Reportajes especiales

Usuaria compró medicamentos y en la farmacia le ‘vaciaron’ su tarjeta

Cristina Ortega autorizó con firma electrónica un pago por sus medicamentos, pero más tarde le llegó otro cargo

Cristina Ortega tiene desprendimiento de retina y una discapacidad que la obliga a andar en bastón. A sus 49 años es desempleada y sólo busca tener los recursos suficientes para comprar la medicación que le ayude a apaciguar sus padecimientos.

“En esta búsqueda por aprovechar al máximo cualquier oferta o descuento, se dio la oportunidad de canjear unos cupones en la Farmacia Benavides. Se trata del medicamento Corneregel, que sirve para quitar una especie de escamas y que no evolucione el mal. El pasado 9 de diciembre obtuve un descuento de 100 pesos. Quería más, pero no había. Bajo pedido solicité otras dos”, comentó Cristina.

Con más de 20 farmacéuticas de origen indio instaladas en territorio nacional, México es el principal consumidor de medicamentos en América Latina para India. Bajo estos parámetros, el país asiático ha prometido hacer que nuestro país disponga de medicamentos más baratos, principalmente mediante el envío de productos genéricos. De esta manera, la segunda nación más poblada del mundo se ha convertido en un importante proveedor de productos farmacéuticos para México en los últimos años. Por ello es importante atender a su prioridad de acercarnos medicinas más asequibles.

Mientras el proyecto internacional se materialice, pacientes con enfermedades como las de Cristina Ortega, tienen que invertir, al menos 600 pesos en mínimamente un medicamento. Sumado a ello, enfrentarse a abusos como los que sufrió en la sucursal de Farmacias Benavides, ubicadas en Félix Cuevas, 120, Tlacoquemecatl del Valle, Benito Juárez, en Ciudad de México.

“El 13 de diciembre ya me tenían los dos medicamentos más. Pagué con mi tarjeta de crédito Banamex. Pedí mi respectivo descuento. Me dijeron que no servía su terminal, por lo que me darían una inalámbrica. ‘De la nada’ sacaron una de un cajón. El cobro era de $1173.10, lo autoricé con firma electrónica. Salieron varios tickets. Me entregaron el mío con el descuento reflejado. Al llegar a mi casa, minutos después, me llegó un cargo a mi teléfono: cobro de Banamex por $11,730.10. No daba crédito a lo que estaba pasando”, detalla la señora Ortega.

Según la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las instituciones bancarias tienen la obligación de abonar los cargos no reconocidos a más tardar el segundo día hábil bancario siempre y cuando las operaciones se hayan realizado 48 horas previas a la reclamación. Pero la historia de Cristina fue distinta. Ella “sí” autorizó la transacción.

Para el 14 de diciembre fui a Banamex, donde con toda la naturalidad del mundo me informaron que en Farmacias Benavides son ‘expertos’ en hacer ‘tickets fantasmas’: entregan unos y hacen otros que son los que están reflejando el cobro real. En mi caso, me demostraron que esos $1,173.10 jamás habían sido cobrados como medicamentos. Ni si quiera había número de autorización en el ticket. El cobro de los $11,730.10 fue directo”, relató.

“El siguiente paso fue ir a Farmacia Benavides. Supuestamente no encontraban el ticket de $1173.10. Y aunque yo mostraba toda la calma del mundo, de la bodega salieron dos hombres que con su altura y complexión trataron de intimidarme. Al ver que yo no mostraba actitud negativa, pedí que buscaran entonces el de 11 mil pesos. Ése ‘sí apareció’, con número de autorización y firmado por mí. Con diferencia de 6 minutos entre el de $1173.10 y el de $11,730.10, fue emitido el último”.

En una discusión, en la que Cristina Ortega, acorralada entre dos hombres que no justificaron su presencia y sostenida por un bastón, cuestionó a la gerenta, a quien identificó como Edith “M”, si en la misma Farmacia Benavides tenían productos de 11 mil pesos, y esta última lo negó, tuvo que acceder a la “única alternativa”.

“La gerenta me preguntó hasta dónde quería ‘escalar’ la situación. Pensé que hablaba de la policía, pero no. Se refería a su corporativo. Me dejó claro que ella no podía hacer más que devolverme los $1,173.10 y yo regresarle los medicamentos”, contó Cristina.

A vista de Ortega, el modus operandi de esta sucursal de la Farmacia Benavides está claro: “la gerenta encubre a quien hizo la operación, pues me dijo que el encargado que me había atendido un día antes no estaba. Ella misma reconoció que sí hubo un cobro por tal cantidad, pero me dijo que si quería fuera al corporativo”.

“A su vez, Banamex me explicó que tenía que esperar a que el cobro se reconociera o no. Para el mismo 14 de diciembre ya se había aceptado la transacción. Lo que ahora me queda es: una devolución por $1,173.10, la ausencia de dos medicamentos y el cobro por $11,730.10 que en nada empezará a generar intereses que no podré pagar, y mucho menos mis medicamentos. Realmente tengo la sensación de suicidio”, puntualizó la señora Cristina.

Si tienes una historia por compartir, no olvides mandarnos mensaje a: cgabrielonce@gmail.com
 

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