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Palo Alto, 49 años mostrando una forma diferente de vivir

La cooperativa Palo Alto, en la alcaldía Cuajimalpa, es la muestra de que existe una forma distinta de vida en medio de una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. 

La cooperativa cumplió 49 años de su fundación este fin de semana. Durante casi medio siglo ha sobrevivido a la presión inmobiliaria de megaproyectos en Santa fe.

Marco Antonio Martínez, de 44 años, es hijo de Mireya Robles, socia fundadora de la cooperativa, su papá es Jaime Martínez y ha sido tradicionalmente el encargado de la pirotecnia en los festejos, que son el 12 de diciembre por el Día de la Virgen y el 31 de julio que fue la toma de la tierra en el año 1972.

Nosotros aprendimos a armar los toritos y lanzar los cohetes. Es una tradición del barrio que se la vamos enseñando a los niños para que sean ellos quienes sigan con esto. Todos en la cooperativa somos una familia. El día de hoy son 49 años de nuestra lucha. Iniciaron mis abuelos, luego mis padres y ahora me toca a mí luchar por este lugar, para que más generaciones podamos seguir viviendo dignamente”, comentó Antonio Martínez, cohetero tradicional de Palo Alto.

 

“El concepto de la vivienda en un sistema cooperativista parte de la concepción de vivienda como un derechos humano al que todo ciudadano debe tener en función de su posibilidades y las características de nuestro territorio. Nos oponemos a la concepción de vivienda como un bien de cambio y con fines especulativos que sólo benefician al gran capital dedicado a la construcción y al bien inmobiliario”, argumentaron desde el mitin del aniversario.

Con un proceso largo y violento la Cooperativa perdió su registro en la Dirección General del Fomento al Cooperativismo, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), por la disidencia de 42 socios que pretendían vender sus casas y con eso deshacer el sistema cooperativista. Sin embargo, el juicio de liquidación no ha prosperado por la fuerza de los socios que resisten.

La cooperativa nunca se va a vender, y si se vende nos sacan con las patas por delante porque esta colonia es nuestra familia, nuestra historia no tiene precio, hemos construido nuestra vida alrededor de esto. Es nuestra comunidad y aunque nos construyan torres y más torres Palo Alto va a seguir aquí”, dijo Ana Cabrera, socia de la cooperativa que festejó la toma de la tierra.

 

Ejemplo en Latinoamérica

Palo Alto es una de las organizaciones de cooperativa de vivienda reconocidas en Latinoamérica. Desde su fundación, en Ciudad de México, en el año de 1972 ha sido un ejemplo para que la clase trabajadora pueda tener acceso a una vivienda digna y a un ambiente seguro y de manera horizontal.

En el año de 1989 un grupo de disidentes de los socios inició procesos ilegítimos para que en 1994 el órgano regulador desconociera a Palo Alto como una cooperativa. Esto dio inicio a un juicio de liquidación, que para 2002 arrojó un proyecto para la liquidación total de la organización.

El total del predio es de 46 mil 242 metros cuadrados con más de 200 viviendas, los cooperativistas han resistido represiones y ataques contra la forma de vida que han forjado por más de cuatro generaciones dentro de Santa Fe.

El juicio de liquidación ha dado los primeros pasos que autorizó el magistrado federal del Juzgado Quinto en materia de lo Civil, quien sentenció la entrega de algunas áreas comunes a los socios disidentes, quienes tienen décadas sin habitar en la cooperativa. 

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