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¿Cómo y por qué se da la depresión en adultos mayores?

Todos los días 13 de enero es Día Mundial de la Lucha contra la Depresión; por lo tanto, hablaremos de cómo se da este problema de salud en un sector a veces olvidado: los adultos mayores.

¿Por qué la gente de la tercera edad tiene tanta relevancia como otros sectores de la población? Porque conforman un gran número en México, tan es así que, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), para el segundo trimestre de 2022 se estimó que en México residían 17,958,707 personas de 60 años y más (adultas mayores).

En tanto que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi):

Por otro lado, y según Haydeé Mabel Llanes Torres y un grupo de investigadores de La Habana, Cuba, el número de personas que en el mundo rebasa la barrera de los 60 años, aumentó en el siglo XX de 400 millones en la década del 50, a 700 millones en la década del 90; estimándose que para el año 2025 existirán alrededor de 1,200 millones de ancianos.

La investigación sugiere que también se ha incrementado el grupo de los “muy viejos“, o sea los mayores de 80 años de edad; que en los próximos 22 años constituirán el 30% de los adultos mayores en los países desarrollados y el 12% en los llamados en vías de desarrollo.

Depresión en adultos mayores

Ahora que tenemos un panorama de cuántos adultos mayores habitan en México y en el mundo, hablemos de ese mal llamado depresión y cómo surge en este sector de la población.

Para hablar del tema, Once Noticias, platicó con Alejandro Nenclares, director médico de Medicina Interna en Pfizer México.

El experto señala que la depresión como tal es una enfermedad, un trastorno mental bien identificado al que hay que diferenciar de la tristeza, porque ésta es una emoción común que todos hemos presentado y es normal; pero cuando se agregan otros síntomas además de la tristeza y esos duran mucho tiempo y empiezan a mermar la funcionalidad de la persona, hay serios problemas.

Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este padecimiento puede afectar a cualquier persona y se manifiesta por cambios en el estado de ánimo, estos cambios son continuos y duran más de dos semanas.

“Las manifestaciones de depresión se dan cuando la persona ya no funciona laboral y socialmente y aunado a ello hay una incapacidad para el disfrute, es decir la pérdida de motivación por las cosas que antes nos gustaban, hay alteraciones en la atención y concentración, cambios en el apetito o en el ritmo de sueño, sentimientos de culpa, de minusvalía, de desesperanza o en casos más graves fantasía de muerte o suicidas”, dice el médico de Pfizer.

El experto reconoce que la depresión será distinta dependiendo el grupo de edad, por ejemplo, la infantil se manifiesta por irritabilidad, donde el niño no tiene mucho el recurso de decir “es que me siento muy triste”, más bien no sabe qué le pasa; tiene problemas en la escuela, se pelea con el hermano, destruye los juguetes y es bien difícil de diagnosticar.

“En el anciano el problema que más frecuentemente. Se llega a confundir con la demencia, en ambos hay problemas de concentración, de atención, pérdida de la orientación en cuanto en qué día estoy y qué hora es; otro problema es que puede haber ambos al mismo tiempo”.

El especialista refiere que el diagnóstico en adultos mayores es bastante complejo, porque en la evaluación clínica a un ancianito le cuesta hablar y decir lo que siente o que ya tiene un problema de otro tipo de enfermedad como hipertensión, diabetes, aunque también depende mucho de la cooperación de la familia.

En cuanto a demencia y de acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), se calcula que en el mundo hay unos 47.5 millones de personas aquejadas por esta patología.

Este instituto prevé que el número de estas personas aumentará a 75.6 millones en 2030 y a 135.5 millones en 2050; además, la mayoría de esos pacientes vivirán en países de ingresos bajos y medianos.

En cuanto a la depresión, el propio IMSS destaca que, en México, este es el trastorno afectivo más frecuente en personas mayores de 60 años, esto es en un 15 a 20%, en la población ambulatoria, incrementándose hasta en 25 a 40% en la hospitalizada.

Por su parte, el artículo “Nivel de depresión en el adulto mayor” de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, asegura que la depresión es comúnmente un problema de salud mental en los adultos mayores.

Y da las siguientes cifras:

Factores externos que intervienen

El experto de Pfizer precisa que, de entrada, un adulto mayor que se deprime solo por ser “viejito” no es normal, lo normal sería llegar con plenitud a esa edad, aunque hay muchas personas que no les gusta el envejecimiento, “a nadie le gusta verse más arrugados”.

“Aunque hay quien dice ‘yo envejezco con dignidad’, ‘voy a ser un viejito guapetón o una viejita linda’ a eso agrégale a que casi siempre hay enfermedad y que se da el síndrome del ‘nido vacío’ que es cuando los hijos se van, ya los hijos crecieron se casaron, ‘los nietos casi no me visitan’, entonces se quedan solo la pareja o el papá y la mamá”.

Otro factor que influye en la depresión de personas de la tercera edad es el término de su vida laboral porque hay quienes no desean jubilarse, y aun quieren sentirse útiles.

“Y dicen ‘me echaron’, eso es bien común y aunque uno les dice que se dediquen a viajar, a pintar, a poner su huerto, ellos dicen ‘ahora ya me duele la cadera’, ‘ahora para qué viajo, si no puedo ver o no escucho bien’; varios factores influyen para que ellos digan ‘ya mis hijos ni me visitan’, ‘ya no sirvo para nada’, ‘me echaron de la compañía’, y ahí se vienen para abajo”.

¿Cómo ayudarlos?

El mismo Inapam refiere que, las estrategias de tratamiento y asistencia tiene que ver con que los prestadores de asistencia sanitaria y la sociedad en su conjunto presten atención a las necesidades especiales de los grupos de población de edad mayor mediante las medidas siguientes:

¿Y cuál es el papel de la familia?

Alejandro Nenclares pide, ante este panorama, no subestimar el problema, no decir “ya se le pasará”; además, señala que otro fenómeno que se presenta y no ayuda en nada a las personas mayores con depresión es la carga que representa para los hijos cuidarlos.

“Cuidar al ancianito casi siempre recae en un integrante de la familia; siendo cinco o siete hijos, solo uno se encarga y le tiran diciendo ‘es que tú te quieres quedar con la herencia’ y eso deprime a la persona, cree que se pelean por su culpa y piensa que es una carga y dice ‘me quiero morir’”.

Finalmente aconseja tener una muy buena dinámica familiar, y una óptima actitud de cooperación entre los miembros de la familia.

Y otro punto importante es que esa persona debe ser evaluada por un profesional de la salud o un experto en psicogeriatría para diagnosticar este tipo el problema, con estudios a fondo, “porque son pacientes que merecen una buena calidad de vida”.

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