbal y de agresiones sexuales.
“No tuve la oportunidad de estudiar. Ay, me hiciste recordar cosas muy fuertes”, señala luego de guardar un silencio doloroso.
Pero eso la fortaleció. No sabe de dónde sacó fuerza, aunque supo que debía encaminarla para apoyar a otras personas de la comunidad trans. Fue así que decidió crear Unión Trans Tijuana BC, un espacio que apoya a personas trans en la búsqueda y colocación en viviendas seguras, en alimentación, servicio de enlace de salud, talleres de empoderamiento, además brinda apoyo en trámites.
Con Susy colaboran hasta 50 mujeres en la causa de Unión Trans Tijuana BC.
“Quiero que crezca, que haya mayor visibilidad porque es fundamental. Apoyamos de manera emocional, pero también en abrir caminos en la ciudad”, afirma orgullosa Susy a Once Noticias.
Su organización, señala la activista, se enfoca a trabajar con la juventud y personas de la tercera edad trans y tiene por objetivo apoyarlas para que puedan tener una vida mejor y digna en la ciudad fronteriza.
Algunas reflexiones
Susy enfatiza que en la actualidad hay mayor visibilidad de las personas trans, aunque reconoce que esa lucha no es reciente sino que se antecede de una lucha más larga, pero que ha rendido frutos y que ha conllevado, por ejemplo, que ahora también se visibilicen las infancias trans.
Considera que poco a poco las nuevas generaciones han alcanzado algunos privilegios, derivados de esa lucha, y que debe ser valorado por la comunidad.
“Hace falta poner atención a toda la problemática que atraviesa la comunidad trans, porque no sólo es violencia física sino hay otras violencias como la verbal, incluso de políticos que atacan y fomentan discursos de odio. Se debe de erradicar la cultura machista y generar una cultura más sensible”, enfatiza.
Susy reconoce que uno de los logros que alcanzaron recientemente en Baja California fue que en enero de este año se aprobó la Ley de Identidad de Género, lo que favorece en el trámite para facilitar la modificación del acta de nacimiento, ante el Registro Civil, de las personas trans. Hasta ahora son 19 entidades las que cuentan con esta Ley.
Algunos datos
A nivel mundial la violencia y asesinatos de personas trans han ido en aumento, según detalla el proyecto de investigación Transrespeto versus Transfobia en el Mundo (TvT) de TGEU, a través del Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM, por sus siglas en inglés).
Esta investigación muestra que el año 2021 fue el que tuvo mayor número de muertes de personas trans y género-diversas: 375 asesinatos registrados entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021. Esto representa un aumento de 7% con respecto al mismo período en 2020.
Los países que reportaron la mayoría de los asesinatos fueron: Brasil, México y Estados Unidos. El Observatorio señala que en total 4 mil 042 personas trans y género diversas fueron asesinadas entre el 1 de enero de 2008 y 30 de septiembre de 2021.
Nuestro país ocupa el segundo lugar a nivel mundial en asesinatos de personas trans. Sólo hasta el año pasado se registraron 528 transfeminicidios en México, sin contar los que no se reportaron.
Un informe publicado en 2020, por el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBTIQ+ detalla que entre mayo de 2020 y abril de 2021 hubieron 87 agresiones en el país (atentados, desapariciones, suicidios y asesinatos), y 47% fue hacia mujeres trans.
Para Susy estas cifras continúan siendo alarmantes, por lo que urge a las autoridades para que hagan su trabajo y “que se haga justicia en los transfeminicidios, también para que se erradique esta violencia y se luche en contra de la impunidad”, concluye la activista.