Entrado el nuevo milenio, una de las preocupaciones, venideras de anteriores revoluciones industriales, era la posmoderna establecimiento de la automatización de “todo”. Es decir, de la sustitución del hombre por las máquinas.
Bajo una posible emergencia del ludismo, que durante la Revolución Industrial destacó por la destrucción de máquinas, a las cuales se les responsabilizaba de la pérdida de la valoración humana; arrancó la primera década del año 2000. Llegó la segunda y entrando a 2020, los esfuerzos continúan. Sin embargo, ese escenario casi supersónico, no ha ganado valor. Sigue siendo una utopía.
En pleno 2022, según los resultados de la encuesta “Toque Humano”, que explica cómo perciben los estudiantes en México la llegada de las tecnologías a los lugares de trabajo, los universitarios han devuelto las imágenes de la angustia que dio entrada al milenio.
Los datos “revelaron algunas sorpresas interesantes y agradables. Casi tres cuartas partes (71.1%) de los estudiantes de Arte, Historia y Literatura han considerado trabajar en el sector tecnológico, lo que supera incluso a los dos tercios (66.7%) de los estudiantes de Ciencias y Matemáticas, quienes han considerado la misma trayectoria profesional”, detalla Elango R., presidente de Adquisición de nuevos clientes en Mphasis, empresa especializada en tecnologías de la información.
El panorama que exponen los resultados de la encuesta reflejan no un interés, sino una preocupación de necesidad tecnológica por parte de los egresados de Sociales y Humanidades, por integrarse en un campo laboral actual y que exige las necesidades mínimas de informática y hacia delante (uso de softwares, herramientas digitales, plataformas…).
Perspectiva de género
Aunque en las carreras tecnológicas predominan los hombres, con 81.3% de los estudiantes en este campo, “nos complace ver que casi tres cuartas partes (74.5%) de las mujeres encuestadas también están considerando un trabajo en el sector tecnológico”, destaca Elango, especialista en recursos humanos.
El estudio de Mphasis revela aquellos aspectos que se priorizan en las ofertas laborales, por ejemplo, la mayoría de los hombres y mujeres eligieron “el salario y las condiciones laborales” (41.3% de las mujeres y 38.5% de los hombres). Sin embargo, las mujeres priorizan “la oportunidad de expresar su carácter y personalidad en el trabajo” (13.9% de las encuestadas frente a 8.9% de los hombres). En cambio, los hombres se inclinan más por “el ambiente laboral, el equipo y los compañeros” (12.3% de los hombres frente al 7.2% de las mujeres).
En otra arista de la perspectiva de género, frente al aumento de la inteligencia artificial, el big data, la realidad virtual y otras nuevas tecnologías en el lugar laboral, las mujeres (47.1%) son más propensas a afirmar que “los valores humanos siguen siendo importantes en determinadas situaciones”, frente a 43.5% de los hombres. Tanto para ellos como para ellas, el aspecto más importante de su desarrollo profesional es “la práctica y el crecimiento laboral”, siendo más de tres cuartas partes (78.4%) de las mujeres las que priorizan este aspecto, en comparación con dos terceras partes (69.6%) de los hombres.
“Lo que estamos viendo es que estudiantes de todos los géneros y perfiles profesionales están preocupados por el creciente papel de la tecnología en el mundo laboral. Pero, al mismo tiempo, muchos siguen creyendo que nuestros rasgos humanos deben seguir siendo lo más valioso en todas las disciplinas profesionales”, comenta Elango.
“Es interesante ver cómo los estudiantes de una determinada profesión tienden a ver su propia área de especialización como la más impactada por la automatización. Por ejemplo, la mayoría de los estudiantes que señalan la manufactura como el área más afectada por la automatización son casi dos tercios (62.2%) de los estudiantes de diseño e ingeniería. Al mismo tiempo, una elevada proporción (32.1%) de los estudiantes en áreas tecnológicas ven su sector (software y hardware) como el más afectado por la automatización”.
Mientras que, precisa, los estudiantes de Derecho (13.9%) identifican la automatización como la que más afecta a los bancos y finanzas.
Esto demuestra que los estudiantes de todas las disciplinas tienen sus propias preocupaciones sobre cómo la automatización y la tecnología afectarán sus funciones laborales en el futuro”.
El valor humano sobre la tecnología
Mphasis encuestó a 600 estudiantes mexicanos, a quienes “se les pidió que explicaran cómo afectaría la tecnología a su libertad para expresar sus opiniones en el trabajo, los estudiantes de Ciencias, Matemáticas y Tecnología fueron los que más se preocuparon por no poder expresar su punto de vista sobre un tema concreto en el trabajo. Ya que, una media de 16.4% está de acuerdo en que ‘el trabajo está cada vez más automatizado’”, agrega Elango.
En contraparte, un tercio (33.9%) de los estudiantes de tecnología también son los más inclinados a responder que “no ven ningún problema con la tecnología, ya que los valores humanos y el carácter siempre van a ser importantes en el trabajo“, en comparación con menos de una quinta parte (18.4%) de los estudiantes de artes y humanidades.
Elango R. sostiene que los resultados refuerzan la afirmación de Mphasis de que, aunque las nuevas tecnologías siguen extendiéndose en todos los aspectos de nuestra vida personal y profesional, personas de todas las profesiones y condiciones siguen creyendo que el “toque humano” continúa siendo una parte esencial en todas las funciones laborales.
Y para muestra un dato concreto: 97.3% de los estudiantes mexicanos en áreas tecnológicas coinciden en que los factores humanos, como la personalidad, los valores personales y el carácter individual, pueden marcar la diferencia con respecto a la implementación de tecnologías.