“En los 623 municipio del país donde más de 40% de su población son indígenas, hay 7.7 millones de personas en situación de pobreza. La media es de 85.8%, es un dato alarmante que indica que la mayoría de las personas en estos municipios están bajo una condición de pobreza”, afirmó Paloma Gutiérrez.
San Simón Zahuatlán, el municipio más pobre del país
De estos municipios destaca el de San Simón Zahuatlán, en Oaxaca. Es parte de la región mixteca y, según el Censo de Población y Vivienda de INEGI (2020), hay 4 mil 942 habitantes, de los cuales 99.6% se encuentra en situación de pobreza, lo que lo posiciona como el municipio con el mayor porcentaje de pobreza en el país.Los 5 municipios que se han mantenido con mayor porcentaje de población en situación de pobreza en la década 2010-2020 fueron: Aldama, Chanal, Chalchihuitán y San Juan Cancuc en #Chiapas; así como San Simón Zahuatlán en #Oaxaca.#PobrezaMunicipal2020https://t.co/Xr1bHDyczo pic.twitter.com/9QmhxRYgH4
— CONEVAL (@coneval) December 15, 2021
- 100% de la población tiene al menos una carencia social
- 87.33% tiene al menos tres carencias sociales
- 96.12% de la población carece de acceso a seguridad social
- 66.50% carece de acceso a los servicios básicos en la vivienda
- 58.32% de la población carece de acceso la alimentación
El contraste: San Pedro Garza, en Nuevo León
La situación de este municipio indígena contrasta con el caso de San Pedro Garza García, en Nuevo León, en donde sólo 5.5% de su población está en situación de pobreza, esto equivale a que 6 mil 338 personas viven bajo esa condición. En total hay 118 mil 113 habitantes en este municipio, según datos del censo de INEGI 2020. Además, de una lista de 15 municipios con menor porcentaje de pobreza, once se encuentran en Nuevo León, y tres de ellos (San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza y Abasolo) pertenecen a la zona metropolitana de Monterrey.“Hay varias aristas que se deben analizar en este caso, principalmente a nivel estatal. En principio, desde la firma del Tratado de Libre Comercio, en la década de los noventa, Nuevo León se ha beneficiado de altos niveles de productividad, en parte porque ha tenido inversión pública y privada que ha impulsado la formación de capital humano altamente calificado con el objetivo de incorporarlos en la industria de la región”, señaló la especialista.Además destaca su ubicación geoestratégica al ser vecino de Estados Unidos, ya que se ha visto favorecido, como otros estados fronterizos e industrializados.
“Estas facilidades comerciales que se tienen hacia Estados Unidos repercuten en los niveles de bienestar que pueden tener estos estados. Si observamos los municipios donde se tiene las mas bajas concentraciones de pobreza (menos del 10%) la lista la encabezan 10 municipios de Nuevo León y algunos otros de la región norte del país”, describió la especialista.No obstante, enfatizó que es importante analizar la cuestión de los programas sociales, porque Nuevo León es una de las entidades que reciben menores cantidades de transferencias por conceptos de programas sociales. Mientras que los estados del sur del país, reciban mayores transferencias monetarias por conceptos de programas sociales. “Esto lleva a cuestionar qué tanto las transferencias sociales combaten la pobreza. Es importante repensar la forma en la que se ha combatido la pobreza en México, porque no bastan las tran –que se ha tratado de impulsar a través de consagrar ciertos programas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos–. Las políticas deben ser sinérgicas y pensarse de forma integral: la política social debe integrarse con la política económica y revalorizar el mundo del trabajo porque contribuye a disminuir la pobreza”, enfatizó.
La utopía: los no pobres y no vulnerables
Paloma Gutiérrez dijo que el ideal de la política para combatir la pobreza tiende a que las personas no tengan carencias sociales ni carencias por ingreso, como ocurre en algunos municipios de Nuevo León. Coneval detalla que la mitad de la población no pobre y no vulnerable se concentra en 46 municipios urbanos, principalmente en Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León. Sólo en 527 de los 623 municipios indígenas, 5% o menos de su población se encuentra en situación de no pobre y no vulnerable. Paloma subrayó que para combatir la pobreza se debe poner énfasis en el tema de las desigualdades, ya que si bien ambas son problemas estructurales vinculados, la desigualdad es un problema central y transversal.“Hablamos de la pobreza como un fenómeno social donde identificamos y personificamos a las personas que viven bajo esa situación, incluso las políticas se centran a atenderlo como un problema de la persona, por eso se dan transferencias de programas sociales, porque tratan de garantizar ciertos beneficios. Sin embargo, la desigualdad se materializa en las confrontaciones de los polos opuestos en municipios como San Pedro Garza y San Simón Zahuatlán”, afirmó.La especialista enfatizó que también las políticas sociales deben retomar un análisis de desarrollo regional para incorporar la cuestión del territorio, no como un espacio contenedor sino como un entorno en donde suceden las interacciones sociales. “El territorio importa y se deben generar estrategias particulares, descentralizar los recursos para que las políticas tengas más juego a nivel municipal. Debe ser central en las política sociales el tema de la desigualdad, el combate a la discriminación de los pueblos indígenas, así como revalorizar el mundo del trabajo”, concluyó.