Reportajes especiales

Solidaridad alienta la resistencia por el agua y la vida en región cholulteca

Los Pueblos Unidos denuncian que pese a la represión y criminalización, resisten en tiempos de pandemia

La lucha por los territorios y el agua, pese a la pandemia, ha sido fundamental para los pueblos unidos de la región cholulteca y del Izta-Popo. En un diálogo en la casa de los pueblos Altepelmecalli, sobre las ruinas de Bonafont, en el municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, los Pueblos Unidos compartieron que pese a todas las situaciones de represión y criminalización resisten. Recordaron que el pasado 21 de noviembre, los Pueblos Unidos denunciaron agresiones por parte de un grupo de choque, que golpearon a hombres y mujeres –entre quienes se encontraban adultos y adultas mayores– en una asamblea convocada por el presidente municipal  de Juan C. Bonilla, José Cinto Bernal, para abrir las instalaciones del Registro Civil sin consultar con las autoridades pertinentes según lo dictan los usos y costumbres. En ese momento hubo ocho personas detenidas, entre quienes se encontraban los comunicadores populares Alejandro Torres y Michel Torres, en Santa María Zacatepec; posteriormente fueron liberados.
“El día 21 de noviembre en Zacatepec, […] se convocó a la Asamblea con el presidente José Cinto Bernal, con la policía y un grupo de golpeadores y algunas personas, aproximadamente 150 personas, en las que se inició la reunión, luego fueron golpeados los compañeros. Aproximadamente 15 personas golpeando a cada compañero los atacaron brutalmente, y también a un compañero comunicador: Alejandro Torres. Él estaba grabando, estaba sentado, lo cual todos llegaron a golpearlo y la policía lo detuvo y se llevó a la comandancia municipal. Después le dijeron que dijera que lo protegió la policía. Le dijeron que repitiera eso, para que aparentemente los medios saliera que fue protegido, pero no señores, él fue golpeado, tenemos las evidencias”, señaló una de las representantes.
La representante denunció que también fue golpeada por una mujer, por lo que señaló que era vergonzoso que eso ocurriera ya que obedecían a los intereses de los políticos y de los capitalistas, “el señor Ricardo Ordaz Pérez, condujo la asamblea y en ningún momento intervino la policía para detener a los golpeadores, pero bueno, ya sabemos que todo eso estaba armado, pero resistimos y acá estamos y vamos a seguir adelante”, enfatizó. En el diálogo también participó Carlos González del Congreso Nacional Indígena, quien dijo que los pueblos de la región han llevado una lucha ejemplar en la defensa del territorio. “Han resistido al Proyecto Integral Morelos, al proyecto Río Metlapanapa y la toma de Bonafont. Han dado una muestra de lo que creo que tendríamos que estar haciendo los explotados y despojado en este país”, señaló.
“La toma del INPI o la toma de Bonafont, son el ejemplo de que si tenemos decisión, los pueblos y las mayoría, podemos acabar con lo que nos han hecho un reducido grupo de empresario y millonarios que han abusado de nosotros y nosotras. La lucha por el agua es la lucha por el territorio, por la tierra y por la vida, no por nada, hemos llamado en la lengua náhuatl Altepelmelcalli. Una es agua otra es cerros, un pueblo está construido por el agua y por las tierras que ocupa”, denunció.
Raúl Zibechi, periodista e investigador uruguayo, invitado también al diálogo, enfatizó que los pueblos no sólo resisten contra de la muerte sino que además crean vida. Dijo que la lucha de los Pueblos Unidos es referente para los pueblos de América Latina. “El objetivo es el despojo, y para ello utilizan la violencia. Es una guerra del capital para seguir enriqueciendo […] la guerra es un medio para fortalecer al despojo”, criticó. Resaltó que estas luchas son notables debido a que se han gestado en medio del contexto sanitario, ya que pese a la enorme dificultad para organizarse, “los pueblos han tomando ofensivas enormes, no sólo en México sino en otras partes de América Latina” y recordó el caso de Colombia, en las movilizaciones que se realizaron en este año para rechazar las iniciativas del presidente Duque.
“También el caso de Perú, que derribaron un gobierno, en Chile, Bolivia, sucedió en muchos países que los pueblos dijeron ¡basta!. Si no frenamos a esta maquina de muerte, por si sola nunca se va a frenar. Acumular con base a la muerte y destrucción, la represión en contra la dignidad y la resistencia”, indicó el investigador y periodista.
Los Pueblos Unidos concluyeron que la solidaridad es un aliento para continuar alimentando la lucha y resistencia. La toma de la planta inició con la clausura de la planta embotelladora francesa, Bonafont, el 17 de marzo de este año. Posteriormente, el 8 de agosto, natalicio de Emiliano Zapata, los Pueblos Unidos tomaron la planta para convertirla en Casa de los Pueblos Altepelmecalli, en donde se gestan proyectos de educación, salud, comunicación, justicia, cooperativas,  organización de mujeres, arte, deporte, cultura y trueque en beneficio de las comunidades.

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