Aunque en los últimos años en México se ha avanzado hacia un camino equitativo entre hombres y mujeres en la educación, la balanza se sigue inclinando hacia el género masculino, coincidieron rectoras de universidades en el país.
Por ejemplo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) únicamente 60.6% de las mujeres de entre tres a 29 años de edad, asiste a la escuela en México.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señala que en el nivel medio superior hay una mayor representación de mujeres comparada con hombres; sin embargo, los datos de Inegi revelan que de la población de 15 años y más, seis de cada 10 personas sin educación son mujeres.
Andrea Valenzuela, rectora de la Universidad Latinoamericana (ULA), señala que en México existen aún grandes retos para que exista igualdad respecto al acceso educativo entre hombres y mujeres.
“En el caso de México en nivel medio superior, los números pueden considerarse alentadores pues tenemos 86.4% de representación de las mujeres, frente a 78.6% de los hombres. Sin embargo, de acuerdo con datos de la UNAM y la SEP, durante 2020 se dio la baja de 3% de mujeres respecto a 2019, mientras que para los hombres el porcentaje fue de 1%”, asegura la rectora.
Por su parte, Ludivina Herrera, rectora de la Universidad Tres Culturas (UTC), afirma que existen diversos factores socioculturales que obstaculizan el acceso a la educación de las mujeres en México.
“Por ejemplo, las mujeres se dedican cinco veces más que los hombres a labores domésticas, principalmente en los estados más pobres de la República, ya que la mujer es una pieza fundamental de aporte a la economía familiar, o por causa de embarazos tempranos, la mujer suele quedar rezagada en educación antes que el hombre en una misma familia”, afirma Herrera.
Ludivina Herrera señala que incluso hay otros factores más allá de la educación que son una barrera al cierre de la brecha de género.
Por ejemplo, de 45% de mujeres que tienen oportunidad de trabajar, sólo 5.2% tendrá acceso a una posición directiva y ganará en promedio 34% menos que un hombre en igualdad de circunstancias. En cuanto a avances en los poderes mexicanos, sólo 30% de las posiciones del Gobierno Federal son ocupadas por mujeres, advierte la rectora.
Coincidieron que la brecha de género, salarial y en general la inequidad se debe en gran medida a razones culturales propias de México y también a las prácticas discriminatorias que muchas veces ocurren en las empresas.
Andrea Valenzuela de la ULA señala que menos de 1 de cada 5 mujeres egresadas en educación superior en México participa en el mercado laboral, lo que representa una tasa de inactividad tres veces mayor que la de los egresados varones.
“No existen políticas empresariales de inclusión y desarrollo para mujeres a posiciones de liderazgo que incentiven que una mujer estudie, se gradúe y colabore en su comunidad. Sólo 5.2% de mujeres participan en Consejos de empresas que cotizan en la Bolsa, comparado con un promedio de 20% de participación de mujeres en los países de la OCDE”, detalla Valenzuela.
Para Ludivina Herrera, es necesario redistribuir las oportunidades educativas y los beneficios laborales para cerrar las brechas de género que existen en la educación mexicana.
“Es muy importante trabajar por esta igualdad y allanar el camino para nuestras estudiantes en cuanto a abrirles la mente y la visión con experiencias internacionales, proyectos conjuntos con otras instituciones, convenios que permitan certificar y profesionalizarse y, sobre todo, la claridad y el reconocimiento de sus fortalezas y empoderamiento personal”, agrega la experta.