Un puente distribuidor vial que se construye en Xochimilco ha despertado la inconformidad de los habitantes originarios de la zona. En el año 2019, el Gobierno de Ciudad de México inició la construcción de la obra que podría afectar hectáreas del área protegida.
Once Noticias habló con Alejandro Velázquez, abogado de la Coordinación de Pueblos y Barrios de Xochimilco, para entender el conflicto de la zona.
Es una obra que está prohibida por el programa de manejo, que establece que no se puede hacer más infraestructura de desarrollo urbano en la zona, porque afortunadamente está catalogada como un humedal de importancia nacional y catalogada como patrimonio de la humanidad, y también es parte del área protegida de Xochimilco, aún así el Gobierno capitalino decidió seguir ese proyecto pese a las opiniones contrarias de los habitantes, las universidades y de varios funcionarios que también se opusieron a este puente de cemento”, explicó el abogado
En Xochimilco se escuchan ranas y se ven aves migratorias. Ahora, está cambiado, abunda el cemento, cambiaron los árboles endémicos por cascajo y las especies en peligro de extinción por varillas de metal.
En la zona de construcción era un vaso regulador para evitar inundaciones en los hogares de las personas que habitan por el lugar.
Esta zona será inundada con las lluvias porque llenaron de concreto el humedal, en muy poco tiempo será un problema para las personas que viven en las zonas aledañas, también trae problemas a la biodiversidad porque la Secretaría del medio ambiente y recursos naturales declaró que no sólo había especies en peligro de extinción, sino que también el proyecto puede aumentar la temperatura un grado centígrado y eso puede traer problemas a la fauna que existe aquí, aparte de la contaminación inminente y el flujo de autos por arriba y por abajo del Periférico que dañan nuestro patrimonio cultural”, detalló el Alejandro Velázquez.
La Coordinación de Pueblos y Barrios de Xochimilco lamentó que los habitantes originarios no pudieran decidir sobre esta construcción.
“Este proyecto no consultó a la gente y eso creó problemas, porque se trata de una obra que llegó a cambiar el territorio de todos”, consideraron.
Existe un juicio de amparo sobre el derecho a la consulta, el próximo jueves se decide si la obra detiene su operación en tanto no se haga la consulta.
Compartimos que es un proyecto prohibido y solicitamos que regresen las cosas a como estaban antes y queremos que nos aseguren que no volverá a suceder. Queremos la demolición de la obra, la reparación del daño y la consulta de cuál sería la mejor opción de movilidad sin afectar de manera tan grave el ecosistema. Es una situación decepcionante porque la obra no soluciona los problemas de movilidad. Podemos observar que únicamente se traslada el tráfico, ya que el distribuidor sube de la lateral del Periférico, pero termina bajando a la misma lateral un kilómetro más adelante, sólo trasladan el cuello de botella”, concluyó el abogado.
Desde la Coordinación de pueblos y barrios de Xochimilco aseguraron que “aunque el distribuidor comience a operar, nosotros no bajaremos la guardia hasta lograr la restauración de nuestro territorio”.
Por su parte, el Gobierno capitalino anunció a los medios que esta obra ayudará no solo al transporte privado sino también al público, ya que la zona del Oriente tiene pocas arterias de conexión vial.
Además, aseguran que reducirá los tiempos pues descongestiona un cuello de botella que la gente tardaba más de una hora en pasar.