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China refuerza sistema de salud ante aumento de casos de COVID-19

Beijing informó cinco muertes relacionadas con COVID-19 este martes, luego de dos el lunes, que fueron las primeras muertes reportadas en semanas.

Este martes, las ciudades de China se apresuraron a instalar camas de hospital y construir clínicas de detección de fiebre cuando las autoridades informaron cinco muertes más y creció la preocupación internacional por la sorpresiva decisión de Beijing de dejar que COVID-19 se propague libremente.

Este mes, China comenzó a desmantelar su estricto régimen de confinamiento y pruebas “cero COVID” después de las protestas contra las restricciones que habían mantenido a raya al virus durante tres años, pero a un gran costo para la sociedad y la segunda economía más grande del mundo.

Ahora, mientras el virus se extiende por un país de mil 400 millones de personas que carecen de inmunidad natural después de haber estado protegidas durante tanto tiempo, existe una creciente preocupación por posibles muertes, mutaciones del virus y el impacto en la economía y el comercio.

“Cada nueva ola epidémica en otro país conlleva el riesgo de nuevas variantes, y este riesgo es mayor cuanto más grande es el brote, y la ola actual en China se perfila como grande. Sin embargo, inevitablemente, China tiene que atravesar una gran ola de COVID-19 si quiere alcanzar un estado endémico, en un futuro sin bloqueos y el daño económico y político que resulta”, dijo Alex Cook, vicedecano de investigación en el Escuela de Salud Pública Saw Swee Hock de la Universidad Nacional de Singapur.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, comentó el lunes que la posibilidad de que el virus mute a medida que se propaga en China es “una amenaza para las personas en todas partes”.

Xu Wenbo, un funcionario del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, mencionó a periodistas que se producirían nuevas mutaciones, pero restó importancia a las preocupaciones.

“La capacidad de escape inmunológico de las nuevas cepas se vuelve más fuerte, más contagiosa. Pero la posibilidad de que se vuelvan más letales es baja. La posibilidad de que las cepas sean más contagiosas y patógenas es aún menor”, señaló.

Más de 2 millones de personas podría morir en China

Este martes, Beijing informó de cinco muertes relacionadas con COVID-19, luego de dos el lunes, que fueron las primeras muertes reportadas en semanas.

En total, China ha informado de 5 mil 242 muertes por COVID-19 desde que surgió la pandemia en la ciudad de Wuhan a finales de 2019, una cifra muy baja según los estándares mundiales.

Pero existen dudas crecientes de que las estadísticas reflejen el verdadero impacto de una enfermedad que arrasa las ciudades después de que China eliminó las restricciones, incluida la mayoría de las pruebas obligatorias, el pasado 7 de diciembre.

Desde entonces, algunos hospitales se han inundado, las farmacias se han vaciado de medicamentos, mientras que muchas personas han entrado en confinamientos autoimpuestos, sobrecargando los servicios de entrega.

Algunos expertos en salud estiman que 60% de las personas en China, equivalente a 10% de la población mundial, podría infectarse en los próximos meses y que más de 2 millones podrían morir.

Asimismo, el jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Primer Hospital de la Universidad de Pekín, Wang Guiqiang, dijo que sólo las muertes causadas por neumonía e insuficiencia respiratoria después de contraer COVID-19 se clasificarían como muertes por esta enfermedad.

Además, los ataques cardíacos o enfermedades cardiovasculares que causen la muerte de personas infectadas no obtendrán esa clasificación.

Foto: AFP.

Enfermarse

En Beijing, que se ha convertido en el principal foco de infección, los viajeros, muchos tosiendo en sus máscaras, estaban de vuelta en los trenes para ir al trabajo y las calles volvían a la vida después de estar prácticamente desiertas la semana pasada.

Las calles y los trenes subterráneos en Shanghái, donde las tasas de transmisión de COVID-19 están alcanzando a las de Beijing, estaban más vacías.

“La gente se mantiene alejada porque está enferma o tiene miedo de enfermarse, pero sobre todo ahora, creo que es porque en realidad está enferma”, dijo Yang, entrenadora en un gimnasio casi vacío de Shanghái.

Los principales funcionarios de salud han suavizado su tono sobre la amenaza que representa la enfermedad en las últimas semanas, un cambio de sentido de los mensajes anteriores de que el virus tenía que ser erradicado para salvar vidas incluso cuando el resto del mundo se abrió.

Sin embargo, hay señales crecientes de que el virus está golpeando el frágil sistema de salud de China.

Las ciudades están intensificando sus esfuerzos para expandir las unidades de cuidados intensivos y construir clínicas para la fiebre, instalaciones diseñadas para prevenir una mayor propagación de enfermedades contagiosas en los hospitales.

La semana pasada, las principales ciudades, incluidas Beijing, Shanghái, Chengdu y Wenzhou, anunciaron que habían agregado cientos de clínicas para la fiebre, algunas en instalaciones deportivas reconvertidas.

COVID-19 afecta la economía china

El virus también está afectando a la economía de China, que se espera que crezca 3% este año, su peor desempeño en casi medio siglo.

Los trabajadores que se enferman están ralentizando la producción e interrumpiendo la logística, dicen los economistas.

Una encuesta de World Economics mostró que la confianza empresarial de China cayó en diciembre a su nivel más bajo desde enero de 2013.

La actividad industrial, más débil en el principal importador de petróleo del mundo, ha limitado las ganancias de los precios del crudo y ha hecho bajar el cobre.

Igualmente, China mantuvo las tasas de préstamos de referencia sin cambios por cuarto mes consecutivo este martes.

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