Reportajes especiales

“No se puede parar la migración con terror, queremos solución humanitaria”

Organizaciones sociales exhortan a que se detenga la represión que viven las personas que transitan a través de Chiapas

Migrantes y organizaciones pidieron que se detenga la represión contra personas extranjeras, quienes buscan una mejor vida que la que tenían en su país de origen. México siempre ha sido reconocido por su solidaridad en el tema de refugios. Guerrilleros, revolucionarios y hasta presidentes han recibido asilo; sin embargo, para las personas migrantes centroamericanas y del Caribe la respuesta no ha sido la misma, según explica Irineo Mujica, quien es uno de los organizadores de estas caravanas. Desde 2014, cuando se puso en marcha el Plan Frontera Sur, la migración sufrió represión, pues el objetivo de este programa era frenar el tránsito migratorio sobre el tren conocido como “La Bestia”. Las rutas cercanas a las vías de este tren también fueron militarizadas y se abrió un espacio para que guardias privadas y bien armadas pudieran hacer detenciones ciudadanas y migratorias. Fue así como la migración comenzó a sufrir los cambios que hoy vemos. Los trenes van vacíos, las rutas de las vías están sin gente, y aunque ya no se ven a las personas migrantes en la ruta, ellos siguen pasando; ahora viajan en tráileres clandestinos o en rutas a través de la naturaleza. Otro fenómeno que se mostró fue la feminización de la migración. Antes eran los hombres quienes salían una o dos veces al año para mandar remesas a su tierra, pero ahora son las mujeres quienes buscan iniciar los trámites de refugio en México, pues a mujeres solas o con hijos se les da prioridad para tener acceso a este derecho. Cuatro años después del programa Plan Frontera Sur, en 2018, inició la primera caravana de personas migrantes, con más de 800 personas organizadas desde Centroamérica dispuestas a exigir el libre tránsito como derecho humano. Las autoridades mexicanas les ofrecieron algunos albergues para que siguieran su camino hasta Tijuana, en donde realizaron sus trámites de asilo para cruzar a Estados Unidos. Las caravanas siguieron saliendo, para viajar de manera segura, pero después de la primera, los contingentes fueron recibidos con fuerzas de seguridad; sin embargo, pudieron avanzar hasta la frontera norte. Desde 2018 se han contado más de ocho caravanas que lograron cruzar el país para iniciar sus trámites migratorios en Estados Unidos. Irineo Mujica es una de los organizadores de estas caravanas, la cara de estos movimientos masivos de gente.
“Estamos hablando con las autoridades y haciendo lo humanamente posible para que detengan la persecución, porque no pueden seguir deteniendo a las personas, no pueden seguir rompiendo en las casas de personas que ya iniciaron sus procesos y deportarlas a Guatemala. Las autoridades mexicanas están replicando lo mismo que Estados Unidos. Después de aventarlos a Guate, al otro día, los migrantes están de nuevo y los vuelven a agarrar y lanzar al Suchiate, es la misma persona agarrada diez veces y eso se refleja en los números de retornos que muestra el Instituto Nacional de Migración (INM). Parece una competencia de cuántos deportó México y cuantos Estados Unidos”, denunció Irineo Mujica en entrevista con Once Noticias.
Según explicó Mujica, hay redadas de migración y de la Guardia Nacional todos los días en hoteles, en casas y en las calles de Chiapas, “es una cacería de migrantes”. Consideró que en la entidad se puede cambiar la violencia por soluciones que puedan beneficiar a los migrantes para que no los persigan como si fueran criminales. Entre las propuestas, está la creación de un QR (archivo digital) para que puedan seguir sus trámites en otros estados. Hizo un llamado a las autoridades de migración para que las personas que están esperando su resolución no sean detenidas, encarceladas y enviadas a Guatemala.
“No queremos una caravana más, sino una solución humanitaria. Queremos que hagan su trabajo conforme dice la ley y no dejen pasar más de 45 días en darles la resolución de su refugio a las familias. Hay personas que llevan seis meses  y aún no tienen ni su primer trámite. Es una incertidumbre y una crueldad el trato a los migrantes, por eso hacemos un llamado a la conciencia”, externó Irineo.
En el parque central de Tapachula, en Chiapas, hay un campamento con más de 600 personas migrantes, los albergues están llenos. Las casas y hoteles no son seguros, el único lugar que han encontrado para mantenerse juntos y seguros es frente palacio municipal de Tapachula. Este parque cada día se llena más tras los operativos migratorios del lugar.  Este parque “es un pedacito de santuario en todo Tapachula”.
“Parar la migración con terror no se puede, solo crea brotes de violencia y sumerge a los migrantes en la clandestinidad, como si ocultándolos no pasara nada. Chiapas es toda una cárcel, de aquí nadie sale sin la autorización del INM que es el que tiene el control de los tráiler y la migración clandestinas, si pagas pueden salir, si no, se quedarán atorados en esta enorme cárcel”, concluyó Irineo.

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