La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo tiene claro: la alimentación del lactante y los niños pequeños es fundamentales para mejorar la supervivencia infantil y fomentar un crecimiento y desarrollo saludables.
Primeros años
Especialmente, indica que son importantes los primeros dos años de la vida del niño, puesto que la nutrición óptima durante este periodo reduce la morbilidad y la mortalidad, así como el riesgo de enfermedades crónicas.
Además, dijo, mejorar el desarrollo general.
Si ya desde pequeños les enseñamos una serie de hábitos, será después más fácil que estos se instauren en su edad adulta
comentó Blanca García-Orea Haro, nutricionista clínica especializada en nutrición digestiva y hormonal.
Dijo que al final será más fácil que luego apliquen estos hábitos en su día a día.
En cualquier edad se puede enseñar. Siempre costará un poco más porque es un hábito pero se puede. Si estás acostumbrado a tomar cacao azucarado, si tomas el puro seguramente lo veas como un horror, cuando el paladar te cambia y te puedes acostumbrar
aseguró.
Por ello, destacó que lo más importante siempre es que los padres sean ejemplo y que los niños puedan participar en la preparación de su comida.
Por ejemplo, la falta de información nos hace cometer errores en los desayunos o meriendas de los niños. Una de las cosas que los padres me suelen preguntar es qué le dan a sus hijos para desayunar si no es leche con galletas
señaló Blanca García-Orea Haro.
Desayuno ideal
Con base en esto, señaló que el desayuno ideal tanto para niños, como para adultos, debe incluir proteína, grasas buenas y fruta.
Puede consistir en un trozo de pan con aguacate, con huevo, con humus o con un poco de queso o de pavo. Debe llevar grasas buenas como aceite de oliva virgen extra o frutos secos
indicó Blanca García-Orea Haro.
Asimismo, para sustituir los cereales azucarados recomienda el empleo de la avena, la quinoa o los copos de maíz.
El vaso de leche no es necesario, si ellos lo toman y bien, fenomenal, pero tampoco sería necesario, porque a muchos no les gusta. Éste se puede sustituir por un yogur, que al estar fermentando incluso es mejor producto
sugirió la nutrióloga.
Preparación de alimentos
Blanca García-Orea Haro dijo que en el caso de que los niños no quieran comer fruta o verdura, ni pescado, se pueden probar diferentes formas de preparación de los alimentos.
Al niño probablemente un brócoli cocido no le llame la atención, pero si se lo pones con arroz o pasta ese sabor le va entrando poco a poco y luego le gustará en otras formas
afirmó.