Las ligas deportivas cayeron durante la pandemia y muchos de los oficios que subsistían con estas actividades cerraron de manera indefinida. Sin embargo, los futbolistas con piernas amputadas no pararon ni ante la crisis sanitaria.
Entrenan en espacios públicos para no perder la condición. Además, muchos de estos atletas trabajan dominando el balón y dando espectáculos en las calles, ‘bajo semáforos’, su economía depende de ello.
A casi dos años de iniciada la pandemia en México, la Liga Mexicana de Fútbol de Amputados no tiene fecha para reabrir los torneos y campeonatos, así que los propios jugadores comenzaron a organizarse para poder jugar de nuevo.
La cancha en “El Mundo Fut7”, en la colonia Balbuena, en Ciudad de México, fue testigo de la llegada de los futbolistas amputados. El primer partido fue de los “Zorros”, de Sinaloa, contra los “Titanes”, de Toluca. El marcador fue brutal pues al terminar los dos tiempos, de 25 minutos cada uno, los “Zorros” ganaron 19-1. La porra de los “Zorros” era muy pequeña porque eran los visitantes más lejanos, apenas una matraca y botellas llenas de piedras hacía de porra en el pequeño campo.
El siguiente partido fue uno de los clásicos de la ciudad, los “Guerreros Aztecas” contra los “Chapulines”. Estos dos equipos tienen una rivalidad de antaño y en el campo se vio cómo corrían, barrían y hacían todo para impedir que el contrario ganara, después de medio tiempo los ánimos estaban calientes y uno que otro soltó un bastonazo por rigor del partido. “Chapulines” se llevó el triunfo por un marcador de 3 – 1.
La gran final fue entre los “Zorros” y los del uniforme con el logotipo del “Chapulín Colorado”. Aunque el partido se veía con menos saña la intensidad no disminuyó. La desventaja fue para los visitantes pues no tenían ningún cambio en la banca y fueron los mismos siete jugadores los que iniciaron y terminaron todo el partido bajo el pesado sol de una tarde dominguera.
Al terminar la contienda, todos los jugadores se reunieron para tomarse una foto, recibir una medalla y un trofeo.
La mayor problemática que los jugadores, señalan, es el poco apoyo que hay para este deporte, pues ninguna institución deportiva o gubernamental se ha acercado para ayudar con las necesidades de esta población.
En su mayoría cada equipo busca patrocinadores para comprar balones, bastones, y demás herramientas básicas en este deporte. La pasión por el futbol fue una de las razones que estas personas encontraron para enfrentar le pérdida de alguna extremidad, el ejemplo del esfuerzo y optimismo se refleja en sus partidos.