De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), en 2021, 7 mil 293 niñas, niños y adolescentes fueron atendidos en hospitales del país por violencia física. Estos datos, recabados por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), apuntan que la violencia física hacia infancias y adolescencias incrementó en el año 2021, en México.
Tanía Ramírez, directora de REDIM, dijo a Once Noticias que este incremento fue poco más de 28% con respecto al registro del año 2020.
“Este dato de los 7 mil 293 durante 2021 nos parece grave porque representó un incremento respecto del mismo período en el caso anterior. Incrementó más de 28 puntos porcentuales, es decir, en un mismo periodo en 2020 hubo 5 mil 671 casos . Habrá que analizar por qué se están registrando estos incrementos”, dijo.
Niñas y adolescentes, principales víctimas de violencia física
Al desagregar estos datos sobre violencia física sobresale que las niñas y adolescentes fueron las principales víctimas, 54.2% corresponde a niñas y mujeres adolescentes; 45.8% restante corresponde a hombres menores de edad.
Los datos señalan que 71.4% de las niñas atendidas en hospitales del país fueron agredidas en alguna vivienda, mientras que 12.9% de las agresiones físicas sucedieron en la vía pública. En tanto que 43.4% de los casos de violencia física hacia niños ocurrió en vía pública y uno de cada tres casos contra niños sucedieron en una vivienda.
Del mismo modo, se registró que 255 casos correspondió a infancias y adolescencias indígenas y 61 tenía alguna discapacidad.
Las entidades que registraron mayores cifras de infancias y adolescencias atendidas por violencia física en 2021 fueron: Estado de México (14.5% de los casos registrados a nivel nacional), Guanajuato (14.3%) y Ciudad de México (6.8%).
REDIM advierte que al violentar físicamente a infancias y adolescencias se trastocan sus derechos fundamentales: el derecho a una vida libre de violencia, a la salud física y mental, y a un sano desarrollo integral.
Tania Ramírez expresó a Once Noticias que la información puede tener un subregistro ocasionado porque muchas de estas agresiones no se denuncian.
Infancias y adolescencias son titulares de derechos
En ese marco, la directora hizo un llamado a la niñez mexicana a conocer y defender sus derechos, para también incentivar la denuncia si son víctimas de este tipo de violencia.
“El llamado a niñas y niños es a que, por un lado, a partir de que conocer sus derechos, puedan ser coparticipes de la reeducación de los padres, de las madres, recordándoles que la violencia física está prohibida por ley y el castigo físico está prohibido e incluso animarles a que se denuncie o de otra forma vamos a mantener esta espiral de violencia”, apuntó.
Asimismo, la directora de REDIM llamó también a las personas adultas para responsabilizarse por la educación y formación de infancias, y para que reconozcan que niños, niñas y adolescentes también son titulares de derechos.
“El llamado a las personas adultas sería a reeducar, a descubrir cuánto daño le hacemos a niñas, niños a través del maltrato físico. En las estructuras familiares se reproducen relaciones de poder en donde no se reconoce a niñas y niños como titulares de derechos. Sería grave si sabiéndolo nos mantenemos en el mismo lugar, pero una vez dándonos cuenta tiene que haber un cambio de hábitos”.
En la actualidad existen recursos y alternativas como contenidos, talleres, escuelas para madres y padres, para reaprender nuevas dinámicas para relacionarse sus hijas e hijas sin la violencia como un componente principal.
“Sabemos que esto es desafiante para las personas adultas, que a lo mejor no han tenido la oportunidad de reeducarse, de aprender nuevas formas de disciplina no violentas”, dijo.
Por último, destacó que la importancia de erradicar la violencia no tiene que ver únicamente con tratar bien a infancias y adolescencias, “en medio de un país inundado por la violencia, es una apuesta política y transformadora, si entendemos cómo desarticular otras expresiones de violencia”, expresó al medio.
“Si queremos desmontar la violencia en todo el tejido social necesitamos empezar por enseñarlo a la niñez y es la inversión más segura que puede hacer México”, concluyó.