Mandatarios y políticos de alto nivel en el mundo, cuestionaron el poder de decisión de los directivos de las redes sociales, para censurar la publicación de opiniones. Considerando que es un atentado que pone en riesgo el paradigma de la libertad de expresión…
Con la suspensión indefinida de las cuentas del presidente estadounidense Donald Trump en Twitter y Facebook, resurge con fuerza el debate sobre la ausencia de normas globales para estos servicios privados que cuentan con millones de usuarios.
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que es posible interferir en la libertad de expresión, pero conforme a límites definidos por el legislador, y no por la dirección de una empresa.
El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, estimó inaceptable la autorregulación que establecen los gigantes digitales.
La vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, aseguró que bloquear a un jefe de Estado podría compararse con una explosión nuclear en el ciberespacio: “no son las destrucciones las que dan miedo, sino las consecuencias”, afirmó en Facebook. “Se ha dado un golpe a los valores democráticos preconizados por la sociedad occidental”, remató.
El comisionado europeo, Thierry Breton, consideró que las plataformas digitales ya no ocultan su responsabilidad.
Y señaló que la censura derrumbó un dogma equiparable al fin de un paradigma con los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, biblioteca virtual sin fines de lucro, dijo que Twitter y Facebook hicieron un mal trabajo con Donald Trump.
Estas plataformas luchan con la información errónea, la desinformación, luchan con el abuso, el mal comportamiento, y yo diría que con Donald Trump hicieron un mal trabajo”, comentó.