El aumento de casos de viruela símica en nuestro país ha detonado preocupación no sólo por el aumento numérico, sino también por estigmatización sobre la comunidad LGBTIQ+, que podría reforzar estereotipos homófobos, por lo que Ricardo Cortés Alcalá, titular y director general de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, señala a Once Noticias que debe precisarse información para combatirla.
Las preocupaciones
En redes sociales e incluso en diversos medios circulan imágenes de personas africanas o con narrativas que asocian a la comunidad LGBTIQ+ con este virus. Además el mismo nombre ha generado preocupación, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el 12 de agosto que los nombres serían sustituidos con números romanos de acuerdo a las variantes y según la región, conocidas como ‘clados’.
Es así que determinó llamar a la variante de la Cuenca del Congo como Clado I y a la variante de África Central como Clado II y Clado II b. Este último denomina a las variantes del brote mundial.
En lo que refiere a la estigmatización hacia la comunidad LGBTIQ+ está ligado a la concentración numérica de los casos en hombres jóvenes, por lo que integrantes de la comunidad y de personas que viven con VIH/SIDA han expresado preocupación ante un panorama que puede ser catastrófico, en términos culturales, sociales y en la salud, dado los impactos de dicho fenómeno.
Un panorama, cabe advertir, parecido a lo que ha sucedido antes con el VIH-SIDA, hace 40 años que generó impactos negativos y que aún prevalecen en la sociedad.
Las cifras actuales por viruela símica
A nivel mundial se ha detectado la viruela símica en 89 países, de acuerdo a datos de la OMS. Hasta el 5 de agosto de 2022, se reportaron 26 mil 556 casos confirmados y 12 defunciones. En la región de las Américas, Estados Unidos lidera las cifras por lo que es el más afectado por el brote. Entre enero y agosto de este 2022, se han registrado 5 mil 825 casos.
En América Latina, hasta ahora Brasil ocupa el primer lugar con más contagios (mil 474) y es el único que ha reportado una muerte.
México ocupa el lugar 91 con más casos confirmados y el lugar número 21 a nivel mundial. Hasta el 8 de agosto, de acuerdo al Informe Técnico Semanal de la Vigilancia Epidemiológica de Viruela Símica en México se han identificado 390 casos probables, de los cuales 147 son casos confirmados.
El primer caso que se notificó y confirmó fue en Ciudad de México. Hasta ahora, en su distribución por entidad, continúa como el estado con más casos: 75. Le sigue Jalisco (33), Yucatán (7), Nuevo León (4), Baja California, Chiapas, Estado de México, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz (3 cada entidad). En total suman 18 entidades con casos activos y confirmados.
Los números ponen en alerta a la comunidad LGBTIQ+
En cuanto a la distribución por sexo, el predominio es en hombres (93 %), y el grupo de 30 a 39 años es el mayormente afectado (44.89 %) con 66 de los 147 casos confirmados. Aunque 7% es de casos en mujeres.
Esto ha encendido las alertas de la comunidad LGBTIQ+ en nuestro país, por lo que han exigido una respuesta inmediata para evitar una catástrofe parecida con la pandemia de VIH/SIDA.
Ricardo Cortés Alcalá señaló al medio que es fundamental tener en cuenta que este virus no es nuevo. Esto último en sintonía con la OMS:
La viruela símica es causada por un ortopoxvirus de la familia de la viruela (que fue la primera enfermedad erradicada por el ser humano gracias a acciones de salud pública). El nombre coloquial deviene desde 1958, cuando fue descubierta por primera vez en un laboratorio de Dinamarca y fue detectada en los simios, pero también se encuentra en otros animales como los roedores.
En 1970 se detectó el primer caso en humanos, en Basankusu, en República Democrática del Congo.
Cortés Alcalá explicó que en nuestro país el brote está concentrado en CDMX y tiene que ver también por la dimensión poblacional.
“La curva epidémica ha sido relativamente plana: a veces 5 ó 4 casos por día, hubo un par de días que hubo 10-12 casos diagnosticados, pero los estudios epidemiológicos nos revelan que se han detectado en los primeros síntomas y no se han encontrado casos secundarios, eso quiere decir que la cadena de transmisión ha sido corta y el aislamiento que tienen las personas afectadas al momento de tener síntomas (que acuden a atención médica), han evitado que la enfermedad se propague más”.
Al conversar sobre una de las críticas que ha hecho la comunidad LGBTIQ+, dado que no hay precisiones sobre la transmisión de este virus, señaló que la principal forma de transmisión es el contacto directo entre una persona que tiene la enfermedad y una persona sin la enfermedad. Este contacto puede ser sexual pero también al estar muy cerca de las personas y al tocar las ampollas.
No es una Enfermedad de Transmisión Sexual
“No significa que sea una infección de transmisión sexual. Si tengo contacto directo por un beso o una relación sexual, es muy íntimo el contacto y es normal intercambiar saliva o si nos tocamos y la persona ya tiene lesiones, las ampollas contagian. La forma de contagio es parecida a la varicela”, explicó Ricardo Cortés Alcalá.
Además dijo que es una enfermedad diferente al COVID-19 dado que no se transmite con la misma facilidad, aunque enfatizó que “todas las personas estamos en riesgo de contraer la viruela símica, porque todas y todos tenemos contacto entre las personas”, explicó.
Agregó que algunas medidas para disminuir riesgos de contagio es el lavado de manos dado que la viruela símica se puede contagiar mediante “fómites”, es decir en el contacto directo que puede tener una persona enferma con objetos inanimados como la ropa de cama.
Además dijo que las personas que tengan la enfermedad deben utilizar cubrebocas y aislarse, para evitar el contacto con las personas que no tengan la enfermedad: “hay que estar atentos a sintomatología. Si me siento enfermo o enferma tengo la responsabilidad de avisar a quien haya tenido contacto cercano conmigo (ya sea la pareja, grupo de amigos, familia)”, relató.
Cortés Alcalá agregó que los síntomas de este virus son: fiebre, malestar general y se caracteriza por tener ampollas distribuidas en todo el cuerpo, “puede empezar en cara, manos, zona genital y piernas”, dijo al medio.
¿Y las vacunas?
En 1976 se comprobó que la vacuna contra la viruela normal, servía también para la viruela símica. Hacia 1980, la enfermedad de la viruela fue erradicada gracias a la campaña mundial de inoculación.
Dado que la viruela símica es menos peligrosa (en México, de acuerdo al Informe Técnico Semanal de la Vigilancia Epidemiologica de Viruela Símica hasta el 8 de agosto, se detectó una defunción cuyas causas son choque séptico, neumonía adquirida en la comunidad e infección por VIH en la cual, posterior a la solicitud de la atención médica se identifica como un hallazgo de laboratorio la Viruela Símica) que la viruela, la vacunación ha sido un tema que continúan discutiendo expertos a nivel mundial.
“La vacunas no se producen de forma regular, no hay capacidad de producción para la demanda internacional. No hay necesidad de hacer por el momento una campaña de vacunación masiva sino de comunicación e información para una toma de decisiones”, exaltó el funcionario de la Secretaría de Salud.
En el caso de nuestro país, señaló el director General de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, el Grupo Técnico Asesor de Vacunas analiza la pertinencia de emitir recomendaciones para contar con vacunas específicas para este virus, por lo que esperan la información que emite este Grupo basado en la determinación internacional, para tomar una decisión final.
Con respecto a la estigmatización reprobó que se asuma una narrativa que asocie esta enfermedad con la comunidad LGBTIQ: “hay que combatir la estigmatización con información certera. Hay un brote que continúa investigándose. Esta enfermedad no distingue identidad de género ni orientación sexual [..] asociarlas a un grupo es un error muy importante […] Estamos ante un evento de salud pública”.