Reportajes especiales

Violencia digital es otro reto para mujeres periodistas

Las periodistas y comunicadoras se enfrentan a diversas formas de violencia, por su labor profesional y al interior de sus trabajos, redacciones o agencias, lo que dificulta su ejercicio pleno a la libertad de expresión.

Las violencias más comunes son la psicológica y física, sin embargo, la violencia digital se ha vuelto más frecuente y tiene afectaciones en la salud mental y en la autocensura.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Centro Internacional para el Periodismo (ICFJ), 73% de mujeres periodistas, que respondieron una encuesta mundial, informaron haber experimentado violencia virtual durante la realización de su trabajo.

En el estudio, presentado en abril pasado, participaron más de 900 periodistas y comunicadoras de 125 países, de ellas, 49% declararon haber recibido ataques con discursos de odio; 48% recibieron mensajes privados no deseados y 25% amenazas de violencia física. Mientras que 18% experimentó violencia sexual y reportaron haber sido vigiladas.

Este fenómeno tiene impactos a nivel profesional, así como personal, de las comunicadoras.

En México, el panorama no es ajeno a esta situación. Los informes coinciden en considerar al país como uno de los cinco más peligrosos para ejercer el periodismo, por lo que la situación se agudiza y se complejiza.

Según la organización Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC), sólo en 2020 se registraron 251 incidentes de violencia en contra de mujeres periodistas por su labor, es decir, aumentó 53% con respecto al año anterior.

Con respecto a la violencia digital en el país se presenta como una de las modalidades de violencia, junto a la institucional y comunitaria.

Hasta 2020, según lo documentado por CIMAC en su proyecto de “Mapa de violencia contras las mujeres periodistas en México”, en los últimos 18 años se registraron mil 178 agresiones a periodistas y comunicadoras, de las cuales 258 fueron agresiones en modalidad digital.

Aunque no ocupa el primer lugar como una violencia frecuente es el tercer espacio más hostil. El año pasado, de cada 10 atentados tres ocurrieron en el espacio virtual y las redes más frecuentes fueron Facebook y Twitter, esta última fue la red más utilizada en 51% para llevar a cabo estas agresiones.

“Encubre la frecuencia de los ataques, pues brindan anonimato y no hay códigos de conducta de las empresas que ayuden a regular el uso de los ataques o brindar acciones preventivas que haga frente a la estructura de cuentas sistematizadas creadas para acosar a las periodistas”, afirma Adriana Ramírez, en su análisis sobre el balance anual del CIMAC, 2020.

Cabe señalar que las principales entidades que registraron altos índices de este tipo de violencia fueron: Ciudad de México, Coahuila, Quintana Roo y Puebla, Tamaulipas y Oaxaca. En lo que va de 2021, se suma Veracruz a esta lista.

El informe “Incorporando la Perspectiva de Género en los Mecanismos de Protección de Periodistas en México, Irak y Afganistán”, realizado por Alianza Global para los Medios y Género (GAMAG, por sus siglas en inglés) y Unesco, señala que hasta 2021: 19% de las periodistas reportaron acoso a través de mensajes privados; 17% lenguaje de odio; 11% amenazas de afectar la reputación y afectación en situación profesional; 7% circulación de imágenes personales y hackeo, así como 6% reportó espionaje y amenazas de violencia física.

El impacto de la violencia tiene diferentes efectos, los principales se expresan en la salud mental (estrés, ansiedad y depresión), en malestares físicos, complicaciones económicas, además las periodistas deciden dejar su labor y reportaron autocensura.

La violencia digital en México continúa como un proceso inacabado. Se suman a esta situación las desigualdades de género que se han agudizado en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19 la que ha impactado en mayor precarización laboral, brechas salariales y obstaculización de la labor informativa en las mujeres periodistas y comunicadoras.  

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