Reportajes especiales

Persisten ataques a la comunidad LGBTIQ+. Caso Refugio Casa Frida

El refugio ubicado en Iztapalapa, en CDMX, denunció que ha recibido amenazas que ponen en riesgo el funcionamiento del espacio

En medio de la pandemia, algunas familias se desintegraron al saber que uno de sus integrantes pertenece a esta comunidad Los ataques a la comunidad LGBTIQ+ subieron de tono en tiempos de pandemia. Como ejemplo de ello, está Casa Frida, un refugio para las personas que huyen de violencias por su orientación sexual o identidad. Pero, las ofensas e intimidaciones hacia este refugio se incrementaron en los últimos días. En entrevista con Once Noticias, Ninde MolRe, abogada y vocera de la institución, cuenta cómo surgieron los ataques.
“Primero en las redes sociales y luego en la sede del refugio en Iztapalapa. Lo más lamentable, hubo amenazas directas contra el director Raúl Caporal, que ponen en riesgo su integridad. Todo esto estuvo pasando la tarde y noche del viernes y todavía el sábado, pero Casa Frida ya tomó medidas; ya dimos parte a las autoridades, sobre todo, para garantizar nuestro funcionamiento”, declaró.

Heridas añejas

Este tipo de acontecimientos contra la comunidad LGBTIQ+ no es nuevo. Según datos obtenidos de Observatorio Nacional de la violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, diversos organismos de las Naciones Unidas como OMS, OIT, UNESCO, UNICEF, ONUSIDA, UNODC y ONU Mujeres, han hecho un llamado a los Estados, en reiteradas ocasiones, a fin de tomar medidas urgentes para poner fin a la violencia y discriminación que afecta a las personas con una orientación sexual e identidad de género diferente. La declaración emitida el 15 de septiembre de 2015 señala que “todas las personas tienen el mismo derecho a no ser objeto de violencia, persecución, discriminación y estigmatización. Las leyes internacionales en materia de derechos humanos establecen obligaciones jurídicas para los Estados a fin de garantizar que todas las personas, sin distinción alguna, puedan gozar de tales derechos”. Naciones Unidas, así como organizaciones civiles, han documentado asesinatos, agresiones, secuestros, violaciones en todas las regiones del mundo, hacía personas LGBTIQ+. El llamado no ha hecho mucho eco, ya que persisten las agresiones, discriminación y discursos de odio.

Disfuncionalidad, raíz de violencia

En el caso específico de Casa Frida, se trata de un albergue que protege y “arropa” a una comunidad con diversidad sexual, pero también con otros problemas de fondo.
“Es importante recalcar que somos un refugio que tiene un programa de acompañamiento psicosocial y muchas de las personas que recibimos vienen de ambientes muy hostiles donde, incluso, la gente ha sufrido violencia sexual, sicológica, patrimonial. Entonces, son personas que traen estos antecedentes y nosotros como refugio hemos recibido hostigamiento”, relató Ninde MolRe.
Asimismo, señala que entre las medidas que ya tomó el refugio está el sentarse a dialogar con personal de la alcaldía Iztapalapa, para ver en qué forma podrían obtener un genuino apoyo. “Durante el fin de semana estuvimos con la fiscalía LGBT+ para dar conocimiento de estas amenazas, estaremos en una mesa de trabajo con la coordinación de Derechos Humanos y con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México y personal del mecanismo de protección a defensores y periodistas”, agregó. La abogada insistió en la importancia de que Gobierno y las organizaciones defensoras de la comunidad trabajen en conjunto, ante la vulnerabilidad que se vive.

La pandemia impacta a la violencia

Casa Frida fue fundada el 13 de mayo de 2020. Tiene su sede en la alcaldía Iztapalapa y cuenta con una capacidad de 22 personas. Su funcionamiento es financiado por donativos de embajadas como la de Francia y Países Bajos. Y, como indica su litigante, cuando el albergue ha tenido cupo lleno, sus dirigentes hacen un llamado a la ciudadanía para pedir donativos en especie. De esa forma, siguen brindando alojamiento, alimentos, medidas médicas y acompañamiento psicológico. El refugio también cobija a migrantes con diversidad sexual que huyen de la violencia de su país.
“Cuando nos mandaron a quedarnos en casa, esas personas de la diversidad sexual empezaron a tener problemas de violencia porque, con la convivencia diaria, la familia se da cuenta que eran (esas personas) de la diversidad, o (ya sabían) y la familia no lo aceptaba. Eso derivó en la expulsión del hogar o ellos decidieron dejar la casa”, destaca la abogada.
El albergue ha estado atendiendo a población migrante LGBT+ que venía de Sudamérica en los últimos seis meses; la estancia de alguno de ellos es corta, porque su intención es llegar hacia el Norte (EU). Hay quienes llegan por su propio pie, solicitando ayuda.
“Al principio se les explica (a quienes llegan) el funcionamiento y, quizá deciden que sólo necesitan acompañamiento sicológico; si requieren quedarse, se les explica que nuestro programa psicosocial es de tres meses con acompañamiento psicológico. Si detectamos que necesitan atención médica o de salud mental, se les canaliza con el área siquiatría o medicina, aunque también tenemos un acompañamiento para reintegración laboral”, explicó.
En este último punto, MolRe cuenta que, entre los aliados de Casa Frida, también están las compañías que se acercan a ellos para ofrecer empleo a quienes lo requieren. De acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT en México, los crímenes de odio y por prejuicio dañan a las personas disidentes de la sexualidad hegemónica y los mandatos de género, el libre desarrollo de la personalidad y la protección de los derechos a la integridad personal, así como a la igualdad y no discriminación. También afectan a la seguridad jurídica, al matrimonio igualitario, a la seguridad social, al reconocimiento de la identidad, a la protección de la salud y a la vida. El daño no sólo es para quienes sufren esa discriminación y rechazo sino que afecta al conjunto de la sociedad. Es decir, el reconocimiento y protección de los derechos de las poblaciones LGBTIQ+ son indispensables para la consolidación de una verdadera sociedad democrática y plural, en la que prevalezca el respeto por la diferencia como valor para el pleno desarrollo de sus integrantes.

Recomendación de la CIDH

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha sugerido a los países: “adoptar campañas de prevención y combate contra la homofobia, transfobia y discriminación basada en orientación sexual, garantizando la protección a los derechos de identidad de género, dirigidas especialmente a personal de salud y de seguridad del Estado que tenga a su cargo medidas de atención y contención de la pandemia”. Según su perspectiva, este tipo de acciones afirmativas ayudaría a la disminución de casos de asesinatos a las personas LGBTIQ+ en México.

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