Una vez librada la batalla contra COVID, ¿qué secuelas o consecuencias puedes enfrentar si padeces asma con antelación? ¿Cómo protegerte de COVID si tienes asma?
Los días 3 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma y como tal es pertinente hablar de dicho padecimiento y su relación con la cepa que vino a cambiar el estilo de vida y la manera de enfrentar otras enfermedades.
En el caso del Asma, y retomando su fecha de conmemoración, recordemos los cuidados que, a finales de la segunda oleada (principios de 2021) y durante la sesión “Los cuidados del paciente asmático frente a la COVID-19″, transmitido por las redes sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Margarita Ortega Cisneros, especialista en Inmunología y Alergias, expuso.
La especialista dijo que quienes se contagiaban de COVID-19 y padecían asma tenían similitudes, debido a que las enfermedades alérgicas predisponen a infecciones virales.
Explicó que el asma “es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, caracterizada por sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos, que varían en intensidad y con el tiempo”.
De igual forma, señaló que la incidencia estimada (hasta 2021), era de 235 millones de personas en el mundo y la prevalencia en México era de 3.3% en hombres y 6.2% en mujeres.
¿Cómo reaccionar y qué cuidados tener si un paciente ya padece asma?
Para ello, Patricia Álvarez Aguirre, directora general de la Clínica San Francisco de Asís, ubicada en ciudad Nezahualcóyotl, destaca que, “si el paciente tiene la confirmación de que padece asma, pero presenta repentinamente síntomas como fiebre, dolor de garganta y falta de aire inusual, lo recomendable primero es una prueba de COVID”, dice en entrevista con Once Noticias.
La doctora especifica que hay que considerar que esta cepa es nueva y que el sector médico aún no termina de conocerla. Destaca que los tratamientos dados hasta el momento a pacientes con asma o con cualquier otra enfermedad han sido proporcionados a la población conforme lo establecido por autoridades sanitarias a nivel mundial.
“Y, al menos, con la evidencia que tenemos disponible hoy, no podemos decir que ser asmático aumente el riesgo de que una persona adquiera el virus”, indica. No obstante, si esas personas -con enfermedades pulmonares- se contagian, sí existen más probabilidades de que se desarrolle una infección más grave.
La directiva del hospital mexiquense explica que cuando una persona asmática es atacada por infecciones virales, como la influenza, rinovirus u otros que nos causan infecciones respiratorias todos los años, y si el asma está mal controlado, o se presenta en asmáticos susceptibles, estos virus pueden desencadenarle crisis de asma, aunque ya haya presencia de coronavirus.
“Esa es la evidencia que tenemos hasta el momento. Entonces, no precisamente quiere decir que los asmáticos sean personas de riesgo para adquirir la infección, pero sí de riesgo para adquirir una infección grave por este coronavirus que llegó desde 2020”.
La galena, con especialidad en Alergias e Inmunología por el Hospital General de México, aclara la necesidad de evitar ese contagio COVID-Asma.
¿Qué medidas puede tomar un asmático?
Álvarez Aguirre dice que lo más relevante en un paciente con asma es el control de su padecimiento.
“Lo básico es usar los tratamientos de mantenimiento y de control prescritos por su médico; además de evitar la exposición a factores del ambiente que pueden desencadenar síntomas y de lo que no se escapa ningún asmático, y algo bien importante, tener el hogar en óptimas condiciones de limpieza”.
Cuando COVID-19 irrumpió la cotidianeidad, no se tenía certeza de cómo podría influir en distintas enfermedades respiratorias.
“Pero es importante hacer saber a la gente, a la sociedad que, no hay una prueba específica de que hayan aumentado los índices de infección en quienes padecen de asma”, remarca Álvarez.
La médica sostiene que, las secuelas post-COVID, son las mismas que para la población en general que adquirió la cepa”.
A ese conjunto de consecuencias se les denomina síndrome post COVID o Long COVID. Y entre éstas, se hallan: fatiga crónica, dolor de cabeza, o la pérdida del olfato y del gusto.
¿Cómo enfrentar esas secuelas y recuperar la salud? La doctora Patricia Álvarez Aguirre recomienda, además de llevar una alimentación correcta, tomar sesiones de fisioterapia respiratoria. Estos ejercicios aumentan fuerza y resistencia y disminuyen la disnea.
Exhorta, ante todo, ser constantes en la recuperación y no entrar en desesperación o ansiedad porque de momento no se pueda recuperar la vida que había antes de COVID.