Subir fotos de los hijos y su vida a las redes sociales, como una manera de trofeo hacia la sociedad, se ha vuelto una constante. También, es “una bomba de tiempo”, según expertos.
Sin embargo, la mayoría de la gente que se dedica a “presumir” el día a día de sus pequeños, en diversas plataformas digitales, no lo saben, pero están llevando a cabo una práctica llamada ‘sharenting’.
Este concepto surge como una nueva forma de comunicarse y compartir, a través de imágenes y publicaciones, la manera de sentir y vivir, así como las actividades diarias de tus hijos, con los amigos.
En México, el concepto es desconocido, es decir, no es usual escucharlo; se trata más bien de un anglicismo compuesto de dos términos: share (compartir) y parenting (crianza o ser padres). Por eso, la expresión significa compartir en redes sociales fotos e información de los hijos y su crecimiento.
“No está bien que los padres suban fotos hoy en día de los hijos, punto. Simplemente porque estamos en tiempos complicados, donde, una simple foto puede atraer al delincuente de varias maneras”, dice en entrevista con Once Noticias, Jazmín Botello, especialista pediátrica en cuidados intensivos.
El comportamiento de los padres al incurrir en esta práctica en las redes sociales, según la experta, tiene que ver con dos factores: el hecho de estar orgullosos y ser protectores de los infantes. Una idea contraria a los resultados que se podrían obtener con difundir fotos de ellos.
A ellos, explica, les encantaría que sus contactos de Facebook lo supieran todo sobre sus hijos. Y se encargan de hacerlo publicando con cada foto y anécdota.
“Este punto, es sumamente delicado, ¿por qué? Porque precisamente, esto puede ser un ‘plato a la carta’ para estafadores, y delincuentes que se enfocan a la pornografía infantil, ciberacoso, ciberbullying o cibersuplantación de identidad”, advierte.
Y es que los padres, ven esta situación, desde una óptica diferente y lejos de la realidad -donde los acosadores y estafadores acechan-. Pero Botello insiste en su negativa a que los padres vean esta práctica como un tema inocente.
“Repito, esto es un error; el sólo hecho de publicar una foto sin el permiso del menor, es indecente y un ilícito, mucho cuidado. Ya sabemos que los pequeños ni idea tienen de ello, pero los adultos deben saber que, están exponiendo, vendiendo y violando la intimidad de sus hijos”, sostiene.
Por los anteriores motivos, la experta considera que se debe pensar si será positivo o no para toda la familia que algunas imágenes permanezcan en Internet.
¿Qué medidas se pueden tomar?
Especialistas en seguridad informática recomiendan:
- Aplicar ajustes de privacidad
- Que los padres estén seguros de qué datos están haciendo públicos sobre sus hijos. Tanto Facebook como Instagram cuentan con opciones para limitar contenido.
- Desactivar las funciones de ubicación y geolocalización a la hora de compartir las imágenes.
- No dar demasiada información sobre la vida privada del pequeño, sobre todo, si no se sabe a ciencia cierta quién puede ver o usar esos datos.
- No mostrar la cara del niño, para proteger así su identidad.