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Tecnología | Bumble combate el sexismo desde las aplicaciones para citas

¿Quién inicia la conversación?

Bumble combate el sexismo desde las aplicaciones para citas

El siglo XXI se ha caracterizado por su veloz y voraz desarrollo tecnológico. La actualidad, también conocida como la era digital, promete continuar expandiéndose.

  • Las nuevas tecnologías permean cada vez más aspectos de la vida humana. Y si bien esta realidad ya tenía dimensiones inesperadas, la crisis sanitaria que atraviesa la humanidad de manera global, ha incrementado las interacciones virtuales y digitales a ritmos prácticamente inmensurables.

Clases en línea, telemedicina, trabajo remoto, videollamadas, funerales, cumpleaños y graduaciones virtuales, son sólo unos cuantos ejemplos de cómo las relaciones humanas se han transformado y han migrado parcial o totalmente a plataformas virtuales.

El amor en los tiempos de las apps

El amor, el coqueteo, los ligues, conocer a alguien, no son la excepción. La sociedad sigue en la búsqueda de conectar con otras personas, establecer vínculos y relacionarse sexoafectivamente, pero la diferencia es que ahora es a través de dispositivos y en espacios virtuales. 

  • En este contexto, desde hace décadas, surgieron las páginas para entablar relaciones. Conforme la tecnología ha ido evolucionando, éstas se han transformado y ya llegaron a una de sus facetas más populares: las aplicaciones de citas.

El mundo de las apps para buscar pareja, tener encuentros sexuales o simplemente conocer a alguien con quien platicar o tomar un café tienen una audiencia cada vez más grande; y eso ha incrementado a raíz del confinamiento por la pandemia de Covid-19. Además, los estigmas sociales asociados a estas prácticas han disminuido; son cada vez más aceptadas y naturalizadas en la cotidianidad de múltiples sectores sociales.

No todo es lo que parece. Además de las “bondades” de la “dimensión virtual”, ésta reproduce estructuras y sistemas de la “dimensión análoga”. Es así que las aplicaciones para citas son también espacio para violencia, racismo, homofobia, transfobia, machismo, misoginia y un sinfín de expresiones discriminatorias y peligrosas.

En un intento por transformar contrarrestar esto, sin renunciar a la oportunidad de conocer gente nueva a través de una plataforma digital, surge Bumble.

Bumble, las mujeres tienen la iniciativa

En el 2012 surgió Tinder, considerada hasta la fecha como la aplicación de citas más popular. Estas apps son una especie de red social ya que permiten establecer comunicación e interacciones entre los usuarios, reflejan sus hábitos de consumo e intereses, entre otras funciones que las ubican en un universo más amplio que sólo el de las aplicaciones móviles. 

Entre los miembros fundadores de Tinder estaba Whitney Wolfe Herd, quien a los dos años dejó la compañía. Tras demandar por discriminación sexual y acoso a la empresa, en 2014 Wolfe fundó Bumble.

  • Además de su pésima experiencia personal y profesional al interior del equipo corporativo, Wolfe detectó muchas fallas en Tinder, por ejemplo, la gran cantidad de fotos inapropiadas, conductas violentas, sexistas y situaciones de riesgo de acoso, abuso sexual y hasta la posible trata de personas.

Al crear Bumble su misión era muy clara: hacer una aplicación de citas que no reprodujera las violencias machistas; una app feminista para transformar las dinámicas de ligue y conquista.

  • Como fundadora y CEO de Bumble a los 25 años, Wolfe se convirtió en una de las 30 mujeres más poderosas en el mundo. Se estima que su compañía se valúa en al menos 1 billón de dólares, sus usuarios rebasan los 55 millones y su popularidad se mantiene al  alza desde su lanzamiento.

¿Cómo funciona?

Para usar Bumble debes descargarla en un dispositivo móvil, para lo que necesitas tener un número telefónico o una cuenta de Facebook. Su descarga es gratuita.

Creas un perfil con fotos, nombre, edad y una descripción de ti, que es bastante libre. La aplicación provee ejemplos y preguntas para quienes encuentren difícil esta parte.

Después, eliges con quiénes quieres que la app “te empareje” para lo cual determinas el o los sexos de tu interés, un rango de edad y un diámetro de kilómetros a la redonda, ya que la aplicación funciona por georeferencia, es decir que te arrojará resultados únicamente de personas que se encuentren al interior del diámetro de tu preferencia. Esto se debe a que de este modo es mucho más posible que el encuentro virtual se transforme en un encuentro presencial y el coqueteo digital pueda llevarse a planos físicos si así lo deciden ambos usuarios.

Si un perfil te interesa, “das a la derecha” es decir que indicas a la plataforma que esa persona te gusta, si no “das a la izquierda” desechando permanentemente esa opción. Si los dos usuarios “dan a la derecha” entonces se hace un match o una coincidencia. El siguiente paso es la conversación, y es aquí donde Bumble es diferente a todas las otras aplicaciones.

La diferencia

La particularidad de Bumble radica principalmente en sus dinámicas de conversación.

La aplicación permite buscar: “Chicos, Chicas, Todos”. En el caso de las parejas heterosexuales, únicamente la mujer puede iniciar la conversación. El match tiene un tiempo de vida de 24 horas durante las cuales la mujer tiene derecho a comenzar la plática, en caso de que no lo haga, el match se desecha y ninguno de los usuarios puede ver el perfil del otro en su bandeja de conversaciones. Los hombres no pueden hablarle a una mujer que no les ha hablado primero.

En el caso de las parejas homosexuales ambas personas pueden iniciar la conversación durante las primeras 24 horas.

  • Y es así como “el primer paso” ha quedado exclusivamente del lado de las mujeres, un cambio que puede percibirse como pequeño pero que representa una modificación estructural sin precedentes en el universo de las aplicaciones y softwares para citas, y tal vez en el universo sexual y romántico en general.

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