Reportajes especiales

¿Por qué el español viene del latín?

La lengua española se formó en la península ibérica, hoy conocida como España. Según el lingüista Luis Fernando Lara, esta denominación tuvo una evolución. Primero fue Iberia (asignación griega), registradas por primera vez por el geógrafo Estrabón (siglo I), y el historiador Estrabón (siglo IV). La formación de la palabra viene del nombre del río Ebro, llamado Iber. Con la conquista romana, Iberia pasó a ser Hipania (asignación latina). Ahí inicia la historia del origen del español.

 

  • El también académico, Luis Fernando Lara, advierte que el imperio romano llegó a toda la península ibérica. Ellos toleraron las múltiples lenguas aborígenes. Pero eso no evitó que el latín, poco a poco, se fuera convirtiendo en la lengua materna de los hispanos, adquiriendo características propias. De esta manera se mezclaron el latín con la lengua de los iberos, vascos, celtas, que ya estaban allí desde antes de la conquista.

 

Según historiadores, filólogos y lingüistas, la romanización incorporó de inmediato a Hispania a la cultura y a la lengua del imperio romano. Incluso cuando llegaron los musulmanes -con el árabe y beréber-, ocupando parte de la península casi siete siglos, la latinidad de Hispania jamás se perdió. Más bien evolucionó.

Pero aquel latín tampoco era una lengua única. Hay que diferenciar entre dos clasificaciones: el “latín clásico”, hablado por grandes intelectuales de la época; y el “latín vulgar” o “latín popular”, predominante entre todos los romanos y que expandieron por todo el imperio. Por tanto, el español es la derivación de un latín vulgar o popular.

 

El establecido en un primer momento como “latín hispánico” se empezó a consolidar a medida que el imperio romano decayó. Luis Fernando Lara afirma que, para ese entonces, las comunicaciones y la educación se iban deteriorando. Cada región empezó a evolucionar por caminos distintos. Hispania estaba cada vez más alejada de Roma. Así, el latín hispánico fue adquiriendo características que lo fue distinguiendo de otros dialectos latinos. Y aunque el idioma hablado en Hispania seguía teniendo influencia -principalmente en cuanto a vocabulario- griego, árabe y celta, el latín predominó con la instauración del cristianismo, donde las palabras solamente se fueron adaptando a la pronunciación, voz y sonido de la antes Iberia. Por ejemplo: ángelus (latín vulgar) > ánge (adaptación al español que hoy hablamos en Hispanoamérica y España https://oncenoticias.tv/cultura/asi-surgio-el-espanol).

 

Pero el recorrido fue largo. Fue en el siglo X, cuando el español se empezó a infiltrar en documentos legales: introducían algunas expresiones castellanas en los documentos redactados en latín vulgar. No obstante, fue hasta el siglo XII cuando el castellano empezó a penetrar cada vez más en los documentos notariales latinos. Al mismo tiempo empezó a manifestarse una conciencia de la propia manera de hablar de los castellanos. Es decir: dejaron de considerar su romance como un bajo latín, para considerarlo su propia lengua.

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