Reportajes especiales

“He buscado sola durante 12 años a mi hijo, nadie salió a investigar”

Graciela Gutiérrez, de 58 años, busca a su hijo Juan Manuel Chávez Gutiérrez, desaparecido el 1 de marzo de 2009 en Chalco, Estado de México.

La VI Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas iniciaba sus labores en uno de los puntos señalados como panteón clandestino cuando la señora Graciela llegó de imprevisto y sin mayor compañía que su vecina.

La mujer se enteró de este trabajo por las noticias de la televisión que anunciaban la llegada de la brigada a Morelos y fue así como decidió salir e incorporarse al grupo.

Después de 12 años de caminar, investigar y buscar sola, encontró una familia que la recibió con abrazos y aplausos, como mostrándole que no estaba sola y que eran más de 90 mil las familias que caminaban en la misma ruta.

Juan (23 años) era el hijo más pequeño de los tres que tuvo Graciela, ahora tiene ocho nietos, de los cuales tres son de Juan.

Mi hijo vendía pollos, y aparte de la vendimia en la noche tocaba el violín y cantaba, su canción favorita para cantar era “En tu pelo tengo yo”. Yo llegué aquí porque quería dejarle paz a alguien y terminar con la incertidumbre de qué es lo que pasó con mi hijo. Siempre he buscado sola o a veces con el apoyo de la familia vamos a Taxco, Michoacán, Puebla, Morelos, a donde sea, hasta a las fosas de San Fernando fui a ver si encontraba algo, pero siempre es los mismo, nos dicen que no hay nada. Las autoridades nunca me apoyaron, nunca hubo alguien que saliera a investigar”, reclamó Graciela, con sus 12 años de búsqueda.

Salió de casa tras su jornada de trabajo y estaba decido a ir al palenque del pueblo a pasar un buen rato. A su casa llegaron amigos suyos en una camioneta, que manejaba Juan Pacheco, y los hermanos Salvador y Roberto de la Rosa, para salir juntos al festejo. Se sabe que llegaron al palenque porque unos vecinos escucharon que querían ir a comprar gallos para jugarlos y de ahí no se supo más.

Al año de la desaparición, la familia de los hermanos dijeron que ya no saldrían a buscar más a los muchachos. La señora recorrió ranchos galleros, palenques, y decenas de lugares que la ponían en riesgo.

Cuando llegué al rancho Santa Rosa no había nadie, solo vi los gallos al aire libre. El dueño del lugar se entrevistó conmigo porque él tenía un hijo que había sido secuestrado y por eso se sentó a escucharme, pero él dijo que no sabía nada. Nadie me acompañaba, siempre hice de investigadora yo sola. Yo me pregunto cómo le hacen para que haya cuatro desaparecidos y no se sepa nada no de ellos, ni de la camioneta, no sabemos nada, mi mente vuela cada que pienso qué es lo que pudo pasar. Yo pedía que detuvieran a la mujer de Juan Pacheco, porque ella puede saber algo, pero se tardaron mucho y cuando la querían llamar ya se había dado a la fuga”, detalló la buscadora.

La señora llegó con la brigada buscando y transbordador de pueblito en pueblito hasta llegar justo al punto donde las familias buscaban. Fue preguntando de persona en persona, hasta dar con las rastreadoras que la recibieron como parte de su familia.

“Ahora en la brigada veníamos a buscar a todos, todos los que están desaparecidos. A veces nos tratan como ignorantes y nos dicen que están investigando, pero si reclaman para la gasolina, las copias y muchos dineros, pero es pura mentira porque esa gente es floja y no quiere trabajar. Sólo nos piden que dejemos el ADN y ya con eso tenemos que esperar a que nos llamen. Pero no podemos estar así, yo tengo que salir a buscar”, dijo Graciela.

En todos estos años no se ha vinculado con ningún colectivo y sólo en un par de ocasiones asistió a la marcha del 10 de mayo, cuando las madres de los desaparecidos toman las calles de Ciudad de México, sin embargo, nunca se sumó a ningún movimiento.

“Mi familia ya me cuida porque no quieren que salga a buscar, por eso me salgo a buscar y ellos me dicen que estoy loca y yo les respondo que estoy loca de dolor, porque me cala hasta los huesos. Mi hijo tiene a sus tres niños que lo siguen esperando, pero es mi nuera quien se hace cargo de los niños. Es una historia muy triste. Yo lo que pediría es un verdadero apoyo de las autoridades porque siempre me dan largas y no sabemos nada. Para el gobierno hay otras prioridades mayores que encontrar a nuestros (90 mil) desaparecidos. Hay gente muy mala que está en las autoridades. Pero es la gente buena como las compañeras que están aquí, quienes nos mantiene en búsqueda”, concluyó la buscadora.

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