Salud

¿Cuáles son los principales síntomas de la enfermedad de Parkinson?

No hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson, por lo que conocer sus síntomas resulta esencial para tratarla desde su etapa inicial.

La enfermedad de Parkinson (EP) es una alteración neurológica caracterizada por la pérdida prematura de algunas células del cerebro, lo que provoca habitualmente temblores, aunque el trastorno también puede ocasionar rigidez o disminución del movimiento.

En 1997, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 11 de abril como Día Mundial del Parkinson, fecha que coincide con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 describió lo que en aquel tiempo llamó “parálisis agitante”.

No hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson, por lo que conocer sus síntomas resulta esencial para tratarla desde su etapa inicial.

Factores de riesgo y síntomas

Diversas investigaciones apuntan a que los principales factores de riesgo de la EP son la herencia genética (aunque no se ha descubierto cuáles son específicamente los genes involucrados) y la edad (que aumenta después de los 55 a 60 años y se va incrementando consecutivamente en periodos de cinco años).

Aunque en realidad el riesgo de padecerla es mínimo, curiosamente cuando existen antecedentes familiares aparece en edades más tempranas, hacia los 40 o 50 años, a diferencia de los casos sin antecedentes hereditarios en los que se presenta de manera muy esporádica y ya en edades más avanzadas.

Las causas de padecimiento son desconocidas, pero en 2021, la revista digital de la Coordinación de Comunicación Social de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que algunos estudios apuntan a la relación que guarda la EP con el uso de toxinas presentes en pesticidas y herbicidas; sin embargo, esto no ha sido comprobado en su totalidad.

Dentro de esta enfermedad podemos encontrar que, el temblor es uno de los síntomas motores más conocidos, sin embargo, existen otros síntomas:

  • Problemas del sueño
  • Depresión
  • Trastornos de control de impulsos (temblor en reposo)
  • Problemas cognitivos
  • Lentitud en todos sus movimientos (bradicinesia)
  • Poco balance al caminar
  • Pérdida de habilidad para maniobrar objetos pequeños
  • Trastornos del equilibrio debido a las alteraciones de movimiento, los pacientes con EP tienen problemas para mantener su centro de gravedad estable y por lo tanto, están sujetos a caídas frecuentes, o pérdida del equilibrio mientras están parados o caminando
  • Cara y el cuero cabelludo tienen más grasa (seborrea)
  • Exceso de saliva (sialorrea)
  • Inexpresividad facial
  • Alteraciones de la voz

Antes de que la enfermedad pueda ser diagnosticada, se han registrado síntomas que surgen como la pérdida del olfato, seguida por colitis.

Etapas

La clasificación de Hoehn y Yahr establece diferentes estadios clínicos que es importante conocer, ya que el manejo puede ser diferente según la etapa en que la EP se encuentra:

  • Etapa 1: enfermedad unilateral, cuando un sólo lado está afectado, con deterioro funcional mínimo o sin él.
  • Etapa 2: afección bilateral o de la línea media, sin alteración del equilibrio.
  • Etapa 3: enfermedad bilateral, alteración de mínima a moderada, inestabilidad postural, pero aún independiente.
  • Etapa 4: incapacidad grave, alteraciones de la marcha, todavía es capaz de caminar y ponerse de pie sin ayuda, sin embargo, existe una incapacidad evidente.
  • Etapa 5: alteración severa e incapacidad muy marcada.

Tratamiento

Debido a que esta enfermedad no tiene cura, el tratamiento sólo es paliativo, para ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes. El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) señala que en esencia, el tratamiento consiste en la administración de medicamentos específicos y en la rehabilitación física.

Medicamentos como L-Dopa (Sinemet, Madopar) mejoran la rigidez, la marcha, y la postura; el temblor mejora con el empleo de Biperiden (Akinetón, Artane). Por su parte, el tratamiento para mejorar el estado de ánimo es a base de antidepresivos.

Existen otros medicamentos utilizado para la EP como el Parlodel y Selegiline. Es importante recordar que, si se dejan de tomar los medicamentos, los síntomas reaparecerán.

Además, como la respuesta a los medicamentos puede ser diferente en cada paciente, una dosis eficaz para uno puede ser insuficiente para otro. Por esto, los medicamentos siempre deben tomarse bajo las indicaciones de un especialista.

¿Es útil la rehabilitación física?

El ejercicio físico, la gimnasia, la fisioterapia, actividades recreativas como natación, caminata, ayudan a conservar la actividad motora, a mejorar la postura, la marcha y sobre todo, a evitar la inmovilidad y la dependencia.

La rehabilitación física ayudará al paciente a cambiar de actitud, favoreciendo su independencia en las actividades cotidianas, además, ésta no intenta enseñar nuevos movimientos, sino regresar a patrones de movimientos sustituidos por movimientos parkinsonianos.

Parkinson en cifras

En México, no hay cifras oficiales sobre la prevalencia de la enfermedad de Parkinson, pero en 2021, el doctor Carlos Fredy Cuevas García, director general del Hospital de Especialidades, del CMN Siglo XXI, precisó que en el país existen alrededor de 300 mil pacientes y en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son atendidos la mayoría de los pacientes que buscan servicios en la materia dentro de las instituciones integrantes del Sistema Nacional de Salud.

Aunque el padecimiento es más común en adultos mayores de 65 años (70%), cerca de 15% de los afectados no rebasan los 50 años, además que se han reportado casos en personas menores de 30 años.

El Parkinson se ha ligado a uno de sus síntomas: el temblor en el cuerpo; sin embargo, algunos de los pacientes no lo presentan, de hecho, una quinta parte de los pacientes que lo padecen no presentan este síntoma en lo absoluto.

La OMS prevé que los casos de esta enfermedad aumentarán en los próximos años debido al envejecimiento de la población y al incremento en la esperanza de vida a nivel global, con lo que para 2040 podría colocarse como la enfermedad grave más común.

Para prevenir este padecimiento, se recomienda practicar ejercicio, dormir suficientes horas al día, controlar el estrés y mantener activo el cerebro aprendiendo y estudiando sin importar la edad de la persona.

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