Reportajes especiales

Una ciudad con perspectiva de género es fundamental para asegurar movilidad de mujeres

En el año 2020 la tasa de asesinatos de mujeres en la vía pública fue de 2.5 y la tasa de asesinatos en el hogar fue de 1.4

“El reto es regresar a casa, sana y a salvo de agresiones físicas, verbales y de hechos de tránsito. Debe ser fundamental”, señala Delia Ruelas, especialista en temas de movilidad y seguridad vial, a Once Noticias.

Y es que la movilidad tiene una marca de género debido a las experiencias diferenciadas de vivir la ciudad. Las grandes urbes, tal como comparte la especialista, no están diseñadas con este enfoque y perspectiva, para proveer de espacios seguros, con transportes accesibles y asequibles ni con infraestructura que considere las necesidades específicas de este grupo poblacional en un país como México, en el que los números sobre la violencia hacia las mujeres en el espacio público se han elevado.

La organización feminista DATACIVICA detalla que desde 2009, cada año los homicidios de mujeres en el espacio público superan los homicidios de mujeres al interior de las viviendas.

En el año 2020 la tasa de asesinatos de mujeres en la vía pública fue de 2.5 y la tasa de asesinatos de mujeres en el hogar fue de 1.4.

DATACIVICA apunta que desde el año 2000, los asesinatos de mujeres con armas de fuego son la agresión letal más frecuente en los homicidios de mujeres. En 2020, 65% de las mujeres asesinadas en la vía pública murieron por armas de fuego.

La movilidad de las mujeres en CDMX

En Ciudad de México según los resultados de la Encuesta Origen-Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México (Inegi, 2017), las mujeres para movilizarse utilizan tres medios de transporte principales: el colectivo, caminar en la calle y el vehículo particular.

El 49.9% de mujeres encuestadas utilizó transporte público y los hombres 52%. De este, el medio más utilizado es el colectivo: 75.1% de las mujeres lo utilizaron y 78% fueron hombres.

Caminar en la calle fue utilizado por 71.4% de mujeres y sólo 60.3% de hombres. El automóvil fue utilizado por 91.6% de mujeres y 89.8% de hombres.

El taxi fue utilizado como un medio de transporte importante para las mujeres (17.3%) mientras que 9.7% que lo utilizó fueron hombres. La bicicleta fue utilizado por 1.1 % de las mujeres y 3.3% por hombres.

La especialista Delia Ruelas dijo a Once Noticias que en la movilidad se debe considerar que el desplazamiento de las personas debe de hacerse en tiempos eficientes, que sean seguros, asequibles e incluyentes. 

Gran parte de mujeres son cuidadoras (de menores y adultos mayores), además de que el trabajo doméstico lo realiza esta población, por lo que su movilidad tiene especificidades:

 “Llevan a sus hijos a la escuela, los llevan a algunas actividades y son cuidadoras de adultos mayores. Su desplazamiento es mayoritariamente en transporte público, pero también a pie, por lo que son usuarias vulnerables –caminan o se transportan en medios no motorizados–. También dedican gran tiempo para desplazarse y utilizar conexiones para ir a trabajar o estudiar”, precisa la especialista.

Delia Ruelas comparte que nuestro país, principalmente Ciudad de México, ha comenzado a trabajar con el tema.

Uno de esos esfuerzos fue el Plan Estratégico de Género y Movilidad (2019) en el que se propuso trabajar sobre tres problemáticas que enfrentan las mujeres en su movilidad:

  • Reducción de las violencias sexuales y agresiones hacia las mujeres en el Sistema Integrado de Transporte.
  • Fortalecimiento de la paridad de género y la cultura institucional en el sector transporte.
  • Atención de las necesidades y patrones de viaje de las mujeres de forma efectiva.

Dentro de las acciones se puso en marcha la división de los espacios rosas en el transporte público, al respecto, Delia indica que fue una estrategia acertada, para reducir las agresiones en este medio de transporte.

Sin embargo, subrayó que aún queda pendiente homologar una política a nivel nacional que considere también reforzar mecanismos y protocolos para atender la violencia hacia las mujeres porque una de esas problemáticas es la inseguridad a la que se enfrentan en el espacio público.

Seguridad en el espacio público para las mujeres

La literatura especializada en el tema de movilidad asegura que la percepción de inseguridad está atravesada por las relaciones de género. Y es que las mujeres redefinen y restringen su tiempo, su espacio de intercambio y la circulación en la ciudad a partir de estas percepciones negativas en el espacio público, por ejemplo, en espacios oscuros, con poca iluminación o espacios solitarios.

La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) constató que un porcentaje importante de usuarias del transporte público y en la infraestructura de apoyo enfrentan cotidianamente diversos tipos de agresiones de manera frecuente y reiterada.

“En ciudades como Bogotá, Ciudad de México, Lima y Santiago, al menos 6 de cada 10 mujeres han sufrido actos de abuso y/o acoso sexual en el espacio público, especialmente en el transporte público. Esta situación afecta principalmente a mujeres jóvenes y adolescentes, estudiantes y trabajadoras, de estratos medios y medios bajos, que usan diariamente los diversos modos de transporte público, la mayoría de las cuales no dispone de alternativas eficientes para desplazarse por la ciudad”, señalan los investigadores Rozas Balbontín y Salazar Arredondo (CEPAL, 2015).

Delia coincidió y dijo que las autoridades deben considerar senderos seguros con calles iluminadas, libres de obstáculos para una visibilidad de 360 grados, con vigilancia constante:

“Debe haber atención en infraestructura y en diseño vial, por ejemplo, las banquetas deben tener dimensiones correctas y apegarse a lineamientos. También se deben promover e incentivar los desplazamientos alternativos como andar en bicicleta”.

Resaltó que también es importante supervisar el transporte público, evaluar los programas continuos de movilidad y que no deben ser pensados para una administración sino con la finalidad de darle continuidad, para asegurar que funcione.

La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, en su objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles plantea la necesidad de hacer que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Aunado a ello hay dos metas específicas que derivan de ese objetivo:

  • La meta 11.2 que recomienda proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles y accesibles, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres.
  • La meta 11.7 hace un llamado para promover acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres.

CEPAL señala que para avanzar en ellas se precisa, principalmente, avanzar en el reconocimiento del derecho de las mujeres a la ciudad y el hábitat.

Esta organización junto a ONU-Mujeres preveía, desde hace algunos años, la urgencia de revertir las brechas de género en relación a la movilidad, al uso del espacio público y los servicios, a la segregación residencial socioeconómica y al uso del tiempo.

Dadas las tendencias de urbanización y crecimiento demográfico, estos organismos urgen a que las mujeres y las niñas accedan a sistemas de transporte seguros, asequibles y accesibles porque no solo contribuirá a reducir la violencia de género, sino que será fundamental para avanzar también con el acceso a la educación, al empleo, a los servicios de salud o de cuidados.

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