Reportajes especiales

Pueblos indígenas, entre el protagonismo y la marginación en la historia nacional

Desde 1940, señalan los expertos, el indigenismo se volvió un eje central de la política mexicana.

Las culturas prehispánicas son parte central y trascendental de la historia nacional de México, paradójicamente, sus descendientes han sido relegados, maltratados y discriminados en la actualidad.

Desde el Siglo XIX, los Estados-Nación de todo el mundo comenzaron a forjar una historia nacional, con el objetivo integrar y unir personas, lenguajes y territorios en uno homogéneo.

México fue una de esas naciones que comenzaron a estructurar su historia, siendo las culturas prehispánicas un eje trascendental.  

“El nacionalismo novohispano y decimonónico, trataron de encontrar una raíz en la búsqueda del origen de la nación mexicana, es decir, desde el Siglo XIX ya había una exaltación a lo indígena”, señaló el historiador Ismael Espinosa, en entrevista para Once Noticias.

Explicó que tras la Revolución Mexicana, el país vivió cambios sociales, políticos y económicos. Aunque la situación para los pueblos indígenas siguió siendo difícil.

“En la década de 1920 se retomó el discurso nacionalista y educativo que prácticamente folclorizó las culturas prehispánicas desde el siglo XIX, los mexicas y los olmecas tomaron protagonismo“, comentó.

Indigenismo, eje de la política mexicana

Ismael Espinosa subrayó que los pueblos indígenas no han tenido una valoración plena, sus antepasados son vistos como un decoro para la historia nacional.

Para 1940, Ismael Espinosa detalló que el Estado Mexicano crea el indigenismo, política pública que trato de incluir a los pueblos indígenas al contexto social y político de la nación.

El historiador mencionó que con la creación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Estado Mexicano buscaba estructurar y consolidar el discurso nacionalista sobre lo mexicano y su mestizaje.

“En 1964, con la construcción del Museo Nacional de Antropología se ve reflejado y consolidado el proyecto nacional, exaltando las raíces prehispánicas de México. Este museo es la prueba viviente de esta paradoja, alabar el pasado prehispánico, utilizando su historia, pero relegados en la actualidad”, finalizó el experto.

El indigenismo se volvió un eje central de la política mexicana. Así lo destacó el doctor en Historia y catedrático de la UAM Cuajimalpa, Alejandro Araujo:

“El indigenismo es resultado de una configuración nacional, de una manera de imaginar la nación como mestiza, como producto de la fusión entre dos grupos, dos razas. Dando como resultado al mexicano, la raza de bronce que describió Vasconcelos”.

Mencionó que el antropólogo Manuel Gamio fue de los pioneros en hablar de indigenismo, quien señaló que para cohesionar a los mexicanos había que mexicanizar a los indígenas.

El catedrático explicó que aquello que no se ha mexicanizado, como lo indígena, tendrá que pasar a través de una serie de políticas públicas racionalizadas, para que se pudieran integrar a la nación mexicana. 

“Fue una política integracionista y a partir de los años setenta, para muchos académicos, racista. Observó a los indígenas en grupo, aun cuando ya no lo llamaban grupo racial, sino cultural, porque desde la Segunda Guerra Mundial la noción de raza quedó cuestionada”, declaró.

Agregó que en los años 70 surge un replanteamiento del indigenismo, como lo fue el etnodesarrollo, que planteó que el desarrollo tiene que venir de los pueblos indígenas y no desde el Estado. Antropólogos como Guillermo Bonfil Batalla se mostraron críticos ante el indigenismo.

“Es complejo decir si una política pública fracasó o tuvo éxito, ¿Qué lo define como tal? Lo que puedo decir es que mantuvo una idea de que los indígenas eran un sector racial que había que atender paternalmente desde el Estado. Ellos pusieron los criterios y las formas de definir y medir quién y qué es indígena”, finalizó el historiador.

Actualmente hay aproximadamente 23.2 millones de personas, de 3 años y más, que se autoidentifican como indígenas. De estas, 51.4% fueron mujeres y 48.6% hombres, de acuerdo con datos del Cuestionario Ampliado del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

Se hablan 68 lenguas indígenas en México. Las más frecuentes son náhuatl (22.4%), maya (10.5%) y tseltal (8.0%). De cada 100 personas que hablan alguna lengua indígena, 12 no hablan español.

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