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Pequeños cafetaleros y chocolateros enfrentan dificultades por el cambio climático

Josué David Juárez Nolasco, fundador de Xantina, café de especialidad detalló que el cambio climático ha afectado a los sembradores de café debido a que la alteración de los ciclos de lluvia afecta a las plantas de donde se extrae el grano.

En entrevista con Once Noticias, el productor y comercializador de esta semilla detalló que hasta antes de alteraciones climáticas, los caficultores de la zona de Huatusco o de Chocaman, en Veracruz, sabían bien cuando iniciaba la temporada de lluvia, necesaria para la germinación del grano y su duración de tres a cuatro meses y las fechas de frío para recuperar la siembra, pero ahora los cambios en el clima y la temperatura han provocado irregularidades en la siembra y posterior cosecha.

“El cambio climático nos está afectando, por ejemplo el año pasado, el café recién cortado en forma de cereza, el kilo al productor se lo estaban comprando en 6 pesos, este año se está comprando en 18 o sea tres veces más caro porque ya está escaseando el café, es muy probable, a lo mejor este año no pero es muy probable que en los próximos tres a cinco años, la gente ya empiece a ver que se empieza a incrementar demasiado el precio del café pero es por el cambio climático, no solamente nos afecta con bajas ventas, si no que nos afecta también en la finca”, explicó.

Por su parte, Idalia Martínez, integrante de la marca chocolatera ‘Pedacito de Cielo’, firma que agrupa a una cooperativa agrícola presente en los estados de Veracruz, Puebla, Chiapas, Michoacán y Querétaro, detalló que las modificaciones meteorológicas han afectado también a los sembradores de cacao pues afecta los ciclos de lluvia y esto provoca daños en las cosechas.

De acuerdo con una investigación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en los últimos años, los efectos del cambio climático, las plagas y el precio del café en el mercado internacional han creado “una tormenta perfecta” para amenazar a los pequeños productores de Latinoamérica y por ende a sus familias.

“El aumento global de temperatura va a traer consigo una reducción considerable de la superficie apta para cultivar café, incluso de hasta 50% del total para 2050. Los más afectados son los pequeños productores, en su mayoría con plantaciones de menos de dos hectáreas, a los cuales cada vez menos les compensa cultivar café. Como alternativa, algunos están empezando a sustituir el café por otros cultivos o abandonar sus fincas para migrar a ciudades o el extranjero”, señaló el BID.

Lo señalado por el Banco Interamericano fue sostenido por el historiador Diego Felipe, quien durante una charla con Once Noticias detalló que desde los años 80 los pequeños caficultores de la sierra Otomi Tepehua decidieron abandonar sus tierras, pues la siembra de este grano ya resultaba inviable, incluso económicamente.

“Si eres un jornalero ¿Cuánto te pueden pagar si el cafeticultor vende su café a siete pesos el kilo?, ¿Cuánto te puede pagar a ti por cosechar? que te gusta tres pesos el kilo de corte, Si una persona promedio corta 80 o 100 kilos de café estamos hablando de un promedio de 200 pesos diarios, es economía de subsistencia”, dijo.

Pero el clima no solo juega en su contra, sino también las grandes trasnacionales a quienes enfrentan con pequeñas demostraciones para exponer la calidad del café o chocolate, pero eso es insuficiente, por ello apuestan a contar con un público más selecto.

¿Cómo enfrentan los pequeños cafetaleros a las grandes empresas? “La gran ventaja es que te podemos ofrecer un café de mucha mayor calidad”, responde Josué David Juárez Nolasco, fundador de Xantina café.

Explicó que el café comercial comúnmente es elaborado con el grano “Robusta”, resistente a las plagas, pero con un sabor amargo porque tiene casi el doble de cafeína, por ello los pequeños productores prefieren la siembra de una semilla llamada “Arábiga”, con mejor sabor.

“Incluso cuando lo pruebas después de que se te va el sabor a café te deja algunos sabores que vienen de la finca y en la finca nosotros sembramos para darle sombra a los arbustos, cacao silvestre, vainillo, naranja, limón dulce y plátano y entonces el catador que nos certifica, nos pone en la carta de certificación que tiene notas a chocolate oscuro, afrutado y a vainilla. Entonces tiene esa gran ventaja que te va a brindar una taza con sabores más complicados que una taza comercial”, precisó.

Por ello, dijo, la gran ventaja de los pequeños comerciantes sobre el café comercial es la amplia gama de sabores, además de que estos son producidos en fincas orgánicas, con lo que son sustentables y con la siembra no se agrede al medio ambiente.

En su turno, Idalia Martínez, integrante de la marca chocolatera ‘Pedacito de Cielo’, agregó que los pequeños productores prefieren la calidad, por ello apuestan a agregar menos cantidades de azúcar en sus productos, además evitan colocar conservadores químicos que dañan la salud, el grano es tostado en comales de barro y molido en metate -un instrumento artesanal conformado por una plancha rectangular con tres o cuatro patas, y el metlapile, un rodillo cilíndrico que se agarra con ambas manos- o en molino de mano.

Sin embargo, los pequeños comerciantes no solo pelean en el mercado contra empresas trasnacionales o contra el clima sino también contra la falta de apoyo gubernamental.

Idalia Martínez reconoció que el Gobierno mantiene olvidados a una parte de los productores y comercializadores debido a que no existen programas específicos para productores de cacao.

“Un buen programa de apoyo debería estar dirigido a los productores de Tabasco, Chiapas o Oaxaca para fomentar la renovación de los árboles de cacao y para implementar maquinaria que les ayude a la siembra”, indicó.

 

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