La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la rápida propagación del sarampión en el mundo, con más de 306 mil casos declarados en 2023, un aumento del 79% en un año, por lo que pidió una intensificación de la vacunación.
“Estamos muy preocupados por lo que está sucediendo con el sarampión. Hubo un aumento constante de los casos de sarampión en todas las regiones de la OMS excepto una”, dijo Natasha Crowcroft, asesora técnica de la OMS para el sarampión y la rubéola en una conferencia de prensa.
Sin embargo, a medida que las cifras aumentan en todo el mundo, la OMS teme que la región de las Américas se vea afectada por brotes de sarampión. Los últimos datos mundiales indican 306 mil 291 casos notificados a la OMS en 2023, frente a 171 mil 156 en 2022, lo que representa un aumento del 79%.
No obstante, la organización destacó que las cifras reales son mucho más elevadas.
El recrudecimiento de esta enfermedad viral altamente contagiosa, que puede provocar complicaciones mortales y se propaga por vía aérea, se atribuye a una disminución de la cobertura de vacunación durante los años COVID-19.
“La prevención del sarampión y la rubéola ya no es una prioridad mundial y gubernamental debido a problemas concurrentes como COVID-19, las crisis económicas, los conflictos, entre otros factores”, indicó la OMS.
La prevención del sarampión requiere que 95% de las y los niños reciban dos dosis de la vacuna. Sin embargo, a nivel mundial, la cobertura de vacunación asciende a 83% y no recuperó el nivel de 2019 de 86%.
Crowcroft subrayó que el año pasado hubo 51 epidemias importantes de sarampión, en comparación con 32 en 2022.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una enfermedad viral aguda, extremadamente contagiosa y potencialmente grave. Se transmite por contacto directo con gotitas de saliva y moco expulsadas cuando la persona infectada tose, estornuda o habla, y los casos son más frecuentes durante los primeros cuatro meses de cada año (final del invierno e inicio de la primavera).
¿Cuáles son sus síntomas?
La enfermedad se caracteriza por un cuadro inicial parecido al de una gripa con fiebre, tos, estornudos, lagrimeo y congestión nasal, a lo que sigue unos días después la aparición de ronchas rojas pequeñas en la piel.
El tiempo entre el contagio y la aparición de los síntomas es de entre siete a 21 días (promedio 10), y la persona infectada puede contagiar a otros desde cuatro días antes hasta cuatro días después de tener las lesiones en la piel, las cuales pueden durar de cuatro a siete días y posteriormente ocurre descamación.