El patrimonio lingüístico en América Latina es un tesoro asediado por el tiempo, la celeridad de la globalización y, por ende, los peligros de la extinción. Cuando alguna persona hablante de lengua indígena muere, consigo muere también una cosmovisión del mundo, por lo que existe el enorme desafío de revitalizar las lenguas, entes vivos de la cultura de los pueblos.
El avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el alcance de redes sociales, posibilitan que las nuevas generaciones impulsen proyectos que busquen no sólo su preservación, dado que la lengua no es un ente estático, sino mantener vivas las lenguas indígenas, de ahí la novedad del proyecto colaborativo de Activismo Digital de las Lenguas Indígenas.
Once Noticias conversó con Marco Antonio Martínez Pérez, un joven hablante de ayöök (originario de la región mixe en Oaxaca) quien es colaborador de Rising Voices y de Activismo Digital de Lenguas Indígenas, sobre el proyecto, el panorama de las lenguas en México y el reto para revitalizar las lenguas indígenas en la actualidad y en las nuevas generaciones.
Activismo Digital de Lenguas Indígenas, el proyecto
Activismo Digital de Lenguas Indígenas es una cuenta rotativa en redes sociales, en la que cada semana un anfitrión o anfitriona comparte todo sobre su lengua originaria y cultura.
Los visitantes encuentran videos, imágenes, encuentros virtuales, charlas y otros proyectos sobre las lenguas indígenas de América Latina y de México.
Marco Martínez relata a Once Noticias que @ActLengua nació en el año 2019 a raíz de la proclamación del Año Internacional de las Lenguas Indígenas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese contexto, el objetivo era sumarse a los distintos proyectos que surgieron por esa proclamación utilizando las herramientas digitales.
Fue así que se ideó un espacio en el que los activistas, en su propia pluma y voz, dieran a conocer su cultura y lengua.
“La intención de hacerla rotativa fue para que cada quien expusiera lo propio, sin un guion”, comparte Marco.
Este proyecto fue consecuencia de un encuentro anterior de activismo de lenguas indígenas que se dio en el año 2014, convocado por distintos colectivos como Rising Voices, Biblioteca Fray de Córdova, Surco y otras organizaciones, para llevarlo a redes sociales y tener mayor alcance.
“Hace dos años, buscamos identificar a compañeros y compañeras que realizan trabajo digital, no necesariamente gente que usa sólo redes sociales. Por trabajo digital me refiero a que pueden tener una radio comunitaria, podcast, un canal de YouTube. Se les da acceso por una semana y son libres de publicar la información que deseen, hay libertad absoluta. Algo muy beneficioso es que cada uno o una lo hace desde sus perfiles”, acota el activista.
Con un tweet no se revitaliza una lengua
Los medios digitales juegan un papel importante porque posibilitan que la información llegue a espacios lejanos e (in) imaginados. Marco reflexiona que en el caso de las lenguas indígenas tienen algunas ventajas porque permite, entre otras cosas, visibilizarlas y un proceso de documentación:
“esa es la labor hacia el exterior, porque la gente que es usuaria de Twitter y que quizá no tiene posibilidad de interactuar con otras lenguas o culturas, puede conocer que hay una lengua que se llama ayöök y se habla en el estado de Oaxaca. Nos permite documentar nuestras lenguas, incluso usando hashtag. Me imagino los hashtag como crear pequeñas cajitas”, señala a Once Noticias.
No obstante, enfatiza que con tweet no se revitaliza una lengua:
“hacer 5 tweets no significa que estemos generando cinco hablantes de la lengua. Lo que estamos logrando es posicionar las lenguas igual que el español o el inglés. Hemos documentado incluso reclamos de cuando se generan hashtags en lenguas indígenas, se cortan, no así en español. Entonces suma en el sentido de que podemos colocar nuestras lenguas en el mismo nivel que el español”.
Y es que revitalizar las lenguas indígenas ha sido una de las preocupaciones de la lingüística, pero también del campo antropológico y de los estudios culturales y sociales. Revitalizar significa “rescatar” a las lenguas en estado de agonía, como una necesidad apremiante ante la inminente pérdida o extinción de ellas. Cuando las personas dejan de transmitir a su descendencia las lenguas originarias responden a procesos de discriminación, rechazo, marginación.
No obstante, al respecto Marco señala que los procesos de revitalización no tienen que ver con “salvar” a una lengua sino con que existen personas interesadas en difundir, documentar y dar a conocer la lengua.
En ese tenor, por ejemplo, Elías Córdova Gil, maestro en Estudios Culturales por El Colef, profesor e investigador de lengua nahuat en El Salvador, menciona en una investigación sobre la cultura náhuat pipil en aquel país, que esa lengua es una de las que están en riesgo, según una lista de UNESCO, dado que el número de nahuahablantes se ha reducido a más de la mitad.
En el caso de México, por otro lado, las lenguas que menos hablantes tienen es Awakateco (20), Kickapoo (63), Kiliwa (76) y Oluteco (77), detalla INEGI 2020.
La pérdida o extinción de las lenguas son procesos que no se dan de un día para otro sino que se enmarcan en un contexto que posibilita que se pierdan, y que responde a la celeridad de la globalización, de la imposición del sistema capitalista, el colonialismo y los efectos de homogeneización.
Por ejemplo, en El Salvador durante mucho tiempo se negó la existencia de la población indígena; fue hasta 2014 que se reconoció constitucionalmente la presencia de los pueblos indígenas. Incluso la población náhuat-pipil fue perseguida luego de la Matanza de 1932, explica Córdova Gil.
Marco subraya que en la actualidad las TICS, medios digitales y redes sociales permiten ser espacios en los que puede haber gran resonancia entre las nuevas generaciones, aunque el trabajo pesado es en campo:
“A nivel institucional se pueden conmemorar los días de los pueblos indígenas, pero no pasan de un evento como tal. El trabajo es desde abajo, son los hablantes quienes están trabajando, ahí está la tarea es difícil, ahí radican los procesos de la revitalización”, indica.
El ejemplo que señala fue el de la pandemia: fueron los propios hablantes quienes se dieron a la tarea de atender la traducción del español a sus lenguas las indicaciones e información relativa a COVID-19. Ellos hicieron material visual bilingüe para que los pueblos indígenas se informaran sobre medidas, acciones y hasta indicaciones más básicas.
Para revitalizar una lengua se requiere un trabajo en conjunto que involucra hablantes, activistas, organizaciones, academia, instituciones y al Estado, tal como señala Córdova en su investigación. Sin embargo, no basta reconocer que un país tiene población indígena sino también de generar las condiciones económicas, sociales, culturales para garantizar sus derechos vitales y con ello su reconocimiento.
El desafío
Activismo Digital de Lenguas Indígenas no se limita a generar contenido en redes sino que también hay capacitaciones, talleres, cursos y actividades en campo, entre quienes forman parte de la red. Hasta ahora suman 15 mil seguidores, y están en la cuarta temporada que se extiende hasta agosto.
Si las personas hablantes de algunas lenguas están interesadas en formar parte de esta red pueden mandar su proyecto a través de las redes de @ActLenguas.
Marcó concluyó que las personas pueden acercarse a conocer la diversidad lingüística de la región y el país, a través del proyecto, pero también hizo una ferviente invitación para combatir el racismo y discriminación hacia los pueblos indígenas.