Faltan dos meses para que Karen Alondra Guerrero Borboa viaje a Natal, Brasil, con el objetivo de participar en una misión para explorar Marte.
Serán 12 días que la mexiquense, originaria de Toluca, tendrá la oportunidad de conocer los desafíos a los que se enfrentan los y las astronautas en el espacio, en un viaje que simulará el hábitat del “planeta rojo”.
A Karen le brillan los ojos cuando comienza a hablar sobre las estrellas y el espacio. Desde pequeña tuvo curiosidad por la inmensidad y el infinito. Pese a su corta edad, apenas 22 años, sabe que el camino hacia las estrellas fue trazado desde tiempo atrás –y le anteceden otras mujeres–, pero que el sueño de alcanzarlas está cada vez más cerca.
Karen es reconocida como la primera astronauta análoga del Estado de México, un título que porta con orgullo, aunque sus mejillas se sonrojan y las comisuras de sus labios dibujan pequeñas sonrisas al escuchar decirlo. El camino no ha sido sencillo, aunque para ella nada la limita ni en la tierra ni el espacio.
Once Noticias conversó con Karen Guerrero para conocer más sobre su próxima misión, sus investigaciones y su aspiración por aportar al sector de América Latina.
El sueño espacial
Desde muy pequeña se sintió atraída por saber qué había en el espacio. Su imaginación siempre la llevaba años luz a estar cerca de las estrellas y hasta de la luna.
Fue una niña curiosa y dedicada a sus estudios. Desde pequeña supo que quería ser astronauta, aunque fue hasta que comenzó los estudios universitarios que decidió labrar el camino al espacio.
Actualmente cursa la carrera de aviación, lo que la ha permitido estar mucho más cerca de su objetivo.
“Quería conectar la carrera con el interés espacial. El sector de aviación es importante porque es como la introducción a los vuelos espaciales”, señaló.
Radica en Toluca y pronto viajará a diversos países de América Latina para emprender la aventura cosmonauta.
Ser astronauta análoga tiene una gran importancia para las misiones espaciales de simulación, tal como explica Karen. Las pruebas se realizan en la Tierra –en las que se utilizan entornos naturales y artificiales–, para simular las misiones en planetas o a bordo de cohetes.
Los cuerpos celestes más comunes para hacer estas misiones son Marte y la Luna.
Viajar al espacio va más allá de sólo subirse a un cohete, implica una serie de condiciones en los que astronautas y cosmonautas deben entrenar arduamente y someterse a una serie de pruebas para conocer las condiciones climatológicas, atmosféricas y gravitatorias.
En esa parte del entrenamiento “también vamos a trabajar recetas, por ejemplo, la tortilla es muy importante y le voy a enseñar a la tripulación a hacer tortillas. Es un elemento importante de la dieta de astronautas”, relató Karen.
Posteriormente, las (os) viajeras (os) son enviadas (os) a cápsulas de simulación, para entrenar el confinamiento en espacios cerrados y estudiar los impactos a nivel físico y psicológico.
Karen participará en mayo en la estación análoga espacial en Natal, Brasil, llamado ‘Hábitat Marte’ y compartirá la aventura con una tripulación internacional. Cuenta que se suma también una visita para presentar su investigación al desierto de Atacama en Chile y al Congreso Internacional del Espacio de Latinoamérica y el Caribe, en República Dominicana.
La joven astronauta análoga señala que su objetivo es involucrarse en el sector espacial en América Latina. Considera que en el extranjero hay oportunidades; sin embargo visualiza que en la región hay un enorme potencial espacial.
Las mujeres en el espacio
A Karen le anteceden otras mujeres como astronautas análogas. Han sido también su inspiración. Al conversar sobre ello compartió que siente enorme admiración por Carmen Félix, ingeniera y científica espacial originaria de Culiacán, Sinaloa, reconocida por ser la primera astronauta análoga de este país en una simulación llevada a cabo por la NASA en el Mars Desert Research Station.
“La admiro por lo poderosa que es y es un ejemplo muy cercano a mi realidad, porque aparte de ser mujer, es mexicana, es algo muy especial. A parte ella siempre platica cómo ha crecido […] Y eso es muy importante. Cuando uno logra algo también debe compartirlo, ella comparte sus conocimientos con los demás y eso para mí es muy importante”.
¿Qué hace falta para incentivar que más niñas se interesen por el espacio?
“Hace falta escuchar a las niñas y mujeres, tener acercamiento con ellas, porque muchas veces tienen el interés, pero se queda en el mensaje. Soy de la idea que una debe inspirar a las niñas y te debes acercar a ellas. Cuando las miras y escuchas sus sueños, puedes dar un consejo de que sí se puede. Yo creo que los sueños son 50% pasión y motivación; el otro 50% es disciplina y la formación”, enfatiza Karen.
La mexiquense suma a decir que considera fundamental tener la inspiración en otras mujeres, porque es como una cadena “una mujer inspira a otra y otra. Ver a otras mujeres en la ciencia ayuda a que las niñas tengan el eco de que los sueños se pueden hacer posibles. Por eso hay que motivarlas y contar tu historia”.
Karen vislumbra que a veces también ser mujer y joven puede implicar un reto grande en un sector que se compone de muchas personas adultas y de hombres, aunque cada vez más mujeres han entrado a trabajar a este sector. Afirma que eso puede limitar sólo en ir más lento, por falta de experiencia, pero que el reto radica en ser persistente y ser fiel a los proyectos y sueños.
Mensaje para las niñas y mujeres de Once Noticias
Karen con una gran sonrisa destacó que ninguna niña ni ninguna mujer deben permitir que les pongan límites a sus sueños:
“no permitan que nadie les diga que el cielo es un límite cuando ya se tienen pisadas en la Luna. Me emociona decir que, en 2024, la primera mujer pisará la Luna, entonces, si no tenemos límites en el espacio, por qué los vamos a tener en la Tierra”, concluye la astronauta análoga mexiquense.